30 de diciembre de 2012

MICHAEL CONNELLY: LA CAJA NEGRA



En mayo de 1992 una fotoperiodista danesa es asesinada durante los graves disturbios raciales ocurridos en Los Angeles tras la absolución de los policías acusados de agredir a Rodney King. Harry Bosch y su compañero Jerry Edgar acuden a la escena del crimen, pero apenas tienen tiempo para averiguar nada porque son reclamados para investigar otros asesinatos que están teniendo lugar en la ciudad en esos momentos.
Veinte años después Bosch trabaja en la Unidad de Casos no Resueltos y se propone resolver un homicidio al que no pudo dedicar en su día más de una hora. La única prueba disponible, un casquillo de bala, conduce a una pistola Beretta usada en sus crímenes por una banda callejera y cuyo rastro se pierde en la guerra de Irak durante la operación Tormenta del Desierto.
En relación a The Drop (inédita todavía en lengua castellana) y otras novelas anteriores, pocas novedades encontramos en La caja negra. Harry Bosch, próximo a su jubilación, continúa fiel a sus individualistas métodos que le enfrentan a sus jefes y le suponen la apertura de un nuevo expediente por parte de asuntos internos.
En lo puramente personal, Bosch no parece muy entusiasmado en su relación amorosa con Hannah Stone mientras continúa sintiéndose culpable por no dedicar más tiempo a su hija Maddie, que insiste en su vocación policial. Y es que Michael Connelly ha declarado en alguna entrevista que la carrera de Harry Bosch se acerca a su fin y que en el futuro será su hija la que tome el relevo.
Michael Connelly ha obtenido con La caja negra el VI Premio RBA de Novela Negra. En conjunto se trata de una novela correcta aunque un tanto rutinaria que no consigue hacernos olvidar los inicios de Harry Bosch.
Para terminar, un apunte sobre la traducción de Antonio Padilla, infinitamente más natural y ágil que las del traductor que veníamos padeciendo habitualmente y que este blog había criticado en más de una ocasión.

Michael Connelly: La caja negra, RBA, Serie Negra, 2012.


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26 de diciembre de 2012

SUSANA HERNÁNDEZ: CONTRA LAS CUERDAS



La editorial ALREVÉS, que afirma en su página web haber arrancado con vocación de riesgo y con clara voluntad de independencia, es fiel a su propósito con la publicación de Contra las cuerdas (2012). Se trata de la segunda novela de Susana Hernández (Barcelona, 1969) protagonizada por las subinspectoras Rebeca Santana y Miriam Vázquez.
Quince meses después de lo narrado en Curvas peligrosas (2010), Rebeca y Miriam investigan una serie de violaciones y asesinatos ocurridos en Barcelona y la costa de Tarragona. Ambas policías, tras sus desencuentros iniciales, comparten complicidad y peripecias vitales. Miriam se hace amante de su masajista turco mientras a Rebeca se le siguen acumulando los problemas afectivos: después de un año mágico se ha separado de Malena, continúa intentando superar la traumática relación con su madre y, además, está siendo acosada por alguien surgido de su pasado. Lo que ignora Rebeca Santana es que el caso del Violador del cuchillo dejará de ser rutina profesional para acabar afectando a lo más íntimo de su vida personal.
En Curvas peligrosas Susana Hernández alternaba el protagonismo de sus dos personajes. En Contra las cuerdas la autora, consciente de su hallazgo, apuesta decididamente por Rebeca Santana, elegida por votación popular mejor personaje femenino del año en los Premios Leemisterio 2012.
En el violento, masculino y misógino universo de la novela negra no son infrecuentes las narradoras femeninas. Más rara es la existencia de policías lesbianas. En esta línea, la subinspectora Hanne Wilhelmse de la autora noruega Anne Holt es uno de los precedentes que conocíamos. El gran mérito de Susana Hernández no es solo presentarnos desde un punto de vista lésbico comprometido un personaje original en la diversidad, sino haber conseguido otorgarle una difícil naturalidad. Rebeca Santana es una figura literaria bien definida, construida con profundidad y amplitud de matices psicológicos que resulta tan creíble como entrañable y a la que auguramos un magnífico futuro. 



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23 de diciembre de 2012

SUSANA HERNÁNDEZ: CURVAS PELIGROSAS



En Curvas peligrosas (Odisea Editorial, 2010) Susana Hernández nos presenta a su pareja protagonista, las subinspectoras Rebeca Santana y Miriam Vázquez. 
La novela comienza en el momento en que los sueños de Rebeca se hacen realidad  y acude, atenazada por los nervios, a su primer día de trabajo como subinspectora de la brigada de homicidios. Sin tiempo apenas para ubicarse y conocer a Miriam Vázquez, su veterana y engreída compañera, tiene que enfrentarse a la investigación del asesinato de una joven con Síndrome de Down, un caso vinculado con la muerte anterior de otra joven discapacitada.
La dificultad de su trabajo se une a la complicada coyuntura personal de Rebeca (“Sabía que estaba perdiendo la cabeza, y el norte y el sur. La situación, como había decidido denominar su caos vital, se le estaba yendo de las manos”). Tras romper con su novia, se enamora de Malena, una atractiva abogada. Tiene que soportar las bromas de sus compañeros de comisaría cuando descubren que es lesbiana y, además, manejar la conflictiva relación con su madre, recluida en prisión y protagonista de La asesina del cumpleaños, un reality de televisión que divulga sus miserias familiares.
Muy diferente a Rebeca es Miriam Vázquez, La Marquesa, y, aunque no menos numerosos, mucho más convencionales sus problemas existenciales. A pesar de los inevitables desencuentros iniciales, ambas acaban encontrando una sintonía personal que les permitirá formar “un equipo de primera.”
Por encima de una trama policial correcta y sin grandes sorpresas, Susana Hernández acierta de pleno en la construcción de Rebeca Santana, un personaje fresco y original que se escapa a los tópicos del género negro.

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