29 de junio de 2010

WALLANDER. SEGUNDA TEMPORADA

La serie de televisión Wallander está basada en las conocidas novelas de Henning Mankell sobre Kurt Wallander, inspector de la policía de Ystad (Suecia). La segunda temporada de esta excelente producción de la BBC protagonizada por el multifacético Kenneth Branagh da continuidad a las mismas virtudes de la primera temporada (ya comentada en este blog).

En efecto, volvemos a encontrarnos con una fiel adaptación del espíritu de las narraciones de Mankell. Aunque no se conserve el orden cronológico de las novelas los episodios no se resienten y apenas se notan algunas pequeñas incoherencias argumentales. Por otro lado, destaca una cuidada realización y ambientación artística y una fotografía de gran sentido estético con predominio de los planos cortos pero que no se olvida de los solitarios paisajes suecos. Además, las interpretaciones resultan convincentes y consiguen algo tan difícil como es dar verosimilitud a los diferentes personajes.



Como rasgo diferencial en esta segunda temporada podemos señalar un más detenido análisis psicológico del protagonista, siempre superado por la obsesión con la que afronta los casos y por sus propias circunstancias personales: deterioro físico, conflictivas relaciones con su hija, su padre o su ex mujer. En conjunto, Kurt Wallander se nos presenta como una persona depresiva, solitaria y con frecuentes arrebatos de ira (en mayor medida que en las novelas o, al menos, así lo recuerdo).

La segunda temporada, también dirigida por Philip Martin, consta de tres episodios de 90 minutos de duración: Asesinos sin rostro, El hombre sonriente y La quinta mujer.


ASESINOS SIN ROSTRO

Asesinos sin rostro (Mördare utan ansikte, 1991) es la primera novela de Mankell. La adaptación televisiva comienza cuando Kurt Wallander cena con Linda y su novio Jamal, médico de origen sirio. La velada es interrumpida por el irritante tono del móvil del inspector (uno de los pocos defectos que encuentro a la serie). La llamada anuncia que una pareja de ancianos ha sido salvajemente torturada. El hombre ha muerto y la mujer se encuentra grave. Antes de morir, la anciana logra articular unas sílabas que Wallander interpreta como la palabra extranjero. La posisiblidad de que el crimen sea obra de inmigrantes se filtra a la prensa.

Como represalia, un grupo de extrema derecha ataca un asentamiento de caravanas y posteriomente asesina a un extranjero. Wallander dispara y mata a uno de los neonazis.

EL HOMBRE SONRIENTE

El hombre sonriente (Mannen som log, 1994) es la cuarta novela de Henning Mankell. En su versión televisiva, Wallander, con depresión tras matar a un asesino neonazi, lleva meses retirado. Recibe la visita de Sten Torstensson, un amigo que le pide que investigue la sospechosa muerte de su padre en un accidente de coche. En un principio, el inspector rechaza la petición, pero no consigue olvidarla.



Cuando decide regresar a la policía se entera de que su amigo ha muerto ahorcado. Las primeras investigaciones de Wallander confirman que los fallecidos habían recibido amenazas anónimas, que el accidente de coche fue un montaje y que padre e hijo habían muerto debido a fractura de hioides. Todo indica que se trata de un doble asesinato.

LA QUINTA MUJER

En La quinta mujer (Den femte kvinnan, 1996), la sexta novela de Henning Mankell sobre Wallander, tiene lugar la muerte de su padre. Su fallecimiento coincide con tres asesinatos: el de un anciano aficionado a los pájaros, el del propietario de una floristería y el de un empresario de éxito.



En los tres casos hay señales de premeditación, tortura y muerte dolorosa. Wallander y su equipo encuentran una conexión entre los crímenes: todas las víctimas habían sido maltratadores de mujeres. Quienes los conocían coinciden en sentir alivio por sus muertes. Sin duda, alguien está ejerciendo la venganza.


Director: Philip Martin

Intérpretes:Kenneth Branah, Jeany Spark, Sarah Smart, Sadie Shimmin, Tom Beard, Richard McCabe, Tod Hiddleston

Reino Unido, Suecia - 2010

Para leer sobre la primera temporada de Wallander

26 de junio de 2010

ARNALDUR INDRIDASON: LA VOZ


La voz (Röddin, 2002)) es la quinta novela del islandés Arnaldur Indridason (1961).
Tras La mujer de verde (2001) el inspector Erlendur Sveinsson se enfrenta al asesinato de un portero de un conocido hotel de Reykjavik que ha sido acuchillado disfrazado de Papa Noel en el diminuto cuchitril del sótano en el que residía. A pesar de que el portero era el trabajador más veterano del hotel, ninguno de sus compañeros sabe nada sobre su vida. Como resulta habitual en el género, la clave del caso se oculta en el pasado: en su infancia, Gudlaugur, fue un niño prodigio de extraordinaria voz que había llegado a grabar dos discos, que décadas después, son codiciados por los coleccionistas.

A pesar de que es Navidad (¿por qué hay tantas novelas policíacas que pretenden desmitificar la tópica felicidad navideña?), el inspector se aloja en una habitación del hotel no tanto para seguir de cerca la investigación como para huir de su solitaria y oscura vivienda.

Como dijimos a propósito de La mujer de verde, el inspector Erlendur Sveinsson se alza por encima del interés del argumento. Indudable deudor de Martin Beck y de Kurt Wallander, Erlendur ("forastero") es un peculiar antihéroe que lee poemas de Hölderlin y, para alimentar sus fantasmas, relatos sobre gente que se pierde y muere en la montaña o en los páramos, tal y como le ocurrió a su hermano menor. La otra faceta de su obsesivo sentimiento de culpabilidad se centra en su hija Eva Lind, ex prostituta y drogadicta.

No logra entusiasmar.

Novelas de Arnaldur Indridason:

Synir duftsins, 1997
Dauðarósir, 1998
Las marismas, 2000
La mujer de verde, 2001
La voz, 2002
Kleifarvatn, 2004
Vetrarborgin, 2005
Harðskafi, 2007
Myrká, 2008
Svörtuloft, 2009

6 de junio de 2010

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: EL HOMBRE DEL BALCÓN


El matrimonio sueco formado por Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribió entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck. El hombre del balcón (Mannen på balkongen, 1967) es la tercera de ellas.

En esta ocasión, los autores se basaron en un hecho real: en el verano de 1963 en los parques de Estocolmo unas niñas sufrieron abusos sexuales y fueron asesinadas. Y ante tal abominable crimen, ¿qué actitud adoptan los narradores? Como en otras novelas de la serie, Maj Sjöwall y Per Wahlöö narran los hechos concretos con aséptica objetividad en su propósito de extraer una conclusión sociológica, que es su principal propósito.

En la novela, tras los asesinatos, pasan los días sin que la policía obtenga resultados. Los medios de comunicación comienzan su campaña de agitación y la investigación se convierte en una "macabra contrarreloj con la muerte." Las redadas indiscriminadas remueven los fangos más profundos y ponen en evidencia un aumento imparable del crimen, ante el que la sociedad está obligada a "ofrecer algún tipo de respuesta adecuada, que no puede basarse en la autocomplacencia ni en el incremento de los efectivos policiales."

Mientras tanto, Martin Beck duerme poco y mal, sufre pesadillas, dolor de estómago y discute agriamente con su mujer. Por si fuera poco, se ve obligado a aguantar al nuevo y antipático subinspector Gunvald Larsson, un personaje que irá ganando protagonismo en las siguientes entregas.  A pesar de todo, confía en un golpe de intuición o de suerte para capturar al asesino.

Como otras novelas de la serie editada por RBA El hombre del balcón cuenta con un interesante prólogo. En esta ocasión a cargo del noruego Jo Nesbø, que, tras reconocer su deuda literaria con ellos, sitúa a Maj Sjöwall y a Per Wahlöö a la altura de Chandler, Hammet y Simenon entre los creadores del género negro tal y como hoy lo entendemos.

Las raíces del género negro nórdico actual.

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: El hombre del balcón, RBA, Serie Negra, 2008.