28 de enero de 2010

MICHAEL CONNELLY: EL ECO NEGRO


Roca Editorial publica en edición de bolsillo El eco negro (The Black Echo, 1992), la primera novela de Michael Connelly. Harry Bosch investiga un aparente caso de muerte por sobredosis. Todos quieren cerrarlo con rapidez; pero su instinto le dice que hay algo más. La víctima, Billy Meadows, es un antiguo compañero en "las ratas de los túneles" durante la guerra de Vietnam. La pista conduce al atraco de un banco realizado a través de túneles subterráneos.

Al tratarse de un delito federal, interviene el FBI. Harry conoce, de esta forma, a la agente Eleanor Wish, una persona que resultará muy importante en su vida. Michael Connelly recibió por esta novela el Premio Edgar a la mejor primera novela de intriga concedido por The Mystery Writers of America.

Trepidante inicio de la serie del detective Harry Bosch. Una buena oportunidad para leer una novela que se encontraba descatalogada.


24 de enero de 2010

JO NESBØ: PETIRROJO

Jo Nesbø (Oslo, 1960) es toda una celebridad en su país donde vende cientos de miles de novelas, acapara premios literarios y lidera el grupo de rock Di Derre.

En 1977 publicó su primera novela, Flaggermusmannen (El hombre murciélago), protagonizada por el inspector Harry Hole. Hasta la fecha ha escrito otras diez más en las que en la más genuina línea social del género, denuncia los problemas ocultos de la aparentemente tranquila Noruega.



Petirrojo (Rødstrupe, 2000), galardonada con el premio especial a la mejor novela negra noruega de todos los tiempos, es su cuarta obra. En ella Nesbø utiliza una estructura clásica en el género, habitual en Henning Mankell: La leona blanca o El chino, por ejemplo. Unos lejanos sucesos ocurridos en la segunda guerra mundial durante el cerco de Leningrado desencadenan 55 años después una serie de enigmáticos asesinatos que desbordan a la policía. Una de las víctimas es Ellen, colega y amiga de Harry Hole que, afectado personalmente, consigue descubrir a un asesino que pretende por venganza atentar contra los altos poderes del estado. A pesar de todo, algunos cabos quedan sin atar.

Jo Nesbø ha comentado que la novela parte de hechos biográficos de su propio padre que luchó con los nazis en el frente del este, y que pretende, por un lado, refrescar la memoria histórica noruega desde un punto de vista moral, y, por otro, reflejar la realidad social actual.

En cuanto a Harry Hole, su protagonista, reconoce que está inspirado de forma voluntaria en los más convencionales y antiheroicos detectives de novela negra norteamericana, alcoholismo y destartalado coche incluidos, en una apuesta clara por buscar la complicidad con el lector.
En conjunto, una interesante presentación en nuestro país de Jo Nesbø, uno de los referentes de la novela policíaca escandinava, y de su detective Harry Hole. RBA en su excelente Serie Negra también ha publicado Némesis. Ya contaremos.

JO NESBØ: Petirrojo, RBA, Serie Negra, 2009.

Otras novelas de Jo Nesbø en Elemental, querido blog:

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21 de enero de 2010

ENTREVISTA CON ÅSA LARSSON



Tras Aurora boreal, el debut de Åsa Larsson, nos llega Sangre derramada (Seix Barral), premio a la Mejor Novela Negra Sueca 2004. Con ese motivo y por su presencia en el Festival BCNegra, elPeriodico.com publica una entrevista con la autora sueca que comienza de esta manera:

–La loba es todo un personaje en Sangre derramada. ¿Qué significa?

–Lobos. ¿No son criaturas asombrosas? Sobreviven al calor del desierto y al clima ártico. Son muy sociables. Un equipo. Cazan y cuidan juntos de los cachorros. ¿Pero si a uno se le margina, qué queda? Los lobos siempre me han fascinado, desde niña, cuando mi padre me contó que vio uno cuando pescaba en invierno. En Suecia hay una gran discusión sobre los lobos. Muchos cazadores y granjeros los odian. Y hay muchos mitos sobre ellos, como que comen niños. Para unos son el diablo reencarnado, para otros el símbolo de un espíritu libre y cariñoso.

19 de enero de 2010

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: EL POLICÍA QUE RÍE


El matrimonio sueco formado por Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribió entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck. En los años 70 Noguer, y en los 80 Bruguera publicaron algunas de estas obras en España. Tras el éxito de Mankell y Larsson, RBA está editando la serie completa. El policía que ríe (Den skrattande polisen, 1968), premio Edgar del año 1971 concedido por la asociación Mystery Writers of America a la mejor novela, constituye la cuarta entrega de Sjöwall/Wahlöö.

Una lluviosa noche son tiroteados el conductor de un autobús público de Estocolmo y siete pasajeros. Una de las víctimas es Ake Stenström, un joven policía del equipo de Martin Beck. La investigación se estanca hasta que se consigue relacionar la matanza con un antiguo caso sin resolver: el asesinato de una prostituta portuguesa que el subinspector fallecido estaba revisando en solitario.

El policía que ríe destaca por su ágil narración, sus fluidos diálogos, y, sobre todo, por estar impregnada de grandes dosis de ironía. El protagonista, Martin Beck, antecedente de Kurt Wallander, es un personaje de perfil bajo, alejado de los grandes héroes de la novela negra. "Cauteloso, retraído, flemático y, en general, poco literario", según enumera el escritor Jonathan Franzen en el prólogo a la novela.

Sin duda la seña de identidad de la literatura de Sjöwall/Wahlöö es la crítica social. Maj Sjöwall en una reciente entrevista, recogida en este blog en una entrada anterior, afirma que sus novelas “eran más políticas que policíales”, ya que criticaban aquello que no les gustaba. Y aquello que no les gustaba era, ni más ni menos, el empobrecido y discutible estado de bienestar burgués sueco de los años 70, paradójicamanente envidiado en el resto de Europa.
En esta novela constituyen objeto de crítica la situación marginada de los emigrantes, la actuación represiva de la policía, el consumo de drogas y, sobre todo, el consumismo desaforado de la sociedad capitalista llevado a su máximo apogeo en las fiestas navideñas:
“La orgía publicitaria había comenzado ya y la histeria consumista se extendía rauda e inexorable como la peste negra por las calles comerciales engalanadas. La epidemia resultaba irresistible... envenenando y sometiendo todo a su paso. Venía a ser una especie de tocomocho legal.” (p. 140)

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: El policía que ríe, RBA, Serie Negra, 2009.

16 de enero de 2010

CÓMO ESCRIBIR NOVELA POLICÍACA


How to write... Crime Fiction es el título de un interesante artículo publicado el 10 de septiembre de 2009 en el periódico digital Telegraph.co.uk. Es obra del novelista Mark Sanderson, autor de Snow Hill, primera parte de una trilogía policíaca. Nos ofrece una guía para crear y llegar a publicar con éxito novela negra.
Traduzco, a continuación, de forma resumida algunas de las ideas principales de este artículo:

1. "Ten algo que decir", dice Ian Rankin, el creador de John Rebus. "Puede ser un argumento ingenioso, o un asunto polémico. Debes tener una necesidad imperiosa de colaborar con los lectores, de lo contrario ¿por qué escribir?" Su nueva novela, The Complaints, recién publicada, es un ejemplo perfecto.

2. "Pienso que una novela de delitos -como cualquier relato- tiene éxito o no dependiendo del personaje", dice Michael Connelly, el creador del detective Harry Bosch. "Crear y mantener un personaje principal con el que el lector empatice es la bola más importante con la que se debe hacer malabarismo cuando se escribe. También es la tarea más difícil. Tu protagonista es el conductor de tu coche. El lector tiene que querer entrar en el coche con él y confiar en él, pero sin saber dónde va ir el coche ".

3. Una trama enrevesada no es esencial. "Estoy cada vez más convencido de que el suspense genuino no es creado con sorpresas y giros inesperados, sino con personajes que importen al lector", dice Mark Billingham, creador del detective inspector Thorne, cuyo último caso, Blood Line, se publicó el mes pasado. "Un buen escritor de novela negra necesita un par de trucos, por supuesto, pero el personaje lo es todo."

4. "Compromete al lector desde el principio, sorpréndelo al final," dice Kathy Reichs, creadora de la antropóloga forense Temperance Brennan, cuyo 12º caso, 206 huesos, acaba de ser publicado. "Siempre tengo en mente un comentario de Mickey Spillane de que la gente no lee libros para llegar a la mitad, sino que lee libros para llegar al final", dice Jeffrey Deaver, cuya última novela, Cruces de carretera, se publicó el mes pasado.

5. Trabajo duro. No hay substituto para el talento, pero cuanto más se cultiva más se desarrolla. Anthony Burgess decía que los libros están escritos con "quemaduras en las sillas y con plumas en el papel".

6. Habilidades supremas de organización. Una novela negra es como un castillo de naipes: haz una alteración en el último momento, mueve una cosa, y todo el edificio puede venirse abajo. P.D. James, cuyo Talking About Detective Fiction se ha publicado recientemente, ha llegado a la siguiente conclusión: "La novela policíaca debe tener un argumento convincente y creíble, personajes que sean más que estereotipos, buena escritura y la integración creativa de ambiente, narrativa, caracterización y tema. Para decirlo simplemente, una buena historia de detectives debería ser una buena novela."

7. Previsión. Lee Child, creador del popular y mítico vagabundo Jack Reacher, dice: "No dé a sus lectores lo que les gustaba el año pasado, déles lo que van a disfrutar el próximo año." Gone Tomorrow, por ejemplo, publicado a principios de este año, exploró el fenómeno terrible de los terroristas suicidas en Nueva York.

8. Suerte.

Puedes leer How to write... Crime Fiction completo en inglés pinchando en este vínculo.

14 de enero de 2010

ANDREA MARIA SCHENKEL: TANNÖD, EL LUGAR DEL CRIMEN


Con Tannöd (2006), su primera novela, Andrea Maria Schenkel ganó el Deutscher Krimi Preis 2007, el más prestigioso premio alemán de novela criminal. Obtuvo, además, un importantísimo éxito de ventas.
La novela está inspirado en el asesinato de una familia de granjeros alemanes ocurrido en la década de 1920. La autoría del crimen nunca fue aclarada. Andrea Maria Schenkel traslada la acción a los años 50. En el pueblo de Tannöd, en su apartado caserón son asesinados a golpe de pico los Danner y su criada. Prescindiendo de los habituales policías, en un estilo realista y aséptico la narradora va entrevistando a los habitantes del pueblo para ir poco a poco arrojando luz sobre el asunto y para desenterrar a la vez una sórdida historia de ignorancia, maltratos, abusos e, incluso, incesto.
Con su segunda novela, Kalteis (2007), editada en España como El expediente de Josef Kalteis, Andrea Maria Schenkel volvió a obtener el Deutscher Krimi Preis.
Su última novela es Bunker (2009). Trata del secuestro de una joven en un viejo búnker. La narración alterna los puntos de vista de secuestrador y secuestrada.
Lee el comentario de El expediente de josef Kalteis pinchando en el vínculo.

7 de enero de 2010

ENTREVISTA CON MAJ SJÖWALL


El Cultural.es publica una interesante entrevista con Maj Sjöwall (1935) titulada Maj Sjöwall, reina madre de la novela negra sueca. La autora, que junto con su marido Per Wahlöö, escribió entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el inspector Martin Beck reconoce el parecido entre su personaje y Kurt Wallander:

"Son muy parecidos. Martín Beck es un hombre que ha superado los 50 años, tiene barriga, padece del estomago y se lleva fatal con su mujer. Tiene una mente muy analítica y es respetado por sus compañeros. Wallander es de la misma edad, tiene diabetes, bebe demasiado y se ha separado de su mujer. Ambos carecen de ideas políticas, pero observan con inquietud la evolución de la sociedad sueca. Son muy críticos con sus jefes y la estructura policial. Están desencantados."


5 de enero de 2010

JOHN CONNOLLY: EL ÁNGEL NEGRO


John Connolly (Dublín, 1968) es célebre en el género negro por las novelas protagonizadas por el detective con nombre de saxofonista Charlie Parker. El ángel negro (The Black Angel, 2005) es la quinta entrega de una serie que comenzó con la interesante y galardonada Todo lo que muere (Every Dead Thing, 1999).

Desde sus inicios Connolly ha ido derivando progresivamente hacia una temática cada vez más esotérica y fantasmagórica hasta el punto de que en la actualidad se le relaciona de forma significativa con Stephen King.

En El ángel negro el siempre atormentado por fantasmas Charlie Parker abandona sus obligaciones familiares para buscar, acompañado por sus fieles Louis y Ángel, a una joven prostituta desaparecida. La investigación conduce a una alucinada secuencia de crímenes macabros, demonios, ángeles caídos, siniestros miembros de una secta denominada Los Creyentes, esculturas realizadas con huesos y misteriosas cajas de plata que guardan trozos de pergaminos que todos buscan compulsivamente a lo largo de la Historia, nazis, cómo no, incluidos.

En esa deriva desde la novela negra más auténtica hacia el ocultismo, John Connolly resulta, en mi opinión, cada vez más un autor aburrido, repetitivo y prescindible.

John Connolly: El ángel negro, Tusquets Editores, 2007.

27 de diciembre de 2009

ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT: EL SILENCIO DE LOS CLAUSTROS


Alicia Giménez Bartlett es nuestra autora de novela policíaca más reconocida. En este 2009 ha publicado El silencio de los claustros, la octava entrega de la inspectora de la Policía Nacional Petra Delicado.

La mayor novedad de esta novela radica en que Petra Delicado, para decepción de sus fans más conspicuos, ha contraído feliz y burgués matrimonio. Lo que brinda ocasión a la autora para regalarnos con páginas y páginas de entrañables, anodinas e inacabables escenas familiares inspiradas, al parecer, en esas series de televisión protagonizadas por padres divorciados (me ahorraré la molestia de escribir algún título) cuya acción se desarrolla a la hora de las comidas y en las que todos los personajes hablan al mismo tiempo.

Durante el tiempo en que no atiende a sus hijastros, la inspectora, junto con su fiel Fermín Garzón que para no ser menos tambíén ha contraído matrimonio, investiga el asesinato de un fraile que trabajaba en la restauración de una momia medieval en un convento de monjas barcelonés. Así de apasionante se presenta una trama que concluye con la detención de algunas de las monjitas que resultan ser menos piadosas de lo que aparentaban.

Aunque algún crítico literario ya ha señalado la falta de riesgo de sus novelas, Alicia Giménez Bartlett repite en esta entrega una fórmula que le reporta popularidad y buenas ventas. El lector, mientras tanto, se resigna a un sopor del que despierta sobresaltado cada cierto tiempo por las sonoras rimas internas de las que parece ser devota la autora: "En aquellos momentos había renunciado a cualquier deducción, estaba en blanco, pero el corazón me palpitaba con la violencia que antecede a los infartos, tanta era la expectación..." (p. 16)
Alicia Giménez Bartlett: El silencio de los claustros, Barcelona, Ediciones Destino, 2009.

26 de diciembre de 2009

ARNALDUR INDRIDASON: LA MUJER DE VERDE

La mujer de verde (Grafarþögn, 2001) es la cuarta novela del islandés Arnaldur Indridason (1961). Editada este año en nuestro país, nos llega precedida de buenas ventas en Alemania y Francia, así como ganadora de importantes premios como el The Gold Dagger Award, el más importante de novela negra en el mundo anglosajón, o el Glass Key.
El protagonista de las novelas policíacas de Indridason es el desastrado inspector Erlendur Sveinsson. Como oportunamente señala el traductor, Erlendur en islandés significa "forastero". Y, en efecto, Erlendur es una persona desarraigada. De origen rural, se siente perdido en Reikiavik. Parece, además, siempre absorto en sus pensamientos, en sus obsesivos recuerdos que le acusan sin cesar. Se siente atormentado por la muerte, cuando era niño, de su hermano menor y se siente culpable por el abandono de su hija y de su hijo tras separarse de su mujer.
En general, este personaje nos remite directamente a Kurt Wallander, y es que tanto Indridason como Mankell reconocen la mutua influencia de los suecos Per Wahlöö y Maj Sjöwall y sus novelas protagonizadas por el inspector Martin Beck.
En La mujer de verde el inspector Erlendur Sveinsson se siente más preocupado por Eva Lind, su hija drogadicta en estado de coma, que por el descubrimiento en una colina de un esqueleto que tras más de cincuenta años ha sido desenterrado debido a los trabajos de construcción de un edificio.
Poca intriga policial nos muestra la novela. La investigación conduce a Erlendur y a sus ayudantes Elínborg y Sigurdur Óli a un olvidado y terrible caso de violencia doméstica ocurrido durante los lejanos años de la Segunda Guerra Mundial.
Resulta frecuente encontrar novelas policíacas en las que la figura del protagonista consume toda la energía creativa del autor. Ésta es una de ellas. Erlendur Sveinsson es el mayor atractivo de esta narración, en detrimento de un endeble argumento. Según Arnaldur Indridason "Una buena novela policíaca explica un país. Y a mí no me gusta embellecer nada". Si le hacemos caso al pie de la letra, Islandia es un país taciturno y atormentado. Eso, o más bien que La mujer de verde no es una buena novela policíaca.
Novelas de Arnaldur Indridason:

Synir duftsins, 1997
Dauðarósir, 1998
Las marismas, 2000
La mujer de verde, 2001
La voz, 2002
Kleifarvatn, 2004
Vetrarborgin, 2005
Harðskafi, 2007
Myrká, 2008
Svörtuloft, 2009

23 de diciembre de 2009

NATSUO KIRINO: OUT


Natsuo Kirino (alias literario de Mariko Hashioka, 1951) es una escritora japonesa de novelas policíacas de gran éxito en su país. Autora de una veintena de obras, varias de ellas adaptadas al cine, traducida a dieciséis idiomas, ha obtenido importantes premios y es considerada la "reina japonesa del crimen."


Out (1997) es la primera novela que aparece en el mercado español. Está protagonizada por cuatro mujeres que trabajan en el turno de noche de una fábrica de comida preparada. Una de ellas, Yayoi, estrangula a su marido, que la maltrataba y gastaba, además, el dinero familiar en juego y mujeres. ¡El marido ideal, vamos! Masako, líder de las compañeras trabajadoras, propone deshacerse del cadáver. Así lo hacen. Lo descuartizan y, en bolsas, lo reparten por la ciudad.
En un principio la policía sospecha de Satake, el propietario del casino y del local frecuentados por el fallecido. Por otro lado, un prestamista relacionado con los yakuza averigua lo ocurrido y propone a Masako un lucrativo negocio libre de impuestos: la desaparición de cadáveres utilizando el mismo método.
Más que una novela policíaca al uso, los policías no se toman muy en serio el asunto, Out es una obra de intriga psicológica a la manera de Patricia Highsmith (perdón por la odiosa comparación) que no elude las descripciones escatológicas ni gore.
En su conjunto es una obra pesada que no logra levantar el vuelo en ningún momento. Lo más interesante reside en la capacidad didáctica sobre los usos sociológicos japoneses. Además de recordarnos que los cuchillos para sashimi suelen estar muy afilados, que el pachinko es un juego muy popular y que la yakuza muy peligrosa, durante la lectura vamos aprendiendo que en Japón se toman muy en serio el reciclaje y la separación de residuos. Se han establecido hasta 34 categorías de basura que se han de guardar en diferentes tipos de bolsas homologadas y depositar en sus correspondientes puntos de recogida respetando estrictos horarios. La limpieza y la vigilancia de estos puntos corresponde a los vecinos de forma rotativa. El avispado lector entenderá al instante que hacer desaparecer trozos de cadáver en los contenedores japoneses no es tarea nada fácil.
Esperemos que nuevas traducciones de las novelas Natsuo Kirino nos aficionen al género negro japonés.
Natsuo Kirino: Out, Emecé Editores, 2009.

20 de diciembre de 2009

PHILIP KERR: SI LOS MUERTOS NO RESUCITAN

"Una actitud omnisciente es muy útil para un dios... y para un detective, por cierto. Naturalmente, en el caso del detective la omisciencia es una ilusión. Platón lo sabía y por eso, entre otras cosas, era mejor escritor que sir Arthur Conan Doyle. "

Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise not, 2009) es la sexta de la serie Berlin Noir protagonizada por Bernard (“oso valiente”) Gunther. Con una estructura similar a Una llama misteriosa, la novela comienza en 1934 en Berlin y, tras un salto en el tiempo de veinte años, acaba en La Habana en 1954.

En la primera parte, Gunther, al verse obligado a dejar la Policía Criminal trabaja como detective en el famoso hotel Adlon. Tras llegar Hitler al poder y quemar el Reichstag, la ciudad de Berlín prepara los Juegos Olímpicos de 1936. En el hotel se alojan dos estadounidenses: Max Reles, un mafioso a la búsqueda de los contratos que genera el turbio negocio olímpico, y Noreen Charalambides, una periodista que quiere denunciar la persecución judía y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos. Como resulta obvio, los nazis facilitan la existencia al primero, mientras que expulsan del país a la segunda. Mientras, Bernnie Gunther encontrará, respectivamente, un enemigo y una amante.

En la segunda parte, los tres personajes por arte y voluntad de Philip Kerr coinciden en La Habana de Batista para hablar de muchas cosas y zanjar temas pendientes.

En esta novela encontramos a un Bernie Gunther más cansado, cínico, harto (“si no fuera porque duermo bien, la vida se me haría insoportable”) y amargado que nunca. Su creador, domina cada vez con mayor fluidez y maestría la narración de sus andanzas, abrillantando, de paso, el género negro. Philip Kerr, según ha declarado, trabaja ahora en una novela situada en los años de la guerra para seguir condenando a su personaje a la maldición que expresó Confucio: ojalá vivas tiempos interesantes.

Si los muertos no resucitan ha ganado recientemente el III Premio Internacional de Novela Negra RBA. En otras circunstancias, en el caso de otra novela, resultaría sospechoso que la misma editorial que edita sus obras le concediera un premio. No lo es. Resulta merecido
Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por el detective privado Bernhard "Bernie" Gunther:

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)
V

19 de diciembre de 2009

PHILIP KERR: UNA LLAMA MISTERIOSA


Al final de Unos por otros el detective Bernard Gunther, experto en buscarse indeseables enemigos, es perseguido por antiguos nazis, escuadrones de la muerte judíos y los servicios secretos norteamericanos.

Como no puede regresar a Berlín, Múnich o Viena, escenarios de sus anteriores novelas, adopta una nueva identidad y en 1950 viaja en barco a Buenos Aires cargado con veinticinco mil chelines austríacos y su sentimiento de culpabilidad germano: “Por no hacer nada... Tengo parte de culpa. Si fuese verdaderamente inocente, estaría muerto. Y no lo estoy.”

En Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008) el escocés Philip Kerr recrea la época en que el general Perón dio protección a los criminales nazis huidos de Europa mientras los judíos seguían desapareciendo.

Por supuesto, ésta es una obra de ficción, aunque el propio autor autor reconozca haberse documentado, entre otros, en el libro La auténtica Odessa: la fuga nazi a la Argentina de Perón de Uki Goñi. De modo que Bernard Gunther/Carlos Hausner recibe en Buenos Aires, en arriesgado tour de force argumental, el encargo de un coronel peronista para que investigue el salvaje asesinato de una joven y la desaparición de otra que pueden guardar relación con sucesos similares ocurridos en 1932 en el Berlín de los días finales de la República de Weimar y que nunca fueron aclarados.

El asesino múltiple pudiera estar ahora en Alemania y Gunther, que había participado directamente en la investigación de los crímenes alemanes y apartado de ella por motivos políticos, se ve obligado a indagar en los círculos nazis para aclarar el asunto. Cuando, además, acepta la petición de Anna Yagubsky, una joven de origen judío, para que busque a sus tíos desaparecidos ambos casos se cruzan y las alarmas en el régimen peronista se encienden.

Gunther en su aventura argentina conoce no sólo a Perón y a Evita, o a siniestros criminales nazis de renombre como Adolf Eichmann o Josef Mengele, sino también las cárceles argentinas, la picana (“En Argentina sólo hemos aportado un invento al mundo moderno. La picana eléctrica.”) o los vuelos de la muerte sobre el río de la Plata.

Por último, es expulsado del país dejando atrás, como siempre le ocurre, a la chica de turno. Buena y mala suerte la de Bernie y la de otros detectives literarios que casi siempre enamoran a las mujeres más atractivas para enseguida perderlas. Gajes del oficio, por lo visto.

Excelente nivel en la mayor parte de las páginas de la quinta entrega de la serie protagonizada por Bernard Gunther. En el recorrido paralelo por el que discurre la novela entre Berlín de 1932 y Buenos Aires de 1950, me quedo con los capítulos perfectamente ambientados dedicados al auge del nazismo y la caída de la República. Un escenario que coincide con el de la novela Adiós a Berlín (1939) de Christopher Isherwood y su conocida adaptación cinematográfica Cabaret (1972).


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

8 de diciembre de 2009

MICHAEL CONNELLY MAL TRADUCIDO. COMO SIEMPRE

En abril de 2008, cuando se editó en España Echo Park, publiqué una entrada titulada Michael Connelly mal traducido. Intentaba expresar el enfado que como lector y consumidor sentía ante un producto deteriorado por las malas artes de un alevoso traductor y por la indiferencia de una editorial complaciente.
En noviembre de 2008 nos llegó El observatorio. La historia se repitió. Nada dije por temor a repetirme o por no querer pasar por un maniático obsesivo que clama en el desierto sobre un asunto que a nadie parece importarle. Silencio, a pesar de que en la traducción de esta novela se encontraban auténticas perlas, verdaderas joyas de la antología del disparate. Un ejemplo nada más:

En la edición en inglés se leía “You could say that they took down the World Trade Center with a couple of airliners or a couple of box cutters.”
Aquí nos encontramos: “Podrías decir que derribaron el World Trade Center con un par de aviones comerciales y un par de cutres…” (p. 171)
Los cutters (cuchillas) se convirtieron en cutres. Todo un chiste.

Ahora se ha publicado El veredicto y todo sigue igual. Selecciono sólo algunos ejemplos.
Además de los inevitables anglicismos (“Refrescar (to refresh) mi recuerdo…”, p. 127) encontramos ejemplos de mala traducción que desvirtúan el sentido del texto:
“Sacó una tarjeta de bolsillo.” (p.53) A card out of his pocket…
“Si hubiera sido en un caso, me acordaría.” (p. 53) You’d remember me.
“Una conferencia (conference) padres-profesores en la escuela” (p. 147)
“El caso le llegó a Haller con una gran condición: Elliot sólo accedería a mantener a Haller como abogado si éste accedía a no aplazar el caso (the trial).” (p.260)

Errores gramaticales y expresivos en el uso del español:
“El más mayor...” (p.53)
“Tuve que acceder a ir a juicio la semana que viene o encontraría a otro abogado que lo haga.” (p. 115)
“Sí, Vincent se me lo llevó.” (p. 200)

Incoherencias léxicas:
“No era tiempo suficiente para continuar con mi revisión.” (p. 77)
“Pero se me escapa algo en el lado de la defensa de la ecuación.” (p.139)
Continúa el torpe y repetitivo empleo de los demostrativos:
“Se encontró a su mujer y al amante de ésta desnudos y ya muertos.” (p. 93)
“Había ordenado que las cámaras de Cortes TV se montaran en la pared de encima de la tribuna del jurado para que los miembros de éste no se vieran en esa imagen de la sala.” (p. 244)
“Me ocupo de esto por Jerry Vincente, ése es el nombre que reconocerá su secretaria.” (p.95)
“Mostraba a un caballero con armadura en un corcel blanco. Éste se había abierto la visera del casco y sus ojos miraban con intensidad.” (p. 98)
“En la sala de archivos le dije que se sentara a la mesita. Había una libreta grande de hojas amarillas sobre ésta…” (p. 108)

Confusiones en las preposiciones:
“Mandó a gente en prisión…” (p.53)
“Seguí una acera por un césped perfectamente cuidado.” (p.97)
“Lo reconocí de la fotografía de su anuncio.” (p. 76)“Había recibido los disparos en horizontal sobre su cuerpo desnudo.” (p. 127)

En definitiva, gracias al traductor habitual de las novelas de Michael Connelly estamos leyendo sólo algo ligeramente parecido al original. Da igual, a nadie, ni siquiera a su editorial, parece importarle. El género negro o policíaco seguirá viajando en el furgón de cola de la literatura.

1 de diciembre de 2009

MICHAEL CONNELLY: DEUDA DE SANGRE


Tras la publicación de El veredicto he leído una y mil veces que en esta novela Michael Connelly reúne "a sus dos mejores personajes." Personalmente no estoy en absoluto de acuerdo con la idea de que Harry Bosch y Mickey Haller sean los dos mejores personajes de Connelly. Tal afirmación supone, por lo menos, ignorar a Terry McCaleb. En mi opinión un personaje mejor construido, más redondo, más humano y cercano que el abogado Haller. Quizá más de un aficionado desconozca las novelas protagonizadas por el antiguo agente del FBI.
Terry McCaleb es el protagonista de Deuda de sangre (Blood Work, 1998). Tras un trasplante de corazón, el agente del FBI retirado pasa sus días poniendo a punto el Following Sea, velero heredado de su padre en el que vive. Recibe la visita de Graciela Rivers que le pide que investigue la muerte violenta de su hermana, asesinada durante el atraco a un supermercado. McCaleb se niega a ello hasta que conoce que la mujer fallecida fue la donante del corazón que él recibió. Poco a poco desempolva un caso olvidado que presenta conexiones inesperadas y que acabará involucrándolo de forma más íntima de lo que él nunca hubiera imaginado.
Esta novela era imposible de encontrar desde hace años y ha sido reeditada ahora por Bruguera para el sello Zeta Bolsillo. En mi opinión se trata de una de las mejores narraciones de Michael Connelly. Clint Eastwood la llevó al cine en 2002 de manera bastante correcta.
Posteriormente, en Más oscuro que la noche (A Darkness More Than Night, 2001) coinciden Harry Bosch y Terry McCaleb. Y es que entremezclar a sus personajes es un recurso que Connelly ya utilizaba antes de El veredicto. Por último, en Cauces de maldad (The Narrows, 2004) Bosch investiga la muerte de McCaleb.
Así que, en mi opinión, Deuda de sangre reúne a los dos principales personajes de Michael Connelly: Harry Bosch y Terry McCaleb. 

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PHILIP KERR: RÉQUIEM ALEMÁN / UNOS POR OTROS

Violetas de marzo y Pálido criminal, las dos primeras novelas de la serie Berlin Noir de Philip Kerr, estaban ambientadas en la Alemania nazi.
Durante la II Guerra Mundial Bernie Gunther, el protagonista, debido a su condición de comisario de la policía criminal, es clasificado como teniente de la SS y destinado al frente ruso en un grupo de combate encargado del “asesinato sistemático de civiles judíos.” Cuando Gunther comprende la naturaleza de su trabajo pide el traslado al frente, aun corriendo el riesgo de ser fusilado o de morir en el campo de batalla. Tras la derrota alemana, pasa una larga temporada en un campo de concentración ruso.


En Réquiem alemán (1991) , la tercera entrega de Berlin Noir, la Guerra ha terminado y los países aliados se han repartido el país. A finales de 1947 Berlín es una ciudad en ruinas dedicada al estraperlo. Bernie Gunther, como la mayoría de los alemanes supervivientes, pasa hambre y frío. Su mujer, Kirsten, tiene que prostituirse con militares estadounidenses para conseguir alimentos extra. Ante este panorama el detective acepta un caso que le lleva a Viena para intentar salvar la vida de su antiguo compañero Becker, turbio personaje de la novela Pálido criminal, detenido a la espera de juicio por ser sospechoso del asesinato de un oficial norteamericano.
Rusos (“ivanes”) y estadounidense intentan manejar a Gunther como una marioneta en defensa de sus intereses. Finalmente, la investigación pone en peligro su vida al infiltrarse en una red de antiguos criminales nazis que han falseado sus muertes y adoptado nuevas identidades para huir de los juicios de guerra.
En la continuación, Unos por otros (2006), Bernie Gunther ha abandonado Berlín y la profesión de investigador privado. Se encarga de regentar un decrépito hotel cerca del campo de concentración de Dachau, antigua propiedad de su fallecido suegro. Es el año 1949. Kirsten, su mujer, alcoholizada, con demencia, está gravemente enferma internada en un hospital. Así que toma una decisión: “No valgo para hacerme cargo de un hotel. El trabajo policial es lo único que se me da bien.” En su regreso, acepta investigar el paradero del director de un campo de concentración cuya joven esposa católica quiere volver a casarse.
En realidad, Gunther cae en una trampa: acaba siendo confundido con un médico nazi buscado por experimentar con humanos, y perseguido por un escuadrón judío del Nakam decidido a ejecutarlo. Acorralado y sin futuro en Alemania, cambia de identidad (Carlos Hausner) y consigue escapar en barco hacia Argentina, donde llegará a conocer al general Perón, pero de eso trata Una llama misteriosa, la siguiente novela.
En estas dos novelas encontramos la esencia y las virtudes de las anteriores. El protagonista, más escéptico, caústico y desengañado que antes de la Guerra, conserva su buen gusto en materia femenina y su fobia por los abogados: “Estaba preparado para dejar de lado cualquier sentimiento humano por el bien mayor de ganar dinero.” “Aunque se acabara el mundo, seguiría habiendo abogados para hacerse cargo de la documentación.”
Mientras tanto, como es habitual en el género policial, todo el mundo (ya sean los norteamericanos, los rusos, los nazis, la Iglesia católica o los radicales judíos...) le dice a Gunther lo que tiene que hacer, y él intenta hacer lo que cree correcto para poner un poco de orden en el caos. Difícil tarea la del detective que Philip Kerr desmitifica y contempla de manera irónica: “La labor de un detective no requiere un cerebro del tamaño del de Wittgenstein.” “Yo funciono con monedas.”
En su conjunto, estas muy interesantes novelas de Philip Kerr, bien documentadas, nos permiten recorrer la historia de una época en la que el horror, poliédrico, se adueñó de Europa. Me pregunto qué acogida han tenido en Alemania, ya que una de las más firmes denuncias que encontramos en ellas es la crítica a la pasividad de la mayoría de la población. “Nadie le decía que no a la Gestapo, al menos no sin que ello tuviera consecuencias. Tenía que optar por lo desastroso o por lo desagradable. Una decisión típicamente alemana.” “No puedo permitirme tener principios. Al menos no en Alemania. La gente con principios termina en el campo de concentración de Dachau.”


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

13 de noviembre de 2009

PHILIP KERR: VIOLETAS DE MARZO / PÁLIDO CRIMINAL

Philip Kerr (Edimburgo, 1956) obtuvo recientemente el Premio Internacional de Novela Negra RBA en su tercera edición con la novela Si los muertos no resucitan, sexta entrega de su conocida serie Berlin Noir.

Las novelas que componen Berlin Noir están protagonizadas por el detective privado Bernie Gunther y ambientadas en Berlín, en el período transcurrido entre 1936, en pleno nazismo, y 1948, cuando los países aliados han desmembrado el país.


Violetas de marzo (1989) es la primera novela de la serie. El título se refiere al apodo que recibían los advenedizos que aprovechaban el ascenso nazi para hacer carrera. En ese contexto el antiguo inspector de la Kripo Bernie Gunther se ve obligado a dejar la policía debido a la purga efectuada por Goering. Tras ganarse la vida como detective del hotel Adlon, se hace investigador privado obligado a aceptar “casi cualquier cosa, excepto divorcios”. Una de sus habituales e imposibles tareas consiste en localizar judíos desaparecidos.
En los días previos a los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 cuando Jesse Owens se encargó de desmontar la teoría de la superioridad aria, Gunther recibe la llamada de Hermann Six, un empresario millonario cercano al régimen nazi, para que investigue el asesinato de su hija y de su yerno, además del robo de unas valiosas joyas.
La investigación le lleva a conocer personalmente a inquietantes personajes como Goebbels (Ministro de Propaganda) o Heydrich (Jefe de la Gestapo), que le obsequia con una estancia en el primer campo de concentración del Reich, Dachau (“El trabajo te hace libre”, su sarcástico lema). Finalmente, aclara el caso, pero no consigue encontrar a Inge Lorenz, su amante desaparecida (“Desaparecer está haciendo furor, todo el mundo lo hace”) . Y es que “a veces, ni siquiera Bernie Gunther consigue algo.”


En la continuación, Pálido criminal (1990), Heydrich vuelve a complicarle la vida a Bernie Gunther. En esta ocasión le obliga a regresar a la Kripo para investigar los asesinatos y violaciones en serie de jóvenes arias que se pretenden atribuir a algún asesino judío.

Las dos primeras novelas de Berlin Noir se caracterizan por tres cualidades. En primer lugar, la poderosa y absorbente personalidad del protagonista. Un personaje bien construido, reacio a seguir las indicaciones ajenas, duro, violento a veces, ambiguo en su relación con los nazis cuando se trata de “pasar desapercibido y de evitar problemas”, con buen ojo y éxito con las mujeres, y, sobre todo, tremendamente cínico.

En segundo lugar, la extraordinaria documentación realizada por Philip Kerr, perfecta para profundizar en una época crucial de la historia europea.

Por último, la ágil prosa del autor, en la que destaca sobre todo un humor cáustico, en muchos casos surrealista, en la línea del Groucho Marx más inspirado. Un par de ejemplos:

“Según mi experiencia nunca se puede elogiar demasiado a una mujer, del mismo modo que nunca se le pueden dar demasiadas galletas a un perro.”

“Todavía tengo que encontrar un abogado que no sea capaz de robarle los ahorros a su madre; los ahorros y el colchón donde los esconde.”

Sorprende encontrar un sentido del humor, tan particular, tan negro en ocasiones, en la narración de la tragedia y del horror de la época nazi, que Kerr denuncia con firmeza.

En resumen, magnífico y adictivo inicio de la serie Berlin Noir, editada por RBA.


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

8 de noviembre de 2009

MICHAEL CONNELLY: EL VEREDICTO


El veredicto (The Brass Verdict, 2008) es la segunda novela de Michael Connelly protagonizada por Mickey Haller. Tras la presentación del personaje en El inocente (The Lincoln Lawyer, 2005) volvemos a encontrarnos con el abogado defensor que no tiene bufete y que despacha sus asuntos a bordo de un Lincoln mientras recorre las avenidas de Los Angeles.

En esta ocasión, tiene que hacerse cargo de los casos de Jerry Vicent, un colega asesinado. El problema es que Haller lleva un año sin ejercer a causa de las operaciones sufridas tras ser tiroteado (El inocente), su posterior adicción a los calmantes y el proceso de rehabilatación correspondiente.

Cuando se dirige al despacho de Jerry Vicent para comenzar a estudiar los expedientes heredados se encuentra a Harry Bosch, que investiga el asesinato. Las primeras sospechas hacen pensar que el crimen guarda relación con la defensa de Walter Elliot, poderoso productor cinematográfico de Hollywood, acusado de matar a su mujer al sorprenderla en compañía de su amante.

De esta forma coinciden en la misma novela dos de los principales personajes de Michael Connelly. Además, también aparece brevemente Jack McEvoy, protagonista de El Poeta (1996) y de La oscuridad de los sueños (2009). Esta interrelación de sus principales personajes es un recurso muy querido por Michael Connelly, habitual en su mundo literario. Recordemos, por ejemplo, cómo en Más oscuro que la noche (2001) reunía a Bosch con Terry McCaleb.

El título original de la novela, The Brass Verdict, respetado en mayor medida por la edición francesa, Le Verdict du plomb, nos sitúa de pleno en el tema de la obra. "El veredicto de plomo" se refiere a la justicia callejera de aquellos que a base de balas administran su particular justicia, ya que no confían en la oficial. La denuncia de la corrupción judicial es la tesis de Connelly en esta novela. Un punto de vista crítico que le sitúa al lado de los grandes nombres del género negro estadounidense. En este sentido, el primer capítulo, ya muy citado, y absolutamente representativo de su narrativa, fija desde el inicio el discurrir temático de la novela.

“Todo el mundo miente. Los policías mienten. Los abogados mienten. Los testigos mienten. Las víctimas mienten. Un juicio es un concurso de mentiras. Y en la sala todo el mundo lo sabe. El juez lo sabe. Incluso los miembros del jurado lo saben...”
El veredicto es una interesante novela en la que Mickey Haller, tras su presentación en El inocente, adquiere consistencia literaria. Aunque intervenga de forma decisiva para aclarar el turbio asunto que se nos presenta, Harry Bosch es sólo un personaje secundario.

A pesar de ello, esta obra es básica para entender la evolución y la personalidad de Harry Bosch. El principal personaje de Michael Connelly, como un moderno Edipo estadounidense, emprendió en las primeras novelas de la serie (fundamentalmente en El último coyote, 1995) un proceso de conocimiento de sí mismo que le impulsó a investigar el asesinato de su madre y la identidad de su padre y que concluye ahora en El veredicto con el reconocimiento (la anagnórisis clásica) de su hermano Mickey Haller.

Michael Connelly: El veredicto, Rocaeditorial, 2009.

20 de octubre de 2009

HENNING MANKELL: EL HOMBRE INQUIETO. COMENTARIO

Tras nueve novelas y un libro de relatos cortos, El hombre inquieto, la última obra de Henning Mankell, se anuncia como el adiós del inspector Kurt Wallander.


El hombre inquieto es Hakan von Enke, capitán de fragata retirado de la Marina sueca y, además, suegro de Linda, la única hija de Kurt Wallander.
Durante su fiesta de cumpleaños el oficial le relata a Wallander cómo se vio involucrado en los sucesos ocurridos en los años 80 cuando submarinos soviéticos invadieron en varias ocasiones las costas suecas y los sectores más derechistas del país culparon entonces al Primer Ministro socialdemócrata Olof Palme.
El inspector Wallander nota a su consuegro nervioso y demasiado preocupado por unos hechos ya lejanos. Poco tiempo después, von Enke desaparece durante su paseo diario por Lilljansskogen. Cuando Louise, la esposa del militar, sufre la misma suerte y posteriormente es hallada muerta, todo hace suponer que las incursiones submarinas rusas siguen teniendo repercursiones aunque hayan transcurrido casi treinta años.
Kurt Wallander aprovecha unos días de sanción y unas pequeñas vacaciones veraniegas para investigar por su cuenta lo sucedido. Al final, en solitario, dejándose llevar por su intuición, es la única persona que logra desentrañar parte del misterio.
En El hombre inquieto, aun más que en otras novelas de Mankell, la figura del entrañable inspector Wallander se eleva por encima de la trama, algo previsible.
El rasgo más característico del famoso personaje de Mankell es su humanidad. No se tiene constancia en el olimpo del género negro de ningún otro detective (por definición, especie casi sobrenatural) que padezca insomnio, que enferme como cualquier otro mortal, que pierda los empastes dentales, que sufra derrotas en batallas de amor, que reciba multas de tráfico, que negocie créditos bancarios, que discuta con su padre y con su ex-mujer, que llore, que explote en arrebatos de ira y que, además, tenga tiempo para resolver con éxito sus investigaciones.
En esta última entrega, Kurt Wallander, que ya es abuelo, tiene sesenta años y ha cumplido por fin su sueño de vivir en el campo, acompañado sólo por su perro Jussi.
En soledad, enfermo de diabetes, con sobrepeso, y sufriendo los primeros síntomas de alzheimer, siente cómo se acerca el final. “La muerte había sido un componente más de su existencia desde el día en que, siendo muy joven, recibió una cuchillada a unos míseros centímetros del corazón. Cada mañana veía el rostro de la muerte en el espejo. Pero ahora... la sentía súbitamente cercana.”
De forma autocompasiva y patética, según él, el inspector de la Comisaría de Ystad hace balance y resume el sentido de su existencia: “se había esforzado por formar parte de las fuerzas benignas en este mundo.” Por su cada vez más frágil memoria desfilan los recuerdos de sus seres queridos, los principales momentos de su vida (“El primero, el día en que me opuse a la voluntad de mi padre y me convertí en policía.”), sus inicios en la profesión de la mano del inspector Rydberg, sus más notables casos...
En El hombre inquieto todo apunta a despedida. Incluso Baiba, su último amor, viaja desde Riga para decirle adiós en emotivas páginas. Y, por supuesto, Kurt Wallander se despide de nosotros. Lo vamos a echar de menos.

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RAMIRO PINILLA: SÓLO UN MUERTO MÁS



Ramiro Pinilla García (Bilbao, 1923) es un escritor de larga trayectoria, que nadando a contracorriente, incluso publicando él mismo sus novelas, ha obtenido importantes galardones literarios. Si en 1960 ganó el Nadal y después el Premio de la Crítica por Las Ciegas hormigas, en los últimos años su trilogía Verdes valles, colinas rojas (Tusquets, 2005) ha obtenido el Premio Euskadi de novela, de nuevo el de la Crítica, y el Nacional de Narrativa.

Su primera novela, Misterio de la pensión Florrie (1944), publicada como Romo P. Girca, fue una incursión juvenil (como el ingenuo juego con las grafías de su nombre y apellidos para componer el seudónimo) en el género policial que se vendió en los quioscos al precio de 3 pesetas.

65 años después, Ramiro Pinilla vuelve a sus orígenes con Sólo un muerto más (2009, Tusquets), novela que dedica con ironía a su alter ego Romo P. Girca en recuerdo de su debut literario que, según él mismo reconoce, fue muy malo.

En el paisaje autobiográfico y literario de Getxo y de la playa de Arrigunaga sitúa Ramiro Pinilla a su protagonista Sancho Bordaberri, librero y autor compulsivo de ficciones policíacas que las editoriales le devuelven, una y otra vez, con la misma perseverancia que él emplea en escribirlas. Cuando su decimosexta novela sufre la misma suerte que las anteriores, decide tirarla al mar y abandonar su carrera. En ese mismo momento, contempla desde la playa la peña de Apraiz donde diez años antes, en 1935, se cometió un crimen: los hermanos gemelos Altube, no muy queridos en el pueblo, fueron encadenados a una argolla para que “la pleamar los ahogara.” Uno de ellos murió.

El recuerdo del crimen le abre los ojos: su camino literario deberá discurrir por el realismo, que, además de entregarle una novela le permitirá resolver el asesinato. Es así como Sancho Bordaberri para administrar justicia se convierte en el detective Samuel Esparta, nuevo Sam Spade, auxiliado por la rubia oxigenada Koldobike en el papel de secretaria de su improvisado despacho donde, a falta de clientes a cincuenta pesetas diarias más gastos, recibe palizas falangistas. Es así como el librero, a pesar de llamarse irónicamente Sancho, se transforma en un moderno Don Quijote de posguerra que, en vez de libros de caballería, ha devorado a Hammett, Chandler, Cain y Himes, y que, en lugar de armadura, viste traje, corbata y sombrero porque así lo exigen los cánones del género negro.

Sin duda lo más interesante de Sólo un muerto más reside en este juego intertextual o metaliterario que está en el origen de la propia novela: el caso ahora aclarado aparecía sin resolver en Verdes valles, colinas rojas, la aclamada trilogía de Pinilla.

Menor interés tienen en esta obra, me parece, las referencias a una posguerra española comandada por poetas falangistas que tan pronto loaban en ripios sonoros el imperiohaciadiós patrio como ajusticiaban a los rojos separatistas vascos o se forraban con el estraperlo.

Estaremos al tanto de la anunciada continuación de las aventuras del detective librero Samuel Esparta.