27 de diciembre de 2009

ALICIA GIMÉNEZ BARTLETT: EL SILENCIO DE LOS CLAUSTROS


Alicia Giménez Bartlett es nuestra autora de novela policíaca más reconocida. En este 2009 ha publicado El silencio de los claustros, la octava entrega de la inspectora de la Policía Nacional Petra Delicado.

La mayor novedad de esta novela radica en que Petra Delicado, para decepción de sus fans más conspicuos, ha contraído feliz y burgués matrimonio. Lo que brinda ocasión a la autora para regalarnos con páginas y páginas de entrañables, anodinas e inacabables escenas familiares inspiradas, al parecer, en esas series de televisión protagonizadas por padres divorciados (me ahorraré la molestia de escribir algún título) cuya acción se desarrolla a la hora de las comidas y en las que todos los personajes hablan al mismo tiempo.

Durante el tiempo en que no atiende a sus hijastros, la inspectora, junto con su fiel Fermín Garzón que para no ser menos tambíén ha contraído matrimonio, investiga el asesinato de un fraile que trabajaba en la restauración de una momia medieval en un convento de monjas barcelonés. Así de apasionante se presenta una trama que concluye con la detención de algunas de las monjitas que resultan ser menos piadosas de lo que aparentaban.

Aunque algún crítico literario ya ha señalado la falta de riesgo de sus novelas, Alicia Giménez Bartlett repite en esta entrega una fórmula que le reporta popularidad y buenas ventas. El lector, mientras tanto, se resigna a un sopor del que despierta sobresaltado cada cierto tiempo por las sonoras rimas internas de las que parece ser devota la autora: "En aquellos momentos había renunciado a cualquier deducción, estaba en blanco, pero el corazón me palpitaba con la violencia que antecede a los infartos, tanta era la expectación..." (p. 16)
Alicia Giménez Bartlett: El silencio de los claustros, Barcelona, Ediciones Destino, 2009.

26 de diciembre de 2009

ARNALDUR INDRIDASON: LA MUJER DE VERDE

La mujer de verde (Grafarþögn, 2001) es la cuarta novela del islandés Arnaldur Indridason (1961). Editada este año en nuestro país, nos llega precedida de buenas ventas en Alemania y Francia, así como ganadora de importantes premios como el The Gold Dagger Award, el más importante de novela negra en el mundo anglosajón, o el Glass Key.
El protagonista de las novelas policíacas de Indridason es el desastrado inspector Erlendur Sveinsson. Como oportunamente señala el traductor, Erlendur en islandés significa "forastero". Y, en efecto, Erlendur es una persona desarraigada. De origen rural, se siente perdido en Reikiavik. Parece, además, siempre absorto en sus pensamientos, en sus obsesivos recuerdos que le acusan sin cesar. Se siente atormentado por la muerte, cuando era niño, de su hermano menor y se siente culpable por el abandono de su hija y de su hijo tras separarse de su mujer.
En general, este personaje nos remite directamente a Kurt Wallander, y es que tanto Indridason como Mankell reconocen la mutua influencia de los suecos Per Wahlöö y Maj Sjöwall y sus novelas protagonizadas por el inspector Martin Beck.
En La mujer de verde el inspector Erlendur Sveinsson se siente más preocupado por Eva Lind, su hija drogadicta en estado de coma, que por el descubrimiento en una colina de un esqueleto que tras más de cincuenta años ha sido desenterrado debido a los trabajos de construcción de un edificio.
Poca intriga policial nos muestra la novela. La investigación conduce a Erlendur y a sus ayudantes Elínborg y Sigurdur Óli a un olvidado y terrible caso de violencia doméstica ocurrido durante los lejanos años de la Segunda Guerra Mundial.
Resulta frecuente encontrar novelas policíacas en las que la figura del protagonista consume toda la energía creativa del autor. Ésta es una de ellas. Erlendur Sveinsson es el mayor atractivo de esta narración, en detrimento de un endeble argumento. Según Arnaldur Indridason "Una buena novela policíaca explica un país. Y a mí no me gusta embellecer nada". Si le hacemos caso al pie de la letra, Islandia es un país taciturno y atormentado. Eso, o más bien que La mujer de verde no es una buena novela policíaca.
Novelas de Arnaldur Indridason:

Synir duftsins, 1997
Dauðarósir, 1998
Las marismas, 2000
La mujer de verde, 2001
La voz, 2002
Kleifarvatn, 2004
Vetrarborgin, 2005
Harðskafi, 2007
Myrká, 2008
Svörtuloft, 2009

23 de diciembre de 2009

NATSUO KIRINO: OUT


Natsuo Kirino (alias literario de Mariko Hashioka, 1951) es una escritora japonesa de novelas policíacas de gran éxito en su país. Autora de una veintena de obras, varias de ellas adaptadas al cine, traducida a dieciséis idiomas, ha obtenido importantes premios y es considerada la "reina japonesa del crimen."


Out (1997) es la primera novela que aparece en el mercado español. Está protagonizada por cuatro mujeres que trabajan en el turno de noche de una fábrica de comida preparada. Una de ellas, Yayoi, estrangula a su marido, que la maltrataba y gastaba, además, el dinero familiar en juego y mujeres. ¡El marido ideal, vamos! Masako, líder de las compañeras trabajadoras, propone deshacerse del cadáver. Así lo hacen. Lo descuartizan y, en bolsas, lo reparten por la ciudad.
En un principio la policía sospecha de Satake, el propietario del casino y del local frecuentados por el fallecido. Por otro lado, un prestamista relacionado con los yakuza averigua lo ocurrido y propone a Masako un lucrativo negocio libre de impuestos: la desaparición de cadáveres utilizando el mismo método.
Más que una novela policíaca al uso, los policías no se toman muy en serio el asunto, Out es una obra de intriga psicológica a la manera de Patricia Highsmith (perdón por la odiosa comparación) que no elude las descripciones escatológicas ni gore.
En su conjunto es una obra pesada que no logra levantar el vuelo en ningún momento. Lo más interesante reside en la capacidad didáctica sobre los usos sociológicos japoneses. Además de recordarnos que los cuchillos para sashimi suelen estar muy afilados, que el pachinko es un juego muy popular y que la yakuza muy peligrosa, durante la lectura vamos aprendiendo que en Japón se toman muy en serio el reciclaje y la separación de residuos. Se han establecido hasta 34 categorías de basura que se han de guardar en diferentes tipos de bolsas homologadas y depositar en sus correspondientes puntos de recogida respetando estrictos horarios. La limpieza y la vigilancia de estos puntos corresponde a los vecinos de forma rotativa. El avispado lector entenderá al instante que hacer desaparecer trozos de cadáver en los contenedores japoneses no es tarea nada fácil.
Esperemos que nuevas traducciones de las novelas Natsuo Kirino nos aficionen al género negro japonés.
Natsuo Kirino: Out, Emecé Editores, 2009.

20 de diciembre de 2009

PHILIP KERR: SI LOS MUERTOS NO RESUCITAN

"Una actitud omnisciente es muy útil para un dios... y para un detective, por cierto. Naturalmente, en el caso del detective la omisciencia es una ilusión. Platón lo sabía y por eso, entre otras cosas, era mejor escritor que sir Arthur Conan Doyle. "

Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise not, 2009) es la sexta de la serie Berlin Noir protagonizada por Bernard (“oso valiente”) Gunther. Con una estructura similar a Una llama misteriosa, la novela comienza en 1934 en Berlin y, tras un salto en el tiempo de veinte años, acaba en La Habana en 1954.

En la primera parte, Gunther, al verse obligado a dejar la Policía Criminal trabaja como detective en el famoso hotel Adlon. Tras llegar Hitler al poder y quemar el Reichstag, la ciudad de Berlín prepara los Juegos Olímpicos de 1936. En el hotel se alojan dos estadounidenses: Max Reles, un mafioso a la búsqueda de los contratos que genera el turbio negocio olímpico, y Noreen Charalambides, una periodista que quiere denunciar la persecución judía y la sospechosa designación de la ciudad como sede de los Juegos. Como resulta obvio, los nazis facilitan la existencia al primero, mientras que expulsan del país a la segunda. Mientras, Bernnie Gunther encontrará, respectivamente, un enemigo y una amante.

En la segunda parte, los tres personajes por arte y voluntad de Philip Kerr coinciden en La Habana de Batista para hablar de muchas cosas y zanjar temas pendientes.

En esta novela encontramos a un Bernie Gunther más cansado, cínico, harto (“si no fuera porque duermo bien, la vida se me haría insoportable”) y amargado que nunca. Su creador, domina cada vez con mayor fluidez y maestría la narración de sus andanzas, abrillantando, de paso, el género negro. Philip Kerr, según ha declarado, trabaja ahora en una novela situada en los años de la guerra para seguir condenando a su personaje a la maldición que expresó Confucio: ojalá vivas tiempos interesantes.

Si los muertos no resucitan ha ganado recientemente el III Premio Internacional de Novela Negra RBA. En otras circunstancias, en el caso de otra novela, resultaría sospechoso que la misma editorial que edita sus obras le concediera un premio. No lo es. Resulta merecido
Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por el detective privado Bernhard "Bernie" Gunther:

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)
V

19 de diciembre de 2009

PHILIP KERR: UNA LLAMA MISTERIOSA


Al final de Unos por otros el detective Bernard Gunther, experto en buscarse indeseables enemigos, es perseguido por antiguos nazis, escuadrones de la muerte judíos y los servicios secretos norteamericanos.

Como no puede regresar a Berlín, Múnich o Viena, escenarios de sus anteriores novelas, adopta una nueva identidad y en 1950 viaja en barco a Buenos Aires cargado con veinticinco mil chelines austríacos y su sentimiento de culpabilidad germano: “Por no hacer nada... Tengo parte de culpa. Si fuese verdaderamente inocente, estaría muerto. Y no lo estoy.”

En Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008) el escocés Philip Kerr recrea la época en que el general Perón dio protección a los criminales nazis huidos de Europa mientras los judíos seguían desapareciendo.

Por supuesto, ésta es una obra de ficción, aunque el propio autor autor reconozca haberse documentado, entre otros, en el libro La auténtica Odessa: la fuga nazi a la Argentina de Perón de Uki Goñi. De modo que Bernard Gunther/Carlos Hausner recibe en Buenos Aires, en arriesgado tour de force argumental, el encargo de un coronel peronista para que investigue el salvaje asesinato de una joven y la desaparición de otra que pueden guardar relación con sucesos similares ocurridos en 1932 en el Berlín de los días finales de la República de Weimar y que nunca fueron aclarados.

El asesino múltiple pudiera estar ahora en Alemania y Gunther, que había participado directamente en la investigación de los crímenes alemanes y apartado de ella por motivos políticos, se ve obligado a indagar en los círculos nazis para aclarar el asunto. Cuando, además, acepta la petición de Anna Yagubsky, una joven de origen judío, para que busque a sus tíos desaparecidos ambos casos se cruzan y las alarmas en el régimen peronista se encienden.

Gunther en su aventura argentina conoce no sólo a Perón y a Evita, o a siniestros criminales nazis de renombre como Adolf Eichmann o Josef Mengele, sino también las cárceles argentinas, la picana (“En Argentina sólo hemos aportado un invento al mundo moderno. La picana eléctrica.”) o los vuelos de la muerte sobre el río de la Plata.

Por último, es expulsado del país dejando atrás, como siempre le ocurre, a la chica de turno. Buena y mala suerte la de Bernie y la de otros detectives literarios que casi siempre enamoran a las mujeres más atractivas para enseguida perderlas. Gajes del oficio, por lo visto.

Excelente nivel en la mayor parte de las páginas de la quinta entrega de la serie protagonizada por Bernard Gunther. En el recorrido paralelo por el que discurre la novela entre Berlín de 1932 y Buenos Aires de 1950, me quedo con los capítulos perfectamente ambientados dedicados al auge del nazismo y la caída de la República. Un escenario que coincide con el de la novela Adiós a Berlín (1939) de Christopher Isherwood y su conocida adaptación cinematográfica Cabaret (1972).


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

8 de diciembre de 2009

MICHAEL CONNELLY MAL TRADUCIDO. COMO SIEMPRE

En abril de 2008, cuando se editó en España Echo Park, publiqué una entrada titulada Michael Connelly mal traducido. Intentaba expresar el enfado que como lector y consumidor sentía ante un producto deteriorado por las malas artes de un alevoso traductor y por la indiferencia de una editorial complaciente.
En noviembre de 2008 nos llegó El observatorio. La historia se repitió. Nada dije por temor a repetirme o por no querer pasar por un maniático obsesivo que clama en el desierto sobre un asunto que a nadie parece importarle. Silencio, a pesar de que en la traducción de esta novela se encontraban auténticas perlas, verdaderas joyas de la antología del disparate. Un ejemplo nada más:

En la edición en inglés se leía “You could say that they took down the World Trade Center with a couple of airliners or a couple of box cutters.”
Aquí nos encontramos: “Podrías decir que derribaron el World Trade Center con un par de aviones comerciales y un par de cutres…” (p. 171)
Los cutters (cuchillas) se convirtieron en cutres. Todo un chiste.

Ahora se ha publicado El veredicto y todo sigue igual. Selecciono sólo algunos ejemplos.
Además de los inevitables anglicismos (“Refrescar (to refresh) mi recuerdo…”, p. 127) encontramos ejemplos de mala traducción que desvirtúan el sentido del texto:
“Sacó una tarjeta de bolsillo.” (p.53) A card out of his pocket…
“Si hubiera sido en un caso, me acordaría.” (p. 53) You’d remember me.
“Una conferencia (conference) padres-profesores en la escuela” (p. 147)
“El caso le llegó a Haller con una gran condición: Elliot sólo accedería a mantener a Haller como abogado si éste accedía a no aplazar el caso (the trial).” (p.260)

Errores gramaticales y expresivos en el uso del español:
“El más mayor...” (p.53)
“Tuve que acceder a ir a juicio la semana que viene o encontraría a otro abogado que lo haga.” (p. 115)
“Sí, Vincent se me lo llevó.” (p. 200)

Incoherencias léxicas:
“No era tiempo suficiente para continuar con mi revisión.” (p. 77)
“Pero se me escapa algo en el lado de la defensa de la ecuación.” (p.139)
Continúa el torpe y repetitivo empleo de los demostrativos:
“Se encontró a su mujer y al amante de ésta desnudos y ya muertos.” (p. 93)
“Había ordenado que las cámaras de Cortes TV se montaran en la pared de encima de la tribuna del jurado para que los miembros de éste no se vieran en esa imagen de la sala.” (p. 244)
“Me ocupo de esto por Jerry Vincente, ése es el nombre que reconocerá su secretaria.” (p.95)
“Mostraba a un caballero con armadura en un corcel blanco. Éste se había abierto la visera del casco y sus ojos miraban con intensidad.” (p. 98)
“En la sala de archivos le dije que se sentara a la mesita. Había una libreta grande de hojas amarillas sobre ésta…” (p. 108)

Confusiones en las preposiciones:
“Mandó a gente en prisión…” (p.53)
“Seguí una acera por un césped perfectamente cuidado.” (p.97)
“Lo reconocí de la fotografía de su anuncio.” (p. 76)“Había recibido los disparos en horizontal sobre su cuerpo desnudo.” (p. 127)

En definitiva, gracias al traductor habitual de las novelas de Michael Connelly estamos leyendo sólo algo ligeramente parecido al original. Da igual, a nadie, ni siquiera a su editorial, parece importarle. El género negro o policíaco seguirá viajando en el furgón de cola de la literatura.

1 de diciembre de 2009

MICHAEL CONNELLY: DEUDA DE SANGRE


Tras la publicación de El veredicto he leído una y mil veces que en esta novela Michael Connelly reúne "a sus dos mejores personajes." Personalmente no estoy en absoluto de acuerdo con la idea de que Harry Bosch y Mickey Haller sean los dos mejores personajes de Connelly. Tal afirmación supone, por lo menos, ignorar a Terry McCaleb. En mi opinión un personaje mejor construido, más redondo, más humano y cercano que el abogado Haller. Quizá más de un aficionado desconozca las novelas protagonizadas por el antiguo agente del FBI.
Terry McCaleb es el protagonista de Deuda de sangre (Blood Work, 1998). Tras un trasplante de corazón, el agente del FBI retirado pasa sus días poniendo a punto el Following Sea, velero heredado de su padre en el que vive. Recibe la visita de Graciela Rivers que le pide que investigue la muerte violenta de su hermana, asesinada durante el atraco a un supermercado. McCaleb se niega a ello hasta que conoce que la mujer fallecida fue la donante del corazón que él recibió. Poco a poco desempolva un caso olvidado que presenta conexiones inesperadas y que acabará involucrándolo de forma más íntima de lo que él nunca hubiera imaginado.
Esta novela era imposible de encontrar desde hace años y ha sido reeditada ahora por Bruguera para el sello Zeta Bolsillo. En mi opinión se trata de una de las mejores narraciones de Michael Connelly. Clint Eastwood la llevó al cine en 2002 de manera bastante correcta.
Posteriormente, en Más oscuro que la noche (A Darkness More Than Night, 2001) coinciden Harry Bosch y Terry McCaleb. Y es que entremezclar a sus personajes es un recurso que Connelly ya utilizaba antes de El veredicto. Por último, en Cauces de maldad (The Narrows, 2004) Bosch investiga la muerte de McCaleb.
Así que, en mi opinión, Deuda de sangre reúne a los dos principales personajes de Michael Connelly: Harry Bosch y Terry McCaleb. 

 Licencia Creative Commons

PHILIP KERR: RÉQUIEM ALEMÁN / UNOS POR OTROS

Violetas de marzo y Pálido criminal, las dos primeras novelas de la serie Berlin Noir de Philip Kerr, estaban ambientadas en la Alemania nazi.
Durante la II Guerra Mundial Bernie Gunther, el protagonista, debido a su condición de comisario de la policía criminal, es clasificado como teniente de la SS y destinado al frente ruso en un grupo de combate encargado del “asesinato sistemático de civiles judíos.” Cuando Gunther comprende la naturaleza de su trabajo pide el traslado al frente, aun corriendo el riesgo de ser fusilado o de morir en el campo de batalla. Tras la derrota alemana, pasa una larga temporada en un campo de concentración ruso.


En Réquiem alemán (1991) , la tercera entrega de Berlin Noir, la Guerra ha terminado y los países aliados se han repartido el país. A finales de 1947 Berlín es una ciudad en ruinas dedicada al estraperlo. Bernie Gunther, como la mayoría de los alemanes supervivientes, pasa hambre y frío. Su mujer, Kirsten, tiene que prostituirse con militares estadounidenses para conseguir alimentos extra. Ante este panorama el detective acepta un caso que le lleva a Viena para intentar salvar la vida de su antiguo compañero Becker, turbio personaje de la novela Pálido criminal, detenido a la espera de juicio por ser sospechoso del asesinato de un oficial norteamericano.
Rusos (“ivanes”) y estadounidense intentan manejar a Gunther como una marioneta en defensa de sus intereses. Finalmente, la investigación pone en peligro su vida al infiltrarse en una red de antiguos criminales nazis que han falseado sus muertes y adoptado nuevas identidades para huir de los juicios de guerra.
En la continuación, Unos por otros (2006), Bernie Gunther ha abandonado Berlín y la profesión de investigador privado. Se encarga de regentar un decrépito hotel cerca del campo de concentración de Dachau, antigua propiedad de su fallecido suegro. Es el año 1949. Kirsten, su mujer, alcoholizada, con demencia, está gravemente enferma internada en un hospital. Así que toma una decisión: “No valgo para hacerme cargo de un hotel. El trabajo policial es lo único que se me da bien.” En su regreso, acepta investigar el paradero del director de un campo de concentración cuya joven esposa católica quiere volver a casarse.
En realidad, Gunther cae en una trampa: acaba siendo confundido con un médico nazi buscado por experimentar con humanos, y perseguido por un escuadrón judío del Nakam decidido a ejecutarlo. Acorralado y sin futuro en Alemania, cambia de identidad (Carlos Hausner) y consigue escapar en barco hacia Argentina, donde llegará a conocer al general Perón, pero de eso trata Una llama misteriosa, la siguiente novela.
En estas dos novelas encontramos la esencia y las virtudes de las anteriores. El protagonista, más escéptico, caústico y desengañado que antes de la Guerra, conserva su buen gusto en materia femenina y su fobia por los abogados: “Estaba preparado para dejar de lado cualquier sentimiento humano por el bien mayor de ganar dinero.” “Aunque se acabara el mundo, seguiría habiendo abogados para hacerse cargo de la documentación.”
Mientras tanto, como es habitual en el género policial, todo el mundo (ya sean los norteamericanos, los rusos, los nazis, la Iglesia católica o los radicales judíos...) le dice a Gunther lo que tiene que hacer, y él intenta hacer lo que cree correcto para poner un poco de orden en el caos. Difícil tarea la del detective que Philip Kerr desmitifica y contempla de manera irónica: “La labor de un detective no requiere un cerebro del tamaño del de Wittgenstein.” “Yo funciono con monedas.”
En su conjunto, estas muy interesantes novelas de Philip Kerr, bien documentadas, nos permiten recorrer la historia de una época en la que el horror, poliédrico, se adueñó de Europa. Me pregunto qué acogida han tenido en Alemania, ya que una de las más firmes denuncias que encontramos en ellas es la crítica a la pasividad de la mayoría de la población. “Nadie le decía que no a la Gestapo, al menos no sin que ello tuviera consecuencias. Tenía que optar por lo desastroso o por lo desagradable. Una decisión típicamente alemana.” “No puedo permitirme tener principios. Al menos no en Alemania. La gente con principios termina en el campo de concentración de Dachau.”


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

13 de noviembre de 2009

PHILIP KERR: VIOLETAS DE MARZO / PÁLIDO CRIMINAL

Philip Kerr (Edimburgo, 1956) obtuvo recientemente el Premio Internacional de Novela Negra RBA en su tercera edición con la novela Si los muertos no resucitan, sexta entrega de su conocida serie Berlin Noir.

Las novelas que componen Berlin Noir están protagonizadas por el detective privado Bernie Gunther y ambientadas en Berlín, en el período transcurrido entre 1936, en pleno nazismo, y 1948, cuando los países aliados han desmembrado el país.


Violetas de marzo (1989) es la primera novela de la serie. El título se refiere al apodo que recibían los advenedizos que aprovechaban el ascenso nazi para hacer carrera. En ese contexto el antiguo inspector de la Kripo Bernie Gunther se ve obligado a dejar la policía debido a la purga efectuada por Goering. Tras ganarse la vida como detective del hotel Adlon, se hace investigador privado obligado a aceptar “casi cualquier cosa, excepto divorcios”. Una de sus habituales e imposibles tareas consiste en localizar judíos desaparecidos.
En los días previos a los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936 cuando Jesse Owens se encargó de desmontar la teoría de la superioridad aria, Gunther recibe la llamada de Hermann Six, un empresario millonario cercano al régimen nazi, para que investigue el asesinato de su hija y de su yerno, además del robo de unas valiosas joyas.
La investigación le lleva a conocer personalmente a inquietantes personajes como Goebbels (Ministro de Propaganda) o Heydrich (Jefe de la Gestapo), que le obsequia con una estancia en el primer campo de concentración del Reich, Dachau (“El trabajo te hace libre”, su sarcástico lema). Finalmente, aclara el caso, pero no consigue encontrar a Inge Lorenz, su amante desaparecida (“Desaparecer está haciendo furor, todo el mundo lo hace”) . Y es que “a veces, ni siquiera Bernie Gunther consigue algo.”


En la continuación, Pálido criminal (1990), Heydrich vuelve a complicarle la vida a Bernie Gunther. En esta ocasión le obliga a regresar a la Kripo para investigar los asesinatos y violaciones en serie de jóvenes arias que se pretenden atribuir a algún asesino judío.

Las dos primeras novelas de Berlin Noir se caracterizan por tres cualidades. En primer lugar, la poderosa y absorbente personalidad del protagonista. Un personaje bien construido, reacio a seguir las indicaciones ajenas, duro, violento a veces, ambiguo en su relación con los nazis cuando se trata de “pasar desapercibido y de evitar problemas”, con buen ojo y éxito con las mujeres, y, sobre todo, tremendamente cínico.

En segundo lugar, la extraordinaria documentación realizada por Philip Kerr, perfecta para profundizar en una época crucial de la historia europea.

Por último, la ágil prosa del autor, en la que destaca sobre todo un humor cáustico, en muchos casos surrealista, en la línea del Groucho Marx más inspirado. Un par de ejemplos:

“Según mi experiencia nunca se puede elogiar demasiado a una mujer, del mismo modo que nunca se le pueden dar demasiadas galletas a un perro.”

“Todavía tengo que encontrar un abogado que no sea capaz de robarle los ahorros a su madre; los ahorros y el colchón donde los esconde.”

Sorprende encontrar un sentido del humor, tan particular, tan negro en ocasiones, en la narración de la tragedia y del horror de la época nazi, que Kerr denuncia con firmeza.

En resumen, magnífico y adictivo inicio de la serie Berlin Noir, editada por RBA.


Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

8 de noviembre de 2009

MICHAEL CONNELLY: EL VEREDICTO


El veredicto (The Brass Verdict, 2008) es la segunda novela de Michael Connelly protagonizada por Mickey Haller. Tras la presentación del personaje en El inocente (The Lincoln Lawyer, 2005) volvemos a encontrarnos con el abogado defensor que no tiene bufete y que despacha sus asuntos a bordo de un Lincoln mientras recorre las avenidas de Los Angeles.

En esta ocasión, tiene que hacerse cargo de los casos de Jerry Vicent, un colega asesinado. El problema es que Haller lleva un año sin ejercer a causa de las operaciones sufridas tras ser tiroteado (El inocente), su posterior adicción a los calmantes y el proceso de rehabilatación correspondiente.

Cuando se dirige al despacho de Jerry Vicent para comenzar a estudiar los expedientes heredados se encuentra a Harry Bosch, que investiga el asesinato. Las primeras sospechas hacen pensar que el crimen guarda relación con la defensa de Walter Elliot, poderoso productor cinematográfico de Hollywood, acusado de matar a su mujer al sorprenderla en compañía de su amante.

De esta forma coinciden en la misma novela dos de los principales personajes de Michael Connelly. Además, también aparece brevemente Jack McEvoy, protagonista de El Poeta (1996) y de La oscuridad de los sueños (2009). Esta interrelación de sus principales personajes es un recurso muy querido por Michael Connelly, habitual en su mundo literario. Recordemos, por ejemplo, cómo en Más oscuro que la noche (2001) reunía a Bosch con Terry McCaleb.

El título original de la novela, The Brass Verdict, respetado en mayor medida por la edición francesa, Le Verdict du plomb, nos sitúa de pleno en el tema de la obra. "El veredicto de plomo" se refiere a la justicia callejera de aquellos que a base de balas administran su particular justicia, ya que no confían en la oficial. La denuncia de la corrupción judicial es la tesis de Connelly en esta novela. Un punto de vista crítico que le sitúa al lado de los grandes nombres del género negro estadounidense. En este sentido, el primer capítulo, ya muy citado, y absolutamente representativo de su narrativa, fija desde el inicio el discurrir temático de la novela.

“Todo el mundo miente. Los policías mienten. Los abogados mienten. Los testigos mienten. Las víctimas mienten. Un juicio es un concurso de mentiras. Y en la sala todo el mundo lo sabe. El juez lo sabe. Incluso los miembros del jurado lo saben...”
El veredicto es una interesante novela en la que Mickey Haller, tras su presentación en El inocente, adquiere consistencia literaria. Aunque intervenga de forma decisiva para aclarar el turbio asunto que se nos presenta, Harry Bosch es sólo un personaje secundario.

A pesar de ello, esta obra es básica para entender la evolución y la personalidad de Harry Bosch. El principal personaje de Michael Connelly, como un moderno Edipo estadounidense, emprendió en las primeras novelas de la serie (fundamentalmente en El último coyote, 1995) un proceso de conocimiento de sí mismo que le impulsó a investigar el asesinato de su madre y la identidad de su padre y que concluye ahora en El veredicto con el reconocimiento (la anagnórisis clásica) de su hermano Mickey Haller.

Michael Connelly: El veredicto, Rocaeditorial, 2009.

20 de octubre de 2009

HENNING MANKELL: EL HOMBRE INQUIETO. COMENTARIO

Tras nueve novelas y un libro de relatos cortos, El hombre inquieto, la última obra de Henning Mankell, se anuncia como el adiós del inspector Kurt Wallander.


El hombre inquieto es Hakan von Enke, capitán de fragata retirado de la Marina sueca y, además, suegro de Linda, la única hija de Kurt Wallander.
Durante su fiesta de cumpleaños el oficial le relata a Wallander cómo se vio involucrado en los sucesos ocurridos en los años 80 cuando submarinos soviéticos invadieron en varias ocasiones las costas suecas y los sectores más derechistas del país culparon entonces al Primer Ministro socialdemócrata Olof Palme.
El inspector Wallander nota a su consuegro nervioso y demasiado preocupado por unos hechos ya lejanos. Poco tiempo después, von Enke desaparece durante su paseo diario por Lilljansskogen. Cuando Louise, la esposa del militar, sufre la misma suerte y posteriormente es hallada muerta, todo hace suponer que las incursiones submarinas rusas siguen teniendo repercursiones aunque hayan transcurrido casi treinta años.
Kurt Wallander aprovecha unos días de sanción y unas pequeñas vacaciones veraniegas para investigar por su cuenta lo sucedido. Al final, en solitario, dejándose llevar por su intuición, es la única persona que logra desentrañar parte del misterio.
En El hombre inquieto, aun más que en otras novelas de Mankell, la figura del entrañable inspector Wallander se eleva por encima de la trama, algo previsible.
El rasgo más característico del famoso personaje de Mankell es su humanidad. No se tiene constancia en el olimpo del género negro de ningún otro detective (por definición, especie casi sobrenatural) que padezca insomnio, que enferme como cualquier otro mortal, que pierda los empastes dentales, que sufra derrotas en batallas de amor, que reciba multas de tráfico, que negocie créditos bancarios, que discuta con su padre y con su ex-mujer, que llore, que explote en arrebatos de ira y que, además, tenga tiempo para resolver con éxito sus investigaciones.
En esta última entrega, Kurt Wallander, que ya es abuelo, tiene sesenta años y ha cumplido por fin su sueño de vivir en el campo, acompañado sólo por su perro Jussi.
En soledad, enfermo de diabetes, con sobrepeso, y sufriendo los primeros síntomas de alzheimer, siente cómo se acerca el final. “La muerte había sido un componente más de su existencia desde el día en que, siendo muy joven, recibió una cuchillada a unos míseros centímetros del corazón. Cada mañana veía el rostro de la muerte en el espejo. Pero ahora... la sentía súbitamente cercana.”
De forma autocompasiva y patética, según él, el inspector de la Comisaría de Ystad hace balance y resume el sentido de su existencia: “se había esforzado por formar parte de las fuerzas benignas en este mundo.” Por su cada vez más frágil memoria desfilan los recuerdos de sus seres queridos, los principales momentos de su vida (“El primero, el día en que me opuse a la voluntad de mi padre y me convertí en policía.”), sus inicios en la profesión de la mano del inspector Rydberg, sus más notables casos...
En El hombre inquieto todo apunta a despedida. Incluso Baiba, su último amor, viaja desde Riga para decirle adiós en emotivas páginas. Y, por supuesto, Kurt Wallander se despide de nosotros. Lo vamos a echar de menos.

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RAMIRO PINILLA: SÓLO UN MUERTO MÁS



Ramiro Pinilla García (Bilbao, 1923) es un escritor de larga trayectoria, que nadando a contracorriente, incluso publicando él mismo sus novelas, ha obtenido importantes galardones literarios. Si en 1960 ganó el Nadal y después el Premio de la Crítica por Las Ciegas hormigas, en los últimos años su trilogía Verdes valles, colinas rojas (Tusquets, 2005) ha obtenido el Premio Euskadi de novela, de nuevo el de la Crítica, y el Nacional de Narrativa.

Su primera novela, Misterio de la pensión Florrie (1944), publicada como Romo P. Girca, fue una incursión juvenil (como el ingenuo juego con las grafías de su nombre y apellidos para componer el seudónimo) en el género policial que se vendió en los quioscos al precio de 3 pesetas.

65 años después, Ramiro Pinilla vuelve a sus orígenes con Sólo un muerto más (2009, Tusquets), novela que dedica con ironía a su alter ego Romo P. Girca en recuerdo de su debut literario que, según él mismo reconoce, fue muy malo.

En el paisaje autobiográfico y literario de Getxo y de la playa de Arrigunaga sitúa Ramiro Pinilla a su protagonista Sancho Bordaberri, librero y autor compulsivo de ficciones policíacas que las editoriales le devuelven, una y otra vez, con la misma perseverancia que él emplea en escribirlas. Cuando su decimosexta novela sufre la misma suerte que las anteriores, decide tirarla al mar y abandonar su carrera. En ese mismo momento, contempla desde la playa la peña de Apraiz donde diez años antes, en 1935, se cometió un crimen: los hermanos gemelos Altube, no muy queridos en el pueblo, fueron encadenados a una argolla para que “la pleamar los ahogara.” Uno de ellos murió.

El recuerdo del crimen le abre los ojos: su camino literario deberá discurrir por el realismo, que, además de entregarle una novela le permitirá resolver el asesinato. Es así como Sancho Bordaberri para administrar justicia se convierte en el detective Samuel Esparta, nuevo Sam Spade, auxiliado por la rubia oxigenada Koldobike en el papel de secretaria de su improvisado despacho donde, a falta de clientes a cincuenta pesetas diarias más gastos, recibe palizas falangistas. Es así como el librero, a pesar de llamarse irónicamente Sancho, se transforma en un moderno Don Quijote de posguerra que, en vez de libros de caballería, ha devorado a Hammett, Chandler, Cain y Himes, y que, en lugar de armadura, viste traje, corbata y sombrero porque así lo exigen los cánones del género negro.

Sin duda lo más interesante de Sólo un muerto más reside en este juego intertextual o metaliterario que está en el origen de la propia novela: el caso ahora aclarado aparecía sin resolver en Verdes valles, colinas rojas, la aclamada trilogía de Pinilla.

Menor interés tienen en esta obra, me parece, las referencias a una posguerra española comandada por poetas falangistas que tan pronto loaban en ripios sonoros el imperiohaciadiós patrio como ajusticiaban a los rojos separatistas vascos o se forraban con el estraperlo.

Estaremos al tanto de la anunciada continuación de las aventuras del detective librero Samuel Esparta.

29 de septiembre de 2009

EL HOMBRE INQUIETO PRONTO


El cumpleaños de Håkan von Enke se celebró en una sala de fiestas que alquilaron en Djursholm, el barrio rico de las afueras de Estocolmo. Wallander no había estado allí en su vida. Linda le juró y perjuró que bastaba con que se pusiera el traje. Von Enke odiaba el esmoquin y el frac, pero, por otro lado, le encantaban los uniformes de todo tipo que había llevado durante su larga carrera en la Armada militar. Si Wallander lo deseaba, podía llevar su uniforme de policía, claro. Pero él decidió ponerse el traje: dadas las circunstancias, no le parecía muy adecuado utilizar el uniforme. [...] Ahora estaba en Estocolmo para celebrar el cumpleaños de su consuegro.

Así comienza El hombre inquieto, el regreso del inspector Kurt Wallander en la última novela de Henning Mankell. Tusquets Editores anuncia su llegada a las librerías el próximo 9 de octubre de 2009.

27 de septiembre de 2009

DENNIS LEHANE: UN TRAGO ANTES DE LA GUERRA


Un trago antes de la guerra (A Drink Before the War, 1994) es la primera novela de Dennis Lehane. RBA (Serie Negra) la edita por fin en España.

Dennis Lehane, autor de la célebre y magnífica Mystic River (2001), nació en Dorchester, Boston, y es en este espacio tan conocido por él donde sitúa la acción de su debut narrativo. Un trago antes de la guerra es también la primera entrega de la serie de seis novelas protagonizadas por la pareja de detectives Patrick Kenzie y Angela Gennaro, siempre acompañados por el inclasificable Bubba, tres cuartos de psicópata, un cuarto de ángel de la guarda.

Patrick y Angela son contratados por unos senadores de Massachussets para encontrar a una limpiadora negra que ha desaparecido junto con unas fotografías que pueden poner en peligro sus carreras políticas.

La guerra que figura en el título se refiere a la violencia racial de las bandas callejeras que domina los suburbios de Boston y que a nadie parece importar demasiado hasta que llama a las “puertas de madera de roble tras las que ciertos chorizos bien educados almuerzan con un par de dry martinis.”

Pero no sólo hay conflictos raciales en esta novela. Existe la violencia en casi todas sus formas. Los niños son explotados sexualmente o golpeados por sus padres (como el propio Patrick Kenzie), las mujeres son maltratadas por sus maridos como bien sabe Angela Gennaro, la vida de los humildes apenas vale unos dólares, los políticos recurren a cualquier método con tal de preservar sus intereses...

Excesiva violencia, aunque la esperada denuncia social queda descafeinada, trivializada, por el tono desenfadado y cómico que imprime el autor.

Destacan las buenas referencias musicales y la correcta traducción, superior a lo que parece norma en el género, del escritor y periodista Ramón de España.

En resumen, un entretenido debut narrativo de Lehane, aunque a gran distancia de la calidad literaria de Mystic River.

Otras novelas de Dennis Lehane en Elemental, querido blog.

Un trago antes de la guerra.
Desapareció una noche.
Plegarías en la noche.

28 de agosto de 2009

HENNING MANKELL: EL HOMBRE INQUIETO


El 18 de agosto de 2009 apareció en Suecia Den orolige mannen (El hombre inquieto), la más reciente novela de Henning Mankell. Tusquets Editores pondrá a la venta 100.000 ejemplares de la edición española en octubre, antes de lo previsto inicialmente. Estos datos indican el éxito de Mankell en España. Como elemento de comparación podemos añadir que la traducción inglesa (The Troubled Man) sólo se espera para febrero de 2010.

El hombre inquieto supone el regreso y el adiós de Kurt Wallander. Tras narrar los inicios como agente de su personaje más conocido en la colección de relatos La pirámide (1999), Mankell sólo nos lo había devuelto brevemente como secundario en Antes de que hiele, (2002) novela que nos relata los primeros pasos como policía de Linda Wallander, la hija del inspector.

El hombre inquieto, novela de casi 600 páginas, parte de hechos históricos. En 1982-1983, durante el gobierno del Primer Ministro Olof Palme, submarinos soviéticos invadieron los mares suecos. Tiempo después, en un día invernal de 2008, Hakan von Enke, alto cargo retirado de la Marina desaparece durante su paseo diario por Lilljansskogen.

Wallander, que ya es abuelo, que vive en el campo en su nueva casa y que ha retomado su relación con Baiba (Los perros de Riga), se involucra en el caso porque el desaparecido es el suegro de su hija Linda. Poco después, también desaparece la mujer del ex militar. Todo parece indicar que estos sucesos guardan relación con los escándalos de espionaje de los tiempos de la Guerra Fría.
Kurt Wallander, a pesar de su preocupante pérdida de memoria, logra hallar la clave del enigma. ¿Será el Alzheimer la causa de su despedida literaria?

25 de agosto de 2009

RAYMOND CHANDLER: EL SUEÑO ETERNO


“¿Qué importaba dónde se yacía una vez muerto? ¿En un sucio sumidero o en una torre de mármol en lo alto de una colina? Muerto, se estaba durmiendo el sueño eterno y esas cosas no importaban.”

Raymond Thornton Chandler, que anteriormente sólo había escrito relatos para la célebre revista pulp Black Mask, publicó en 1939 The Big Sleep (El sueño eterno).

El argumento de esta novela es bastante conocido, debido sobre todo a la popular adaptación cinematográfica de Howard Hawks del año 1946.

Philip Marlowe recibe el encargo del decrépito general Sternwood para que evite el chantaje que viene sufriendo a causa de la mala cabeza de su desequilibrada hija Carmen. La primera y memorable entrevista con el general tiene lugar en su asfixiante invernadero repleto de orquídeas (“Son asquerosas. Su tejido es demasiado parecido a la carne de los hombres, y su perfume tiene la podrida dulzura de una prostituta.”). A continuación Marlowe conoce también a la hija mayor del general, Vivian, que supone que su padre ha contratado al detective para que investigue la desaparición de su marido Rusty Regan, aparentemente huido con la mujer del mafioso Eddie Mars. Tras encontrarse con una buena colección de cadáveres, Marlowe consigue resolver no sólo el caso de chantaje, sino también encontrar a la mujer del mafioso (Peluca de Plata) y explicar la ausencia de Rusty Regan.

70 años después de su publicación, ¿por qué nos sigue interesando El sueño eterno?

Sobre todo porque, además de ser la primera novela de Chandler, supone la presentación de un mito que excede lo puramente literario: el detective Philip Marlowe, que, conviene recordar, había aparecido esbozado en un relato anterior, Finger Man (1934).

En la novela, Marlowe tiene 33 años (más joven que la imagen que nos deja la película, ya que Bogart tenía 47 años cuando la protagonizó), y había trabajado anteriormente como investigador para el fiscal del distrito. Es alto, impenitente fumador y bebedor (“Me fui a la cocina. Encontré whisky y sifón y mezclé un par de highball. No tenía para beber nada realmente excitante, como nitroglicerina o aliento de tigre destilado.”), aficionado al ajedrez y poco dado a los lujos.

La narración en primera persona nos retrata psicológicamente al detective. Destaca, principalmente, por su visión irónica y cínica de la realidad, que no es sino producto del ingenio literario de Chandler. La novela, como todas las de su autor, supone toda una antología de brillantes diálogos y agudas descripciones. No faltan, tampoco, pinceladas de un lirismo melancólico y ácido a partes iguales, ni una manifiesta crítica social vigente incluso en la actualidad:

“Estás atado a la silla en la linda y pulcra cámara de gas del penal de San Quintín y… no serás aire lo que aspirarás, sino vapores de cianuro. Eso es lo que ahora llaman ejecución humanitaria en nuestro estado.”

Imprescindible.

Raymond Chandler: Todo Marlowe, RBA, Serie Negra, Barcelona, 2009.

ÅSA LARSSON: AURORA BOREAL




Aurora Boreal (Solstorm, 2003) es la primera novela de la autora sueca Åsa Larsson. Las reseñas inevitablemente puntualizan que, aunque comparte apellido y género literario, no guarda relación alguna con su famoso compatriotra Stieg Larsson, que al parecer llegó a elogiar esta obra como insiste en recordarnos la promoción editorial.

El éxito de Aurora Boreal en Suecia (más de un millón de ejemplares vendidos) y en otros países europeos hizo que Åsa Larsson pidiese una excedencia en su trabajo de abogada para dedicarse a tiempo completo a la escritura.

Igual que su creadora, Rebecka Martinsson, la protagonista de sus novelas, es abogada especializada en derecho fiscal. Recién licenciada, trabaja en Estocolmo en un importante bufete. Una mañana escucha en la radio que en Kiruna, pueblo del Norte de Suecia en que ella nació, ha sido asesinado un conocidísimo e influyente líder religioso, Viktor Strandgard. Pocos minutos después recibe una llamada de su amiga Sanna Strandgard, hermana del fallecido, que le pide ayuda, ya que resulta la principal sospechosa. Rebecka Martinsson vuelve a Kiruna donde acaba enfrentándose a los inquietantes dirigentes de la Iglesia de la Fuente de Nuestra Fortaleza, a los que había conocido (sin ignorar el sentido bíblico) muy de cerca en su adolescencia.

Precedida de amables críticas, he de decir que la primera novela de Åsa Larsson me ha dejado indiferente. Ni la trama mantiene durante muchos tiempo la intriga (se intuye desde los primeros capítulos que los "malos" son los pastores de la Iglesia), ni hay auténtica investigación de los sucesos (los policías no se estresan, el fiscal es de chiste y el caso se resuelve de carambola), ni la crítica a las sectas religiosas va más allá de un tibio reportaje de televisión, ni el recuerdo de la búsqueda religiosa en su juventud de la protagonista logra entusiasmarnos en ningún momento.

Uno de los hallazgos de esta novela es la embarazada policía Anna-Maria Mella y la relación que mantiene con la abogada Rebecka Martinsson, que supongo que la autora habrá explotado en las siguientes entregas, que espero más consistentes.

Las novelas de Åsa Larsson en Elemental, querido blog:
Aurora boreal
Sangre derramada
La senda oscura
Cuando pase tu ira


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4 de agosto de 2009

FRED VARGAS Y LOS VAMPIROS

En la reciente Semana Negra de Gijón Fred Vargas (Frédérique Audoin-Rouzeau) anunció que Un lugar incierto (Un lieu incertain, 2008) será el título en España de su última novela, que publicará Siruela en octubre de 2009.

Un lugar incierto está protagonizada por el peculiar comisario Jean-Baptiste Adamsberg, que si en Huye rápido, vete lejos (2001) se enfrentó a una epidemia de peste, ahora luchará en Serbia contra los vampiros.

La autora francesa ha explicado que a los 13 años leyó Drácula por influencia paterna y que de ahí procede su afición por el género fantástico.
Lee más sobre esta noticia en El País y Público.

Las novelas de Fred Vargas en Elemental, querido blog:
El ejército furioso
Un lugar incierto
La tercera virgen
Más allá a la derecha

26 de julio de 2009

MICHAEL CONNELLY: NINE DRAGONS


Vuelve el solitario Harry Bosch.

El 1 de octubre de 2009 se publicará en Reino Unido e Irlanda la última novela de Michael Connelly, Nine Dragons. En EEUU y Canadá se pondrá a la venta el 13 de ese mismo mes.

En su última aparición como protagonista, El observatorio (The Overlook, 2007), el policía de LAPD tuvo que enfrentarse al peligro radiactivo junto con su joven compañero Iggy Ferras.

En Nine Dragons Harry Bosch investiga el asesinato del propietario chino de una tienda de licores, tiroteado en su negocio durante un robo. El detective encuentra un sospechoso: un miembro de la mafia de Hong Kong en Los Angeles. Antes de cerrar el caso, Bosch recibe la noticia de que su hija, Maddie, que vive en Hong Kong con su madre, Eleanor Wish, ha desaparecido. Todo parece indicar que este hecho guarda relación con el caso. Harry Bosch se traslada a la ciudad china para encontrar a su hija.

Recordemos que hay dos novelas anteriores de Connellly que aún no han sido editadas en España. Por un lado, The Brass Verdict (2008), protagonizada por el abogado Michael Haller y en la que Bosch desempeña un papel secundario. Por otro lado, The Scarecrow (2009) que reúne a dos de los protagonistas de El Poeta (1996): el periodista Jack McEvoy y la agente del FBI Rachel Walling.


19 de julio de 2009

LIONEL WHITE: ATRACO PERFECTO/ CLEAN BREAK


Lionel White (Buffalo, 9 de julio de 1905-1985) fue un escritor estadounidense de novela negra que debe en buena medida su fama a la adaptación cinematográfica de su novela Clean Break (1955) que hizo Stanley Kubrick como The Killing, 1965 (Atraco perfecto, en España). Cabe señalar que en el guión de la película participó, además de Kubrick, Jim Thompson, uno de los grandes nombres del género negro: 1280 almas, La huida. El protagonista del film fue Sterling Hayden.
En total cinco de sus novelas fueron llevadas al cine. Entre ellas, Obsession, dirigida como Pierrot le fou por otro grande, Jean-Luc Godard. En los últimos tiempos, Quentin Tarantino le ha rendido también homenaje.
Lionel White comenzó como reportero de noticias policíales antes de dedicarse a la novela. Su especialidad eran los relatos de atracos y secuestros. Clean Break pertenece, como es sabido, a este subgénero del atraco. En este caso, se trata de la preparación y posterior ejecución, con éxito, de un "golpe" al hipódromo de Long Island, Nueva York, en el que se consigue un botín de dos millones de dólares durante la celebración de la carrera más importante de la temporada.
El protagonista es Johnny Clay. Durante cuatro años de reclusión en la cárcel ha preparado minuciosamente el golpe. Para llevarlo a cabo necesita colaboradores no profesionales. De esta forma espera evitar el error habitual de este tipo de asuntos: los ladrones "siempre riñen con los otros ladrones". Todos ellos tienen serios problemas económicos (pérdidas en la bolsa o en apuestas, deudas a prestamistas exigentes, una esposa exigente en lo relativo al vil metal...) y esperan, cómo no, comenzar una nueva vida con el fruto del delito.
El análisis psicológico de estos personajes y de sus diferentes motivos es uno de los grandes aciertos de Clean Break. Desde el punto de vista de cada uno de ellos vamos conociendo los preparativos y el desarrollo del atraco. Todo parece infalible, pero existe un punto débil: la ambición y el contagioso voltaje sexual (sorprendentemente explícito en una novela de los años 50) de Sherry Peatty, la mujer del más apocado miembro de la banda. El fracaso está servido. Y es que ya se sabe que en el género policial las mujeres suelen ser víctimas propiciatorias o fuente perpetua de problemas.
En conjunto, una obra clásica de la literatura negra. Ágil narración sin digresiones y una estructura perfectamente engrasada.


18 de julio de 2009

BENJAMIN BLACK: EL OTRO NOMBRE DE LAURA


El forense Garret Quirke no aprendió nada en su anterior incursión detectivesca (El secreto de Christine) y persevera en la búsqueda de problemas. Ha muerto Sarah, ¿la mujer de su vida?, y hace meses que ha dejado de beber, pero es atormentado de forma constante por la tentación de una copa más, sólo una, la última, cuando recibe la llamada de Billy Hunt, un antiguo compañero de facultad que no terminó los estudios. Su mujer se ha suicidado, y Hunt pide a Quirke que no realice la autopsia, que evite que la policía y el juez se hagan preguntas sobre el suceso.

La petición ya es de por sí peculiar. Sospechosa, precisaríamos. En efecto, la muerte de "Deirdre Hunt, o Laura Swan, o como se llamase" no ha sido voluntaria. La fallecida, que por sus humildes orígenes no había leído Madame Bobary, ha resultado víctima fácil tanto de un par de villanos de opereta como de sus ingenuos sueños. Lo que no sospecha nuestro abstemio, ¿hasta cuándo?, forense es que él mismo y su hostil hija Phoebe deberán nadar y mucho en las cenagosas aguas del caso.

El otro nombre de Laura (The Silver Swan, 2007) es la segunda novela que el irlandés John Banville (1945) publica como Benjamin Black. De entrada, el lector puede esperar una actitud irónica y distanciada en un autor de novela negra que elige el apellido Black como seudónimo. Y así es en realidad.

Como en El Secreto de Christine, Banville/Black parodia alguno de los elementos del género. La mayoría de sus personajes, por ejemplo, presentan rasgos esperpénticos. Además, la investigación no consigue ni recomponer el orden establecido ni administrar justicia, sino airear las miserias ocultas de la provinciana Dublín de los años 50, tan diferente y tan idéntica a nuestra sociedad occidental actual.

Benjamin Black sigue demostrando su afición por la retórica recargada. En especial por la serie de tres y hasta cuatro adjetivos encadenados ("era la más notoria, la más fiable, la más conocida y la más ajetreada de las abortistas clandestinas") y por las insistentes metáforas meteorológicas.

En conjunto, El otro nombre de Laura es una novela más ágil que la anterior obra de Benjamin Black. Nos deja para futuras entregas la figura emergente del pragmático inspector Hackett. El brillante capítulo 13 es una muestra de las posibilidades de este personaje, mucho más interesante que el aburrido Quirke.
Lee las primeras páginas de El otro nombre de Laura.


Las novelas de Benjamin Black en Elemental, querido blog:


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10 de julio de 2009

HENNING MANKELL: EL CHINO


En El chino (Kinesen, 2008) un lejano suceso, ocurrido en Estados Unidos durante la construcción del ferrocarril, provoca una salvaje respuesta en un pequeño y olvidado pueblo del norte de Suecia.

A grandes rasgos, se trata de una estructura semejante a la de otras novelas de Henning Mankell: La quinta mujer o La leona blanca, por ejemplo. Nos falta, por supuesto, el entrañable y melandólico inspector Wallander, de momento jubilado por su autor. En su lugar, corresponde a la jueza Birgitta Roslin aclarar los enigmas de un asesinato múltiple que desconcierta a la policía. La protagonista conserva el característico toque humano de los personajes de Mankell: duda, enferma, tiene miedo, se deprime, sufre crisis personales o familares, se agobia por el trabajo... Además de aportar su punto de vista femenino, como casi todas las mujeres de Mankell, Birgitta Roslin es más firme e integra que los hombres que la rodean.

El deseo de venganza es el tema central de El chino. Un deseo de venganza ciego y heredado que recorre ciento cincuenta años y cuatro continentes hasta desatarse con violencia contra personas inocentes. Un tema que, nos recuerda Mankell, ha sido en múltiples ocasiones el combustible de la historia humana, un "leitmotiv a lo largo de la historia."

El chino no es la tópica novela de crímenes y perspicaces sabuesos. Además de las habituales referencias internas suecas: la conmoción que supuso el asesinato de Olof Palme, la pérdida y añoranza del estado del bienestar, la nueva realidad social y multicultural del país... encontramos una reflexión crítica, solidaria ("la solidaridad es el eje de mi acción", según el autor) y ética sobre nuestro planeta globalizado.

"El mundo es peor que antes...", afirma la protagonista, y ésa parece ser la tesis de Henning Mankell. Los antiguos ideales de la izquierda europea que pretendían cambiar el mundo duermen ahora en el baúl de los sueños rotos. En nuestros días no sólo persiste la violencia, o se siguen despreciando los derechos humanos (en China, pero también en Estados Unidos y en Rusia), sino que además el capitalismo salvaje provoca nuevas formas de colonialismo y una mayor desigualdad entre los humanos. Interesante novela a la que sólo cabe hacer una pequeña crítica. Las reiteradas alusiones históricas a la revolución maoísta y a la actual lucha de poder dentro del Partido Comunista Chino hacen que el ritmo de la narración se resienta en más de un momento.

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HENNING MANKELL: ZAPATOS ITALIANOS


Fredrik Welin, médico retirado, vive desde hace doce años en una lejana isla ahuyentando los fantasmas de su pasado. Comparte su soledad con un perro, un gato y un hormiguero que crece en su casa. La única relación social que mantiene consiste en alguna charla apresurada con el aprensivo cartero que de vez en cuando le lleva una carta.

Inesperadamente recibe la visita de Harriet, su antigua novia, a la que abandonó sin despedirse casi cuarenta años antes. Harriet, víctima de una enfermedad terminal, le pide que cumpla una vieja promesa. Este hecho provoca la aparición en su vida de otras mujeres. Por un lado, su hija Louise, cuya existencia Harriet le había ocultado. Por otro, Agnes, una antigua paciente a la que amputó un brazo por error, lo que le supuso abandonar su profesión. Por último, Sima, una joven refugiada iraní.

Estas mujeres hacen que Fredrik Welin afronte la realidad. Tras ello, nada volvería a ser como antes: “Durante doce años había negado la realidad de una existencia fuera de las playas y los acantilados que me rodeaban... Me había convertido en un eremita que no sabía lo que sucedía fuera de la cueva en que se escondía... Comprendí que no podía seguir viviendo esa vida.”

En la línea de Profundidades, Henning Mankell nos ofrece una melancólica reflexión sobre la soledad, el paso del tiempo, las relaciones humanas y el compromiso personal. Muy recomendable.

Henning Mankell: Zapatos italianos, Tusquets Editores, 2007

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HENNING MANKELL: PROFUNDIDADES


Lars Tobiasson-Svartman es un hidrógrafo, que, en su condición de capitán de fragata de la Marina sueca, parte en misión secreta para hacer mediciones de la profundidad del mar con la finalidad de trazar nuevas rutas de navegación a través de un remoto archipiélago. Durante el transcurso de su actividad desembarca en un islote y conoce allí a su única habitante: una solitaria joven de costumbres semisalvajes, Sara Fredrika.

De regreso a Estocolmo junto a Kristina, su esposa, piensa obsesivamente en regresar para reencontrarse con Sara Fredrika. Así lo hace. Cuando vuelve a la isla se dice a sí mismo que está haciendo una locura, pero que la locura es lo que había estado añorando. A partir de ese momento, intentando mantener la situación, fabrica una red de mentiras inverosímiles que le hacen perder el rumbo y le conducen a su propio naufragio vital.

Lars Tobiasson-Svartman, experto en profundidades marinas, maniático de las mediciones, descubre que en su interior, en el interior humano, se encuentran los abismos más profundos e impenetrables. Reconoce, demasiado tarde, que en vez de mantener la distancia con los demás debería haber apostado por la proximidad.

Profundidades, editada por Tusquets Editores, pertenece a un nuevo ciclo de su autor en torno a la verdad y la mentira. Henning Mankell es conocido en todo el mundo por sus novelas negras “nórdicas” protagonizadas por el inspector Kurt Wallander, un policía en permanente crisis existencial y dotado de una creíble humanidad que lo aleja del tópico/típico sabueso que suele nutrir este género narrativo.

Me reconozco como un ávido y sistemático lector de la obra policíaca de Mankell. Mis preferidas son La leona blanca (1933), La falsa pista (1995) o La quinta mujer (1996). En estas novelas, y en el resto de la serie, encontramos un minucioso análisis de la decadencia del estado del bienestar sueco (y europeo) convulsionado por la nueva realidad social de finales del siglo XX. En Profundidades, Mankell se aleja de la actualidad para adentrarse en el análisis psicológico. El resultado es una interesante obra, de lectura aconsejable, pero que pierde nervio demasiado pronto. Personalmente, me quedo con el entrañable inspector Wallander.

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ANDREA MARIA SCHENKEL: EL EXPEDIENTE DE JOSEF KALTEIS


En el últimamente vigoroso panorama de la novela criminal europea ha irrumpido con fuerza la alemana Andrea Maria Schenkel, una autora recomendable.

A propósito de Tannöd, el lugar del crimen (2006), su primera novela, Andrea Maria Schenkel afirmaba que "No quería hacer una novela de detectives ni de ningún investigador que llevara al lector de la mano... la figura del detective absorbe de tal manera que incluso el propio autor está en su mano."

La misma intención parece haber guiado la redacción de El expediente de Josef Kalteis (Editorial Destino, 2009), su segunda obra. En ambos casos, la novelista ha obtenido el favor del público y de la crítica: ganó dos años de forma consecutiva el Deutscher Krimi Preis en la categoría de mejor novela policíaca alemana.

El expediente de Josef Kalteis está inspirado en un hecho real ocurrido durante la Alemania nazi. El protagonista literario, Josef Kalteis, es ejecutado en la guillotina en 1939 acusado de haber violado y asesinado a varias mujeres.

En esta obra destacan dos aspectos reseñables. Por un lado, su estructura. Sin orden cronológico se alternan los interrogatorios del fiscal al sospechoso con los relatos (en diferentes voces y personas narrativas) de sus crímenes. El relato principal nos presenta a la joven Kathie que abandona su entorno rural para dirigirse a Múnich, donde espera encontrar "de eso está segura, su felicidad." En todo momento Kathie se muestra esperanzada, a pesar de que no tiene ningún motivo para ello, y, sobre todo, demasiado ingenua y confiada. Tanto que es la víctima ideal para alguno de los depredadores que siempre aguardan su oportunidad.

Por otro lado, destaca su estilo esquemático, frío y objetivo. Tan distanciado que resulta inquietante en una narración de hechos criminales: "El verdugo acciona la palanca. La cuchilla cae y separa la cabeza del tronco... Duración de la ceremonia desde la llegada al patio hasta la ejecución en la guillotina: diecisiete segundos."

Un estilo narrativo que ha sido comparado con el de Truman Capote en A sangre fría. Una buena referencia que Andrea Maria Schenkel acepta complacida: "es un honor que me comparen con él."
Lee el comentario sobre Tannöd, el lugar del crimen pinchando en el vínculo.