21 de abril de 2012

ANDREA CAMILLERI: LAS PRIMERAS NOVELAS DE SALVO MONTALBANO (LA FORMA DEL AGUA, EL PERRO DE TERRACOTA Y EL LADRÓN DE MERIENDAS)

El veterano escritor Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) comenzó en 1994 sus novelas sobre el popular (serie de televisión incluida) comisario Salvo Montalbano, que hasta el momento no había recibido la atención merecida en Elemental, querido blog.
Salvo Montalbano es el comisario de las Fuerzas de Seguridad de Vigàta (provincia de Montelusa). Tanto la ciudad como la provincia son lugares ficticios que se pueden situar con facilidad en Sicilia debido a múltiples referencias geográficas, lingüísticas, sociales, culturales…
A sus cuarenta y tantos años, Montalbano vive solo en Marinella, en un pequeño chalet frente al mar, y no quiere más complicaciones en su vida. Teme ser ascendido como teme mayores compromisos con Livia, su novia desde hace años. Es un personaje temperamental, testarudo y de humor variable según los cambios meteorológicos, que intenta disfrutar de la vida. Sobre todo de los placeres de la buena mesa:
 “Se zampó unas almejas salteadas con pan rallado, una abundante ración de espaguetis solos con almejas y un rodaballo al horno con orégano y limón caramelizado. Lo completó con un pastel de chocolate amargo con salsa a la naranja. Al final, se levantó, se dirigió a la cocina y estrechó emocionado la mano del cocinero sin decir nada. En el coche, de camino hacia el despacho de Valente, cantó a grito pelado. “Mira cómo me balanceo, mira cómo me balanceo, con el twist…”
Además de la gastronomía su gran afición es la literatura. Algunos de los escritores que frecuenta son Dylan Thomas, Le Carré, Eco, Leonardo Sciascia, Pirandello, Borges y, ¿cómo no?, Manuel Vázquez Montalbán. 
 “El comisario estaba leyendo una novela negra de un escritor que tenía su mismo apellido, solo que castellanizado como Montalbán…”
Es ya una obviedad repetir que Salvo Montalbano nace de un guiño literario de Camilleri al autor barcelonés y a su detective estrella Pepe Carvalho.

Estas son las tres primeras novelas de Salvo Montalbano:
La forma del agua (La forma dell´acqua, 1994)
Un influyente empresario y político local, católico practicante, es encontrado muerto en el interior de su coche aparcado en el lugar más inesperado: El aprisco, una zona de prostitución y drogas. Murió mientras mantenía relaciones sexuales. En la investigación Montalbano será fiel a la norma básica de cualquier detective: nada es lo que aparenta. Adjudicaciones amañadas, comisiones millonarias, chantaje, tráfico de divisas, blanqueo de dinero negro, lucha por el poder político… en un caso que nos resulta de plena actualidad, ¿no?
 El perro de terracota (Il cane di terracotta, 1996)
Un mafioso de segundo nivel, Tano el Griego, se entrega a Montalbano. Un gran éxito para el comisario que ve cercano su temido ascenso. Además, el hallazgo en una cueva cerrada durante decenas de años de dos jóvenes abrazados junto a un perro pastor de terracota de tamaño natural despierta su interés preferente. El comisario reconstruye una historia de amor que tuvo lugar en los años finales de la Segunda Guerra Mundial. En esta novela, Montalbano recibe un disparo. En su habitación del hospital lo acompañan las tres mujeres de su vida. Livia, su novia habitualmente enfadada con él. La joven inspectora Anna Ferrara, siempre dispuesta a seducirlo. La escultural sueca Ingrid Sjostrom, hasta el momento solo su amiga.
El ladrón de meriendas (Il ladro di merendine, 1996)  
Un comerciante jubilado aparece asesinado en el ascensor de su vivienda. Las relaciones sexuales que mantenía con una joven tunecina parecen estar relacionadas con el crimen, pero la sospechosa ha desaparecido dejando abandonado a su hijo. Lo que ignora el comisario es que el niño provocará nuevas tensiones en su relación con Livia. Montalbano solo encuentra una solución largamente demorada. Acostumbrado a redactar informes, propone matrimonio a su novia en una carta nada romántica y de estilo burocrático.
“4) Lo mejor que se podría hacer para abreviar, según el juez, sería que nosotros dos nos casáramos.5) Por consiguiente, prepara los papeles.”

Salvo Montalbano: humano, creíble, entrañable. Y muy recomendable.

10 de abril de 2012

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: ASESINATO EN EL SAVOY

Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribieron entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck que revolucionaron el panorama de la literatura policiaca nórdica. Asesinato en el Savoy (Polis, Polis, potatismos, 1970) es la sexta de la serie.
Un hombre entra en el restaurante del Hotel Savoy de Malmö y dispara con tranquilidad a la cabeza de Viktor Palmgren, uno de los empresarios más influyentes de Suecia, “el chupasangres que se enriquecía a costa de la miseria de los demás.” Entre otros negocios ilegales, se dedicaba a la venta de armas a países africanos. Cualquiera de sus múltiples enemigos pudo ser el asesino. Por otro lado, el móvil pasional podría estar presente. La joven y atractiva esposa de Palmgren le era infiel.
Martin Beck se hace cargo del caso, pero, como no se descarta tampoco el crimen político, el Departamento de Seguridad del Estado (SÄPO) conduce una investigación paralela. Para los autores, la SÄPO, “como la gente la llamaba, era una institución de lo más particular, despreciada por muchos, pero célebre sobre todo por sus ridículos procedimientos y por su descomunal incompetencia.”
Beck, que ha mejorado su calidad de vida desde que se ha separado de su mujer, no se siente nada bien consigo mismo cuando encarcela a quien, en efecto, es el autor del crimen pero también una víctima más de la injusticia social.
En Asesinato en el Savoy Maj Sjöwall y Per Wahlöö reflejan lúcidamente el engañoso esplendor de la sociedad sueca de finales de los 60 y principios de los 70: “Brotaba por doquier toda clase de delitos en aquel hervidero desordenado que habían dado en llamar la sociedad de bienestar.”


6 de abril de 2012

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: EL COCHE DE BOMBEROS QUE DESAPARECIÓ


El matrimonio sueco formado por Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribió entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck que revolucionaron el panorama de la literatura policiaca nórdica. El coche de bomberos que desapareció (Brandbilen som försvann, 1969) es la quinta de la serie.
Estocolmo, 7 de marzo de 1968. Un insignificante ladrón de coches se suicida en su cama. Junto a él se encuentran escritas dos palabras: Martin Beck, el nombre del inspector jefe de la Brigada de Homicidios. Simultáneamente un edificio es consumido por las llamas. Por error, los bomberos tardan en llegar. Mientras, el inspector Gunvald Larsson rescata del incendio a varias personas. Hay varios muertos, uno de ellos es otro suicida.
Los dos suicidas pertenecían a una banda de poca monta que se dedicaba a robar coches y a venderlos en Polonia. Semanas después aparece asesinado dentro de un coche arrojado al mar en el puerto de  Malmö el tercer miembro de la banda.
La policía de Estocolmo solo cuenta con interrogantes, nunca se ha enfrentado a un caso con tantos “peros”, y tantos “si” y “quizás”, o “probablemente”, aunque parece claro que la banda planeaba un negocio de mayor importancia que los superó.
Como en otras de sus novelas, Maj Sjöwall y Per Wahlöö nos presentan un argumento lineal y sencillo al servicio de la denuncia social. Tras la deslumbrante fachada del progreso y del bienestar suecos, se ocultan el crimen, la delincuencia, la prostitución, el tráfico de drogas, la contaminación, la ineptitud y la violencia policial, la incompetencia de los servicios públicos…
En un guiño explícito, los autores nos muestran sus referencias literarias. Durante un relajado fin de semana en el que se ha quedado solo en casa, Martin Beck disfruta leyendo La dama del lago de Raymond Chandler. Sin duda, buena elección.

2 de abril de 2012

PHILIP KERR: GRIS DE CAMPAÑA


Cuba, 1954. Gris de campaña (Field Grey, 2010), la séptima novela de Philip Kerr sobre Bernie Gunther, comienza donde acaba Si los muertos no resucitan.

El pasaporte argentino de Gunther está a punto de caducar. Cuando es obligado a espiar al mafioso Meyer Lansky bajo la amenaza de ser deportado a Alemania, donde le espera un juicio por asesinato, decide huir en barco a Haiti. Durante la travesía su acompañante femenina acelera los problemas: acaba siendo apresado por la Marina estadounidense y trasladado a Landsberg, célebre prisión en el sur de Alemania donde en 1923 Adolf Hitler había escrito Mein Kampf y en 1945 los criminales nazis esperaban ser juzgados.
En Landsberg a sus interrogadores no les interesa tanto la posible participación de Gunther en crímenes de guerra como la información que pueda ofrecerles sobre Erich Mielke, un joven comunista al que 23 años antes, en plena ascensión del nazismo, había salvado la vida, y que después asesinaría a dos policías.
Encerrado en cinco prisiones diferentes, Gunther es obligado a realizar un ejercicio memorístico (en aquellos tiempos todos los alemanes padecían amnesia) a través de episodios nada heroicos de su existencia: su viaje a la Francia ocupada obedeciendo órdenes de Heydrich para buscar a Mielke; su participación en la Batalla de Minsk (1941) donde mandó ejecutar a treinta prisioneros de guerra rusos; su estancia en un campo de concentración soviético; su colaboración con los servicios de inteligencia estadounidenses y franceses para localizar criminales nazis… hasta su encuentro final con Erich Mielke convertido como subcomisario de Seguridad de la Alemania Oriental en uno de los dirigentes más importantes y temidos de la Stasi.
Condenado a vivir tiempos interesantes, y a aliarse con cualquiera con tal de salvar el pellejo, Bernie Gunther continúa siendo fiel a su cinismo distintivo: “Durante veinte años me han obligado a trabajar para personas que no me gustaban. Heydrich, el SD, los nazis, el CIC, los Perón, la mafia, la policía secreta cubana, los franceses, la CIA… Lo único que quiero hacer es leer el periódico y jugar al ajedrez.”
En el conjunto de las siete novelas, Gris de campaña sorprende desfavorablemente por su falta de ritmo. Los saltos temporales, el batallón de personajes y el cúmulo de situaciones provocan que el interés se disperse. Parece que Philip Kerr hubiera agotado su inspiración. Incluso las habituales chispas de humor negro resultan repetitivas y desganadas.

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)