19 de abril de 2008

MICHAEL CONNELLY MAL TRADUCIDO


Los aficionados a las novelas de Michel Connelly padecemos una molestia crónica: la mala traducción al español de sus obras.

Es evidente que traducir una novela negra requiere menor rigor expresivo y literario que traducir, por ejemplo, los sonetos de Shakespeare o los relatos de James Joyce. A pesar de ello, a cualquier traductor profesional cabe exigirle dos condiciones: una excelente interpretación de la lengua original y un extraordinario dominio expresivo de la lengua a la que traduce.

Hecha esta introducción, diré que el habitual traductor de las últimas novelas de Michel Connelly no cumple, al menos, la segunda condición: no sabe expresarse correctamente por escrito en castellano. Así de simple y así de tremendo. Es algo que ya habíamos comprobado en las ediciones españolas de las anteriores novelas; pero que alcanza cotas clamorosas en la traducción de Echo Park.

Desde la primera página (no, desde el primer párrafo) hay algo chirriante, confuso, incoherente, que desvía la atención de los pormenores de la trama. Ya en la tercera oración de la novela podemos leer la siguiente perla:

“Lo había puesto al día (un coche) en 1992 con la pegatina verde de la campaña Clinton en el parachoques, y ahora incluso eso estaba descolorido.”
Corrección gramatical, pero incoherencia semántica. El pronombre neutro “eso” es una torpe opción expresiva, propia de un estudiante medio de Secundaria.

No quiero pasar por purista, pero no puedo resistirme a denunciar el bofetón lingüístico que supone para un aficionado a la literatura una horrorosa traducción. Veamos sólo algunos ejemplos.

Se pueden encontrar tantos galicismos que se diría que la novela está traducida del francés, no del inglés.

“Una nueva pista a investigar...” (p.11)
“Sin embargo, a juicio de Bosch, era algo a considerar.” (p.48)
“...cualquiera que hiciese algo durante esos tres días se salvó a no ser que lo pillaran en cámara...” (p.51)
Hay errores en algo tan básico como la concordancia entre sujeto y verbo:

“La espera y los empujones que hacían falta para entrar en uno de ellos le generaba una ansiedad de la que prefería prescindir.” (p.25)

Torpe uso de los pronombres demostrativos:

“Tragó un poco de aire, pero éste no desplazó la tensión...” (p.33)
“Cuanto más conducía por el barrio, más le tomaba la medida a éste y mejor sería en su búsqueda.” (p.214)

Pobreza expresiva e incoherencias:

“...le preguntaron si podían ver el piso vacante al cual estaba asignado el garaje con el Honda.” (p.12)
“Según el informe redactado por González y Fennel, éstos sospecharon de que una furgoneta marcada en los laterales con carteles que decían CLEAR VIEW RESIDENTIAL ... estuviera en la calle.” (p.43)
“Será mejor que los dos padres estén juntos.” (p.199) ¡Se refiere al padre y la madre!
“Ya tuve suficiente de zonas de guerra. Este trabajo es muy de nueve a cinco, menos estrés y lo bastante interesante, ya me entiende.” (p.259)
“Miró hacia abajo a la casa del 710 de Figueroa Lane. Era de diseño similar a las otras dos de la calle, construida alta en la ladera de la colina...” (p.261)
“Puede que Maury tenga razón con el rollo las muertes en la comisión de un delito, pero hay más que suficiente para la obstrucción, y si consigo eso, entonces le tengo a usted.” (p.327)

Para colmo, también se encuentra, incluso, alguna errata tipográfica:

“...a lo largo del el juicio...” (p.41)

Me parece una falta de respeto al lector por parte de un traductor “profesional” y por parte de una editorial que nos vende un producto tan deteriorado.

De momento, estoy pensando en enviar dos correos electrónicos. Uno, a la editorial ofreciéndome como corrector de textos. Otro, a Michael Connelly para hacerle saber que el auténtico crimen lo están cometiendo con sus novelas.