24 de septiembre de 2013

JUAN MADRID: LOS HOMBRES MOJADOS NO TEMEN LA LLUVIA

Polifacético y prolífico, Juan Madrid (Málaga, 1947) es ya todo un clásico de nuestra novela negra. Toni Romano es su personaje estrella. Los hombres mojados no temen la lluvia es su obra más reciente. Con ella, ha obtenido el XIV Premio de Novela Fernando Quiñones.
El propio Juan Madrid nos da la clave para entender el título de su novela al recordarnos que en el argot carcelario la palabra mojado designa al hombre que ha matado más de una vez y, por ello, no teme las consecuencias de sus actos.  
A Liberto Ruano y Andrés Feiman, amigos y socios en un despacho de abogados, no les sobran los clientes. Cosa de la crisis. Un importante hombre de negocios les pide que recuperen un vídeo robado por una prostituta. El encargo, más adecuado para una agencia de detectives que para ellos, les asegura una buena minuta, aunque “huela a mierda”. En efecto, el asesinato de la prostituta inicia una espiral de problemas que arrasa la vida personal de Ruano.
Cuando todo pinta peor que mal, Liberto Ruano recibe la inesperada ayuda de Aurelio Pescador. Se trata de un enigmático personaje que va adquiriendo paulatinamente protagonismo en un oscuro asunto que acaba revelando que ambos comparten un fatal destino común.
Juan Madrid ha afirmado que Los hombres mojados no temen la lluvia trata "de lo que está pasando en este país”. En los apéndices finales, encuadra el argumento de la novela en el trasfondo histórico de nuestros últimos años. Según denuncia, "el boom de la construcción en España e Italia se ha debido a la presencia masiva de capitales lavados, provenientes del dinero sucio generado por el narcotráfico."
Una cita ineludible con Juan Madrid.
Juan Madrid: Los hombres mojados no temen la lluvia, Alianza Editorial.

Las claves negras:
  • Dinero, mafias y narcotráfico.
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13 de septiembre de 2013

IAN RANKIN: STANDING IN ANOTHER MAN'S GRAVE

Tras diecisiete novelas Ian Rankin jubiló a John Rebus en La música del adiós (Exit music, 2007). Ya sospechábamos entonces que volveríamos a encontrarnos con el famoso inspector escocés. En efecto, Rebus ha regresado en Standing in another man’s grave (2012). El título de la novela es un homenaje al cantante Jackie Leven y a su canción Another Man’s Rain.
Ya retirado, Rebus colabora como civil con la unidad de casos no resueltos (Cold Case Unit). Continúa bebiendo, fumando, conduciendo su descacharrado Saab, escuchando sus viejos vinilos, y, sobre todo, siendo fiel a su arraigado principio de ignorar las normas. Así, y, aunque no tenga competencia para hacerlo, investiga por su cuenta la desaparición de varias jóvenes ocurridas durante años en localidades cercanas a la carretera A9.
De esta forma, Rebus se reencuentra con Siobhan Clarke, su excompañera, y con Big Ger Cafferty, el decrépito jefe de los bajos fondos de Edimburgo. A la vez, consigue ponerse en el punto de mira de Malcolm Fox, de Asuntos Internos, que sospecha que se ha pasado al otro lado de la ley.
Rankin reúne en Standing in another man’s grave a su más conocido personaje con su más reciente creación: Malcolm Fox, protagonista de dos novelas, The Complaints (2009) y The Impossible Dead (2011), que no han acabado de lograr el éxito popular esperado.
En otoño tendremos a Rebus de vuelta a las librerías españolas.  

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9 de septiembre de 2013

JAMES LEE BURKE: LOS PRISIONEROS DEL CIELO

Los prisioneros del cielo (Heaven's Prisoners, 1988) es la segunda novela de James Lee Burke perteneciente a la serie protagonizada por Dave Robicheaux.
James Lee Burke nos vuelve a sumergir en el espacio en el que se ha desarrollado buena parte de su propia biografía: el sur de Luisiana. Bayous, canales, arenas movedizas, nubes de mosquitos, aligátores, campos de caña de azúcar, lluvia, vudú, gastronomía cajún, música zydeco... definen el escenario en el que se mueve el exteniente de Homicidios de la Policía de Nueva Orleans.
Después de lo ocurrido en La lluvia de neón y tras catorce años de servicio, Robicheaux ha abandonado el trabajo policial. Ahora es propietario de un negocio de cebos y alquiler de barcos en el bayou al sur de Nueva Iberia. Además, se ha casado y dejado el alcohol.
Una mañana, cuando se encuentra pescando langostinos en compañía de su mujer, ve caer una avioneta accidentada al agua. A pesar de sus esfuerzos, solo consigue rescatar con vida a una niña de origen hispano a la que ocultan. La investigación policial pone de relieve que los fallecidos tenían relación con el transporte de ilegales y de narcóticos. Robicheaux, por su naturaleza, no puede permanecer indiferente ante lo sucedido y su plácida existencia es devorada por un torbellino de violencia y de oscuridad.
Dos rasgos, habituales en su autor, cabe destacar en Los prisioneros del cielo: el lirismo atormentado de la narración en primera persona y el minucioso estilo descriptivo.

James Lee Burke: Los prisioneros del cielo, RBA, Serie Negra, 2013.

Las claves negras:
  • Protagonista adicto en lucha con sus demonios.
  • Venganza.
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4 de septiembre de 2013

GEORGE V. HIGGINS: MÁTALOS SUAVEMENTE

De nuevo, el estreno de una película nos rescata del olvido una magnífica novela. Me refiero en esta ocasión a Mátalos suavemente (Killing Them Softly, 2012) basada en Cogan's Trade (1974) de George V. Higgins.  
George V. Higgins (Massachusetts, 1939-1999) es considerado un renovador del género negro, aunque no sea muy conocido por el público lector. Dennis Lehane o Quentin Tarantino, entre otros, han elogiado su obra. Mátalos suavemente (titulada así en la edición española para aprovechar el tirón comercial de la película) es su tercera novela.
Pocas sorpresas depara el esquemático argumento. Unos pringados atracan una timba de póquer.  “Sí, ya, estuvo chupado. Claro que corre por ahí una orden para eliminarnos, pero nos salió de puta madre.” En efecto, la mafia de Nueva Inglaterra envía a un asesino profesional, Jackie Cogan, a liquidarlos.
El gran atractivo de la novela, su gran novedad, reside en el característico sello Higgins, basado en  el dominio casi absoluto del diálogo y en la mínima presencia de la narración y de la descripción. Como consecuencia de ello, Mátalos suavemente es una obra exigente con el lector. La lectura se convierte en un ejercicio participativo para completar la información contextual que el autor omite o para entender lo que los personajes callan o solo sugieren.
En alguna ocasión se ha relacionado a George V. Higgins con Balzac. En cierta forma, la comparación no es tan disparatada. Sin discursos morales ni tesis sociales, Higgins nos retrata de forma realista una galería de personajes de los bajos fondos, en absoluto modélicos, que se buscan la vida lo mejor que pueden y, siempre, al margen de la ley.
A pesar de las habituales simplificaciones y salvo algunas licencias geográficas y cronológicas, la adaptación cinematográfica realizada por Andrew Dominik y protagonizada por Brad Pitt es bastante fiel al texto y al espíritu de la novela. Buena fotografía, buena música y, sobre todo, notable interpretación de James Gandolfini.

George V. Higgins: Mátalos suavemente, Libros del Asteroide, 2012.

Las claves negras:
  • Dinero, dinero, dinero.
Novelas de George V. Higgins en Elemental, querido blog:

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