31 de mayo de 2012

ÅSA LARSSON: CUANDO PASE TU IRA


En Cuando pase tu ira (Till dess din vrede upphör, 2008) Åsa Elena Larsson sigue maltratando a Rebecka Martinsson, fiscal de Kiruna y protagonista de sus novelas.
Mientras todo el mundo se empeña en recordarle que en el pasado se vio obligada a matar en defensa propia a varias personas y que acabó interna en un psiquiátrico, Rebecka Martinsson recibe en sueños la visita de una joven asesinada. En compañía de  su novio se sumergió en un lago helado para buscar un avión nazi accidentado durante la Segunda Guerra Mundial. Alguien les tapó el agujero en el hielo para impedirles salir.
Ya que la irritada policía local Anna-Maria Mella no es capaz de ver más allá de sus narices, será Rebecka, como siempre, la que pondrá de nuevo en grave riesgo su vida para esclarecer un crimen motivado por sucesos ocurridos muchos años antes.  En las comunidades cerradas el tiempo, en vez de hacer olvidar los problemas, los magnifica.
Cuando pase tu ira es solo la cuarta novela de la serie, pero la fórmula se repite.
ÅSA LARSSON: Cuando pase tu ira, Seix Barral, 2012

Las novelas de Åsa Larsson en Elemental, querido blog:
Aurora boreal
Sangre derramada
La senda oscura
Cuando pase tu ira


  Licencia Creative Commons

29 de mayo de 2012

ANDREA CAMILLERI: LA MUERTE DE AMALIA SACERDOTE


Andrea Camilleri obtuvo en 2008 el II Premio Internacional de Novela Negra RBA con La muerte de Amalia Sacerdote.
En el prólogo Camilleri reconoce que se inspiró en un hecho real: el crimen de Garlasco. En ese pueblo del norte de Italia una joven fue asesinada en su casa. Se detuvo como sospechoso al novio. Tras ello, se inició un largo proceso judicial ampliamente seguido por los medios de comunicación.
En la ficción literaria Amalia Sacerdote, una estudiante de Derecho de veintitrés años, hija del secretario en jefe de la Asamblea de Sicilia, es asesinada. Su ex novio, Manlio Caputo, hijo de un diputado de izquierdas, es procesado por homicidio.
Camilleri sitúa el punto de vista narrativo en la figura de Michele Caruso, director de los informativos regionales de la RAI, que desde el primer momento recibe presiones de todo tipo para que manipule la información. Ante los tejemanejes de los corruptos políticos, policías, jueces, banqueros y periodistas que intentan salvaguardar sus intereses, Caruso cínicamente pretende salir sin una sola mancha de tan turbio asunto, solo preocupado por enderezar su maltrecha vida sentimental.
Cuando presentaba La muerte de Amalia Sacerdote, Camilleri afirmaba estar harto de su famoso personaje Salvo Montalbano. A pesar de ello, hay un curioso guiño literario. Uno de los personajes le dice a otro: “tampoco te pongas a hacer de comisario Montalbano.” En efecto, esa parece ser la consigna colectiva. Nadie tiene que aclarar lo sucedido. Con su final abierto, el autor está invitando al lector a que formule sus propias conclusiones.
Escribe Andrea Camilleri: “Hoy no hay delito en nuestro país que no se convierta en un entretenimiento.” ¿Te suena? Qué grandes novelas escribiría Andrea Camilleri inspirándose en el actual contexto (político, judicial, bancario, periodístico…) español.

Andrea Camilleri: La muerte de Amalia Sacerdote, RBA, Serie Negra.

Licencia Creative Commons

20 de mayo de 2012

ED McBAIN: ODIO


Antes de cometer un crimen, uno de los personajes de Asesinato en el Savoy lee una novela: Odio de Ed McBain. Maj Sjöwall y Per Wahlöö hacen de esta forma un homenaje explícito a uno de sus referentes literarios.
Ed McBain es el seudónimo de Evan Hunter (nacido Salvatore Albert Lombino, 1926-2005), prolífico narrador y guionista (Los pájaros, 1963, su guion más importante).
Odio (Cop Hater, 1965) es la primera novela de su influyente serie Distrito 87, perteneciente al subgénero police procedural, caracterizado por reflejar el trabajo colectivo policial y que tan imitado ha sido en series de televisión. Hill Street Blues, quizá la más conocida.
En Isola (nombre ficticio de Nueva York) los escasos dieciséis detectives asignados a la Comisaría 87 tienen que hacerse cargo de los delitos cometidos en un multicultural barrio de 90.000 personas. Con un estilo realista y minucioso Ed McBain nos describe el procedimiento policial y la vida personal y profesional de algunos de estos detectives. Incluso llegamos a conocer su sueldo: “un detective de tercera ganaba 5.230 dólares al año”.
A las once cuarenta y uno de una calurosa noche de julio uno de los detectives de la comisaría es asesinado por la espalda. No hay explicación ni móvil para el crimen. Solo un dato: las balas fueron disparadas por una pistola de calibre 45. En la sala de detectives los compañeros del fallecido se conjuran para encontrar al asesino. “No podemos dejar que maten a un policía, porque un policía es un símbolo de la ley y el orden. Si nos olvidamos de ese símbolo, las calles se llenan de animales. Y ya tenemos suficientes animales en nuestras calles.”
Noches después otros dos detectives son asesinados de la misma forma. El asesino parece odiar, sin más, a los policías. Steve Carella, un detective que lee Ulises de Joyce, teme ser la siguiente víctima, aunque presiente que detrás de los crímenes puede esconderse una simple cuestión personal y no un ajuste de cuentas con el cuerpo de policía.
Interesante a pesar de cierto tono propagandístico. Conviene siempre revisar los clásicos.

Ed McBain: Odio, RBA, Serie Negra, 2012.

Licencia Creative Commons

19 de mayo de 2012

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: LA HABITACIÓN CERRADA


La habitación cerrada (Det slutna rummet, 1972) es una novela excelente. Sin duda una de las mejores escritas por Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975).  
Martin Beck, tras recuperarse durante quince meses de un disparo en un pulmón (El abominable hombre de Säffle), se reincorpora al trabajo. Mientras sus compañeros forman parte de una operación especial contra atracos a bancos, él retoma un caso que está a punto de cerrarse: una persona muerta de un disparo en el pecho encontrada en una habitación cerrada a cal y canto. Beck pronto descubre que desde el principio el caso ha sido llevado con negligencia y que se ha dado por supuesto que se trata de un suicidio, pero ¿dónde está entonces la pistola?
La habitación cerrada cuenta con no pocos puntos de interés que se inician con un interesante prólogo de Michael Connelly ("los libros de la serie de Martin Beck son una de las colecciones policiacas más auténticas, profundas y apasionantes jamás escritas."). Hay en la novela un notable juego literario que se inicia en el título y que recrea uno de los temas clásicos del enigma policial: la habitación cerrada. Este juego intertextual alcanza la genialidad con la parodia de los enterradores del acto V de Hamlet convertidos en los conductores de la furgoneta en la que se trasladan los cadáveres de los suicidas.
Destaca también en la obra un tono humorístico que alcanza tanto a los "patéticos" atracadores como al inepto grupo policial que los busca y que desemboca en una cómica y desastrosa intervención. Para Sjöwall y Wahlöö los auténticos delincuentes son aquellos que la policía no persigue. Los que "se dedican a explotar a los individuos… Sacan beneficio de todo. Envenenan la naturaleza y a la población. Degradan y derriban barrios enteros para luego construir en su lugar otros peores. Y nunca les pillan."
Por último, como siempre apunto en relación a la serie Martin Beck, sorprende su actualidad. La habitación cerrada parece escrita en nuestros días. Un ejemplo: "La tasa de desempleo era cada vez mayor… incluso los universitarios y los profesionales altamente cualificados no tenían trabajo o debían pelearse por empleos mal remunerados y muy por debajo de sus capacidades."
Absolutamente recomendable.
MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: La habitación cerrada, RBA, Serie Negra, 2012.
Licencia Creative Commons

12 de mayo de 2012

CARLOS ZANÓN: NO LLAMES A CASA


Tras Tarde, mal y nunca, Carlos Zanón continúa el camino del éxito con No llames a casa (2012). En pocos meses la novela ha agotado dos ediciones, está siendo adaptada al cine y acumula elogios (Lorenzo Silva: "El Jim Thompson español se llama Carlos Zanón").
Bruno, Raquel y Cristian, pícaros de estos tiempos en que nos desmantelan el Estado del Bienestar, han encontrado el negocio perfecto. Hacen chantaje a las parejas adúlteras que salen de los locales de citas. Un chollo ¿Cómo es posible que no se le haya ocurrido antes a nadie? Aunque lo cierto es que a veces la cosa se complica y se ganan algunas palizas cuando quieren atrapar peces demasiado gordos para ellos.
Max es la víctima ideal. Sobrevive como puede a la separación, a las exigencias de su ex, al régimen de visitas, al dentista y a la pensión de sus hijos. Además, Merche, su amante, no quiere dejar a su marido. Cuando recibe el chantaje, Max encuentra una oportunidad para darle la vuelta a su vida. Hará de la necesidad, virtud. Son momentos para los valientes, para los que quieren arriesgar y jugar fuerte, se dice. ¿Una gran idea o un suicidio?
Carlos Zanón, como en Tarde, mal y nunca, apuesta por desmenuzar el interior de los personajes. Todos, da igual de clase lumpen (Bruno, Raquel , Cristian) o de clase media hipotecada y arruinada (Max, Merche), quieren vivir la vida con normalidad, tener lo que tiene la gente normal: una casa para compartir, cocinar en pareja, ahorrar, ver la tele, amanecer con una cara dormida al lado..
Cuestiones de género al margen, ¿nueva novela picaresca? ¿novela negra o criminal?, etiquetas al fin y al cabo, Carlos Zanón acierta a retratar un vívido fresco de nuestros angustiados e inciertos días. 
En conjunto, No llames a casa es una novela más cuidada y ambiciosa que Tarde, mal y nunca, aunque resulte mucho menos impactante y desgarradora.

Carlos Zanón: No llames a casa, RBA, Serie negra, 2012.

Las novelas de Carlos Zanón en Elemental, querido blog:


Licencia Creative Commons

5 de mayo de 2012

CARLOS ZANÓN: TARDE, MAL Y NUNCA


Carlos Zanón (1966), abogado, poeta, guionista y crítico literario, publicó en 2009 Tarde, mal y nunca en una pequeña editorial, Saymon Ediciones, que acabaría quebrando.
La novela pasó desapercibida hasta que los aficionados al género comenzaron a hablar de ella. Brigada 21 le dio el Premio a la Mejor Primera novela del año y RBA  la incluyó en su notable Serie Negra. Lo curioso de todo es que Carlos Zanón, según ha reconocido, no sabía que escribía una novela negra.
Tarde, mal y nunca nos sumerge en una oscura Barcelona de barrio en el que solo quedan “tarados, pobres, yonquis, borrachos y viejos.” Una Barcelona de nuestros tiempos que ni el inspector Méndez reconocería. Allí, la reina es Tiffany Brisette, peruana, nada del otro mundo, “la chica de las cejas tatuadas de azul. La que nunca llora. La que no espera a nadie.” Y los tarados, pobres, yonquis y borrachos del barrio son los hermanos Dalmau y el moro Tanveer Hussein. Àlex Dalmau: esquizofrénico paranoico, perseguido por voces, fantasmas y apariciones. Epi Dalmau: ex novio de Tiffany, obsesionado por recuperarla porque antes, a su lado, nadie más importaba y todo encajaba, pero ahora, sin ella, todo se desmorona. Además, el moro Tanveer Hussein, que solo cree en lo que pueda robar y en quien pueda engañar.
Epi y Tanveer recorren la noche violando y maltratando prostitutas. Nada importante. La rutina habitual. ¿El problema? Epi sigue enamorado de Tiffany, que se lo monta con Tanveer. El trío Tiffany, Tanveer y Epi. Sobra una pieza del puzle. ¿La solución? Epi lo tiene claro, “en ese punto se acaban todas las matemáticas”, resuelve la ecuación cuando, en un amanecer de taberna, le revienta la cabeza a Tanveer con un martillo. Su única preocupación: Mari, la mujer del dueño del bar, se va a poner de mala hostia cuando vea el suelo salpicado de sesos y sangre.
Tarde, mal y nunca es una narración ágil, impregnada de un lirismo crudo y desesperanzado. Voluntariamente el autor ha apostado por adelgazar el argumento para profundizar en el interior de los personajes mediante un perspectivismo poliédrico no siempre ordenado cronológicamente.
A pesar de su ritmo precipitado por momentos y de sus errores (algún resbalón lingüístico, algunas incoherencias) Tarde, mal y nunca resulta, sin duda, impactante a la vez que aporta aire fresco y renovador al género. Quizá en sentido estricto no sea una novela negra, pero supura una negrura sórdida sin concesiones; un pesimismo rabioso y desolador.  

Carlos Zanón: Tarde, mal y nunca, RBA, Serie negra, 2011.

Las novelas de Carlos Zanón en Elemental, querido blog:


Licencia Creative Commons

21 de abril de 2012

ANDREA CAMILLERI: LAS PRIMERAS NOVELAS DE SALVO MONTALBANO (LA FORMA DEL AGUA, EL PERRO DE TERRACOTA Y EL LADRÓN DE MERIENDAS)

El veterano escritor Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) comenzó en 1994 sus novelas sobre el popular (serie de televisión incluida) comisario Salvo Montalbano, que hasta el momento no había recibido la atención merecida en Elemental, querido blog.
Salvo Montalbano es el comisario de las Fuerzas de Seguridad de Vigàta (provincia de Montelusa). Tanto la ciudad como la provincia son lugares ficticios que se pueden situar con facilidad en Sicilia debido a múltiples referencias geográficas, lingüísticas, sociales, culturales…
A sus cuarenta y tantos años, Montalbano vive solo en Marinella, en un pequeño chalet frente al mar, y no quiere más complicaciones en su vida. Teme ser ascendido como teme mayores compromisos con Livia, su novia desde hace años. Es un personaje temperamental, testarudo y de humor variable según los cambios meteorológicos, que intenta disfrutar de la vida. Sobre todo de los placeres de la buena mesa:
 “Se zampó unas almejas salteadas con pan rallado, una abundante ración de espaguetis solos con almejas y un rodaballo al horno con orégano y limón caramelizado. Lo completó con un pastel de chocolate amargo con salsa a la naranja. Al final, se levantó, se dirigió a la cocina y estrechó emocionado la mano del cocinero sin decir nada. En el coche, de camino hacia el despacho de Valente, cantó a grito pelado. “Mira cómo me balanceo, mira cómo me balanceo, con el twist…”
Además de la gastronomía su gran afición es la literatura. Algunos de los escritores que frecuenta son Dylan Thomas, Le Carré, Eco, Leonardo Sciascia, Pirandello, Borges y, ¿cómo no?, Manuel Vázquez Montalbán. 
 “El comisario estaba leyendo una novela negra de un escritor que tenía su mismo apellido, solo que castellanizado como Montalbán…”
Es ya una obviedad repetir que Salvo Montalbano nace de un guiño literario de Camilleri al autor barcelonés y a su detective estrella Pepe Carvalho.

Estas son las tres primeras novelas de Salvo Montalbano:
La forma del agua (La forma dell´acqua, 1994)
Un influyente empresario y político local, católico practicante, es encontrado muerto en el interior de su coche aparcado en el lugar más inesperado: El aprisco, una zona de prostitución y drogas. Murió mientras mantenía relaciones sexuales. En la investigación Montalbano será fiel a la norma básica de cualquier detective: nada es lo que aparenta. Adjudicaciones amañadas, comisiones millonarias, chantaje, tráfico de divisas, blanqueo de dinero negro, lucha por el poder político… en un caso que nos resulta de plena actualidad, ¿no?
 El perro de terracota (Il cane di terracotta, 1996)
Un mafioso de segundo nivel, Tano el Griego, se entrega a Montalbano. Un gran éxito para el comisario que ve cercano su temido ascenso. Además, el hallazgo en una cueva cerrada durante decenas de años de dos jóvenes abrazados junto a un perro pastor de terracota de tamaño natural despierta su interés preferente. El comisario reconstruye una historia de amor que tuvo lugar en los años finales de la Segunda Guerra Mundial. En esta novela, Montalbano recibe un disparo. En su habitación del hospital lo acompañan las tres mujeres de su vida. Livia, su novia habitualmente enfadada con él. La joven inspectora Anna Ferrara, siempre dispuesta a seducirlo. La escultural sueca Ingrid Sjostrom, hasta el momento solo su amiga.
El ladrón de meriendas (Il ladro di merendine, 1996)  
Un comerciante jubilado aparece asesinado en el ascensor de su vivienda. Las relaciones sexuales que mantenía con una joven tunecina parecen estar relacionadas con el crimen, pero la sospechosa ha desaparecido dejando abandonado a su hijo. Lo que ignora el comisario es que el niño provocará nuevas tensiones en su relación con Livia. Montalbano solo encuentra una solución largamente demorada. Acostumbrado a redactar informes, propone matrimonio a su novia en una carta nada romántica y de estilo burocrático.
“4) Lo mejor que se podría hacer para abreviar, según el juez, sería que nosotros dos nos casáramos.5) Por consiguiente, prepara los papeles.”

Salvo Montalbano: humano, creíble, entrañable. Y muy recomendable.

10 de abril de 2012

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: ASESINATO EN EL SAVOY

Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribieron entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck que revolucionaron el panorama de la literatura policiaca nórdica. Asesinato en el Savoy (Polis, Polis, potatismos, 1970) es la sexta de la serie.
Un hombre entra en el restaurante del Hotel Savoy de Malmö y dispara con tranquilidad a la cabeza de Viktor Palmgren, uno de los empresarios más influyentes de Suecia, “el chupasangres que se enriquecía a costa de la miseria de los demás.” Entre otros negocios ilegales, se dedicaba a la venta de armas a países africanos. Cualquiera de sus múltiples enemigos pudo ser el asesino. Por otro lado, el móvil pasional podría estar presente. La joven y atractiva esposa de Palmgren le era infiel.
Martin Beck se hace cargo del caso, pero, como no se descarta tampoco el crimen político, el Departamento de Seguridad del Estado (SÄPO) conduce una investigación paralela. Para los autores, la SÄPO, “como la gente la llamaba, era una institución de lo más particular, despreciada por muchos, pero célebre sobre todo por sus ridículos procedimientos y por su descomunal incompetencia.”
Beck, que ha mejorado su calidad de vida desde que se ha separado de su mujer, no se siente nada bien consigo mismo cuando encarcela a quien, en efecto, es el autor del crimen pero también una víctima más de la injusticia social.
En Asesinato en el Savoy Maj Sjöwall y Per Wahlöö reflejan lúcidamente el engañoso esplendor de la sociedad sueca de finales de los 60 y principios de los 70: “Brotaba por doquier toda clase de delitos en aquel hervidero desordenado que habían dado en llamar la sociedad de bienestar.”


6 de abril de 2012

MAJ SJÖWALL Y PER WAHLÖÖ: EL COCHE DE BOMBEROS QUE DESAPARECIÓ


El matrimonio sueco formado por Maj Sjöwall (1935) y Per Wahlöö (1926-1975) escribió entre 1965 y 1975 diez novelas protagonizadas por el comisario Martin Beck que revolucionaron el panorama de la literatura policiaca nórdica. El coche de bomberos que desapareció (Brandbilen som försvann, 1969) es la quinta de la serie.
Estocolmo, 7 de marzo de 1968. Un insignificante ladrón de coches se suicida en su cama. Junto a él se encuentran escritas dos palabras: Martin Beck, el nombre del inspector jefe de la Brigada de Homicidios. Simultáneamente un edificio es consumido por las llamas. Por error, los bomberos tardan en llegar. Mientras, el inspector Gunvald Larsson rescata del incendio a varias personas. Hay varios muertos, uno de ellos es otro suicida.
Los dos suicidas pertenecían a una banda de poca monta que se dedicaba a robar coches y a venderlos en Polonia. Semanas después aparece asesinado dentro de un coche arrojado al mar en el puerto de  Malmö el tercer miembro de la banda.
La policía de Estocolmo solo cuenta con interrogantes, nunca se ha enfrentado a un caso con tantos “peros”, y tantos “si” y “quizás”, o “probablemente”, aunque parece claro que la banda planeaba un negocio de mayor importancia que los superó.
Como en otras de sus novelas, Maj Sjöwall y Per Wahlöö nos presentan un argumento lineal y sencillo al servicio de la denuncia social. Tras la deslumbrante fachada del progreso y del bienestar suecos, se ocultan el crimen, la delincuencia, la prostitución, el tráfico de drogas, la contaminación, la ineptitud y la violencia policial, la incompetencia de los servicios públicos…
En un guiño explícito, los autores nos muestran sus referencias literarias. Durante un relajado fin de semana en el que se ha quedado solo en casa, Martin Beck disfruta leyendo La dama del lago de Raymond Chandler. Sin duda, buena elección.

2 de abril de 2012

PHILIP KERR: GRIS DE CAMPAÑA


Cuba, 1954. Gris de campaña (Field Grey, 2010), la séptima novela de Philip Kerr sobre Bernie Gunther, comienza donde acaba Si los muertos no resucitan.

El pasaporte argentino de Gunther está a punto de caducar. Cuando es obligado a espiar al mafioso Meyer Lansky bajo la amenaza de ser deportado a Alemania, donde le espera un juicio por asesinato, decide huir en barco a Haiti. Durante la travesía su acompañante femenina acelera los problemas: acaba siendo apresado por la Marina estadounidense y trasladado a Landsberg, célebre prisión en el sur de Alemania donde en 1923 Adolf Hitler había escrito Mein Kampf y en 1945 los criminales nazis esperaban ser juzgados.
En Landsberg a sus interrogadores no les interesa tanto la posible participación de Gunther en crímenes de guerra como la información que pueda ofrecerles sobre Erich Mielke, un joven comunista al que 23 años antes, en plena ascensión del nazismo, había salvado la vida, y que después asesinaría a dos policías.
Encerrado en cinco prisiones diferentes, Gunther es obligado a realizar un ejercicio memorístico (en aquellos tiempos todos los alemanes padecían amnesia) a través de episodios nada heroicos de su existencia: su viaje a la Francia ocupada obedeciendo órdenes de Heydrich para buscar a Mielke; su participación en la Batalla de Minsk (1941) donde mandó ejecutar a treinta prisioneros de guerra rusos; su estancia en un campo de concentración soviético; su colaboración con los servicios de inteligencia estadounidenses y franceses para localizar criminales nazis… hasta su encuentro final con Erich Mielke convertido como subcomisario de Seguridad de la Alemania Oriental en uno de los dirigentes más importantes y temidos de la Stasi.
Condenado a vivir tiempos interesantes, y a aliarse con cualquiera con tal de salvar el pellejo, Bernie Gunther continúa siendo fiel a su cinismo distintivo: “Durante veinte años me han obligado a trabajar para personas que no me gustaban. Heydrich, el SD, los nazis, el CIC, los Perón, la mafia, la policía secreta cubana, los franceses, la CIA… Lo único que quiero hacer es leer el periódico y jugar al ajedrez.”
En el conjunto de las siete novelas, Gris de campaña sorprende desfavorablemente por su falta de ritmo. Los saltos temporales, el batallón de personajes y el cúmulo de situaciones provocan que el interés se disperse. Parece que Philip Kerr hubiera agotado su inspiración. Incluso las habituales chispas de humor negro resultan repetitivas y desganadas.

Novelas de la serie Berlin Noir protagonizadas por Bernhard "Bernie" Gunther en Elemental, querido blog:

Violetas de Marzo (March Violets, 1989)
Pálido Criminal (The Pale Criminal, 1990)
Réquiem Alemán (A German Requiem, 1991)
Unos por otros (The one from the other, 2006)
Una llama misteriosa (A quiet flame, 2008)
Si los muertos no resucitan (If the Dead Rise Not, 2009)
Gris de campaña (Field Grey, 2010)

27 de marzo de 2012

MICHAEL CONNELLY: LA OSCURIDAD DE LOS SUEÑOS


Michael Connelly rescata en La oscuridad de los sueños (The Scarecrow, 2009) a Jack McEvoy, el protagonista de El poeta (1996). Doce años después de su gran éxito como reportero, Los Angeles Times le comunica que va a ser despedido. El periódico necesita reducir gastos ante la crisis que sufre la prensa tradicional frente al auge de las ediciones digitales, los blogs, las redes sociales y los medios audiovisuales.  Jack McEvoy, uno de los periodistas con nómina más alta, tiene solo unos días para formar a su sustituta y buscarse un nuevo trabajo.
De forma casual revisa una noticia que había pasado desapercibida en el interior del periódico. Alonzo Winslow, un camello de raza negra de 16 años, había sido detenido como culpable confeso de estrangular y abandonar en el maletero de su coche a una de sus clientas. Cuando repasa el interrogatorio policial, McEvoy comprueba que el acusado en ningún momento había reconocido ser el autor del asesinato. Por otro lado, encuentra un crimen cometido en Las Vegas con un patrón idéntico. Alonzo Winslow no pudo haber sido el asesino. Es posible que exista un asesino en serie y más víctimas. 
McEvoy tiene en sus manos un reportaje que le supondrá la vuelta al estrellato del periodismo, pero para ello necesitará la ayuda de la agente del FBI Rachel Walling, su antigua amante de los tiempos de El Poeta. Además de salvarse la vida mutuamente, tendrán tiempo para reverdecer antiguas pasiones.
El psicópata de turno, y con ello no desvelo nada que no se conozca desde los primeros capítulos de la novela, resulta ser un ingeniero informático que se hace llamar espantapájaros (de ahí el título original, escamoteado en la traducción española, pero curiosamente no en la portada) y que firma sus crímenes inspirándose en los dibujos que W. W. Denslow hizo para El mago de Oz.


En conjunto, La oscuridad de los sueños se lee en un suspiro, pero resulta demasiado previsible y poco novedosa. Qué tiempos estos en que los más oscuros peligros acechan en internet, pero basta una buena búsqueda en Google para escribir brillantes reportajes y dilucidar enrevesados crímenes. 

Michael Connelly: La oscuridad de los sueños; Roca Editorial, 2011



Licencia Creative Commons

3 de marzo de 2012

MICHAEL CONNELLY: ANGLE OF INVESTIGATION. THREE HARRY BOSCH STORIES

Angle of Investigation: Three Harry Bosch Short Stories (2011) es la segunda colección de narraciones breves de Michael Connelly sobre Harry Bosch, su personaje estrella. Disponible solo en formato ebook reúne tres relatos.

La colección se inicia con un magnífico relato, Christmas Even. En la víspera de Navidad un ladrón muere electrocutado cuando desvalijaba la tienda de empeños de Nikolai Servan, emigrante ruso. Harry Bosch, acompañado en esta ocasión por Jerry Edgar, se encarga de aclarar el suceso. Edgar, como siempre, tiene prisa: se trata de un caso rutinario y quiere volver pronto a casa para celebrar las fiestas. Bosch, en cambio, no olvida su innegociable lema profesional: “Todos cuentan o nadie cuenta." Llevará la investigación con el máximo rigor aunque el fallecido sea un ladrón. Además, nadie le espera en casa.
Lo más interesante de este relato es que Harry Bosch recupera uno de los objetos robados: un saxo alto. El instrumento, según indica una inscripción, pertenecía a Quentin McKenzie. A modo de flash, el detective recuerda que en la Navidad de 1969 vio actuar por primera vez al músico de jazz. Bosch tenía entonces diecinueve años y había sido herido cuatro días antes en la guerra de Vietnam. Sugar Ray McK tocó para los soldados heridos en un buque hospital en el mar del sur de China. Desde ese momento, el jazz y, especialmente, el sonido del saxofón formaron parte de lo más íntimo del alma de Bosch.
El detective localiza en una residencia al ya anciano músico y, como si devolviera un niño perdido a sus padres, devuelve el saxo a Sugar Ray McKenzie, quien, agradecido, le invita a cenar en Navidad.
Esta línea argumental de Christmas Even (2002) enlaza con Luz Perdida (2003). En esa novela de Connelly, Sugar Ray McK enseña a tocar el saxofón a Harry Bosch. Dos veces a la semana se reúnen. Bosch intenta aprender a dominar el instrumento. El viejo músico le cuenta historias del jazz y le transmite su pasión por la música. En la siguiente novela, Cauces de maldad, su maestro de saxo ya habrá muerto.

Father’s Day (2007). En un caluroso día de junio un niño discapacitado de quince meses fallece en el interior de un vehículo. Su padre lo había olvidado a mediodía durante dos horas mientras realizaba unas gestiones profesionales. Harry Bosch e Ignacio Ferras, su joven y reciente compañero, se enfrentan a una dolorosa investigación. El padre insiste en que se trata de un trágico error, no de un homicidio.  Durante el interrogatorio Bosch recuerda a su propia hija. Se celebra el día del padre y en diez años solo lo ha pasado en su compañía una vez. Este relato también aparece en la colección de relatos de diferentes autores The Blue Religion (2008). 

Angle of Investigation (2005) remite al año 1972. Bosch es un joven patrullero. En su segundo día como policía su veterano compañero y él descubren el cadáver de una mujer y el de su perro ahogados en la bañera. Treinta y tres años después el crimen sigue sin resolver. Bosch se propone aclararlo. “Mi madre fue asesinada cuando yo era un niño. Pienso que por ello me hice policía. Por tanto, encontrar a esa mujer, mi segundo día de trabajo, fue como encontrar a mi madre.” Le explica a  Kiz Rider para convencerla de que tienen que desempolvar el caso y cerrarlo.


Licencia Creative Commons

25 de febrero de 2012

MICHAEL CONNELLY: THE DROP

The Drop es la 17ª novela de Michael Connelly protagonizada por Harry Bosch. El título hace referencia a su solicitud para acogerse al Plan de jubilación diferida (Deferred Retirement Option Plan). El detective está contento porque le han concedido 39 meses de prórroga, pero al mismo tiempo siente la melancolía de saber que sus días como policía están contados.
En la Unidad de Casos no Resueltos del Departamento de Policía de Los Angeles Harry Bosch y David Chu, compañeros tras la muerte de Ignacio Ferras (Nine Dragons), reciben el encargo de investigar el asesinato en 1989 de una joven de 19 años raptada a plena luz del día cuando volvía de la playa y después violada y estrangulada. Su cadáver presentaba rastros de sangre ajena. Veintidós años después el análisis del ADN indica que la sangre pertenece a Clayton Pell, un delincuente sexual que ha sido objeto de varias condenas.  Una investigación en apariencia fácil, salvo por un par de detalles: Clayton Pell solo tenía ocho años cuando ocurrió el crimen y, además, es homosexual. El caso adquiere un nuevo rumbo cuando Bosch averigua que Pell sufría abusos sexuales y palizas por parte de la pareja de su madre.

Simultáneamente, Harry Bosch recibe la llamada personal del jefe de la Policía de Los Angeles para que aclare la causa de la muerte del abogado George Thomas Irving, hijo del concejal y antiguo subdirector del Departamento de Policía Irvin S. Irving, que, a pesar de ser un viejo enemigo del detective, ha pedido expresamente que sea él quien dirija la investigación. Bosch es consciente desde el principio que tendrá que soportar poderosas presiones políticas y policiales en este caso.

Las primeras averiguaciones sobre Irving indican que tras cenar en casa en compañía de su esposa salió a tomar el aire sin decir adónde se dirigía. Se alojó en un hotel de lujo y unas horas después cayó a la calle desde la terraza de su habitación en la séptima planta. ¿Accidente, homicidio o suicidio? La autopsia indica que su cuerpo presentaba heridas antemortem lo que parece despejar las dudas. Bosch decide orientar su investigación hacia los asuntos profesionales de Irving, ya que el abogado estaba asesorando a una empresa de taxis que pretendía hacerse con nuevas licencias en la ciudad. Cuando los detalles de la investigación llegan a la prensa, Bosch descubre decepcionado que es David Chu el responsable de la filtración.

En cuanto a las cuestiones familiares, en The Drop conocemos que Maddie, la hija de Harry Bosch, tiene clara su vocación. Será policía como su padre. Harry se siente orgulloso porque “está criando una guerrera”. Por ello, y para garantizar su seguridad, Maddie, con solo quince años, ya posee un arma (una Glock) y sabe manejarla. Incluso compite en su primer concurso de tiro.

En el apartado sentimental Harry conoce a Hannah Stone. Se siente feliz “tras haber esperado mucho tiempo a alguien como ella”, pero Bosch demuestra siempre más habilidades en el terreno profesional que en el amoroso.
The Drop es la mejor novela de Michael Connelly de los últimos años.


Licencia Creative Commons

12 de febrero de 2012

FRED VARGAS: EL EJÉRCITO FURIOSO

El extravagante Jean-Baptiste Adamsberg, comisario de la Brigada Criminal de París, es uno de los personajes favoritos de este blog. 
En El ejército furioso (L'Armée furieuse, 2011) se enfrenta, a tiempo completo y sin otro método que la ausencia de todo método, a varios enigmas: una anciana asfixiada por su marido con migas de pan; un palomo al que alguien ha maltratado atándole las patas; la última fechoría de Momo-Mecha-Corta, pirómano de coches que ha provocado la muerte de un influyente hombre de negocios; una niña de ocho años fugada de casa tras romper una botella de zumo en la cabeza de su tío abuelo; y el más fascinante y terrorífico de todos: la aparición en un pueblo normando de un ejército de decrépitos caballeros medievales que recorren por la noche los bosques ocasionando inexplicables muertes.
Sobre El ejército furioso podemos repetir lo escrito a propósito de Un lugar incierto. La fórmula Vargas se asienta en la ágil narración de originales enigmas policíacos con raíces histórico-legendarias, en una abigarrada nómina de excéntricos personajes, y, sobre todo, en su peculiar protagonista: Adamsberg, "un nombre célebre, para bien o para mal... Un hombre bajito y de aspecto tan modesto, que desde el rostro moreno hasta la vestimenta negra, parecía dislocado, inclasificable o, por lo menos, disconforme." Un comisario al que le pican las preguntas sin respuesta. "Algo parecido a lo que le contaba siempre su vecino, el viejo Lucio, que había perdido de niño un brazo en la Guerra Civil. El problema no era tanto ese brazo como el hecho de que, en el momento de perderlo, tenía en él una picadura de araña que el hombre no había acabado de rascarse y setenta años más tarde, Lucio, seguía rascándola en el aire." Y es que "lo que no está acabado siempre vuelve a tocarle a uno las narices," concluye Adamsberg.
Fred Vargas es siempre recomendable.
Fred Vargas: El ejército furioso, Siruela Policiaca, 2011

Las novelas de Fred Vargas en Elemental, querido blog:
El ejército furioso
Un lugar incierto
La tercera virgen
Más allá a la derecha



Licencia Creative Commons

1 de febrero de 2012

JOHN LE CARRÉ: EL JARDINERO FIEL

Leemos estos días en los medios de comunicación que la “tuberculosis ha pasado de ser una enfermedad que se pensaba prácticamente erradicada en los países desarrollados a convertirse en una epidemia global a la que es difícil poner freno…  En la actualidad hay 2.000 millones de personas infectadas con la bacteria de la tuberculosis… que tiene especial incidencia en Asia y África. En 2009, la dolencia mató a casi dos millones de personas, según la OMS.”
El fragmento podría pertenecer literalmente a El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2001), la novela de John Le Carré.
Tessa Quayle, joven y atractiva esposa de un diplomático británico destinado en Kenia es asesinada durante un viaje al norte del país tras denunciar los abusos en África de una multinacional farmacéutica. Arnold Bluhm, médico africano perteneciente a una ONG, colaborador y supuesto amante de Tessa, ha desaparecido. La policía y los periódicos prefieren sospechar que es el autor del crimen.
Justin Quayle abandona la jardinería, su afición favorita, y su carrera para intentar aclarar múltiples interrogantes: ¿qué investigaba su esposa? ¿por qué fue asesinada?  ¿cuál era el objetivo del viaje que le condujo a la muerte? y, sobre todo, ¿quién era la desconocida con la que estaba casado?
Justin Quayle consigue averiguar a un alto precio que la clave de todo radica en un nuevo fármaco contra la tuberculosis. En realidad, un buen fármaco que en fase de experimentación  provoca un triple problema.  “Problema número uno: los efectos secundarios se ocultan deliberadamente en interés de los beneficios económicos. Problema número dos: las comunidades más pobres del mundo son utilizadas como conejillos de indias por las naciones más ricas. Problema número tres: la intimidación por parte de las compañías impide el debate científico de estos problemas.” Tres problemas que ocasionan la muerte a muchas personas inocentes.
Una novela nada complaciente que denuncia la hipocresía de los países civilizados. Un asunto de plena actualidad en nuestros días.

21 de enero de 2012

IAN RANKIN: RESURRECCIÓN

Tras su último acto de indisciplina, el inspector Rebus es enviado a la academia escocesa de policía de Tulliallan para hacer un curso de rehabilitación. En el curso coincide con otros cuatro policías sancionados (resurrection men, en el argot policial). Entre las actividades que están obligados a superar está la investigación de un caso antiguo, archivado y no resuelto. En realidad, el inspector cumple una misión. Sus superiores le han encargado que aclare si los otros policías son los  responsables del robo de tres millones de libras a un narcotraficante. A pesar de todo, el instinto de supervivencia de Rebus le dice que ha caído en una trampa.
Mientras tanto, la sargento Siobhan Clarke continúa con la investigación del caso Marber. Edward Marber, galerista y anticuario de Edimburgo, es asesinado a las puertas de su domicilio cuando regresaba a casa tras la inauguración de una exposición. Entre los invitados a la exposición se encontraba un viejo conocido: Morris Gerald Cafferty, que en el acto se convierte en el principal sospechoso del crimen.
En Resurrección (Resurrection Men, 2001) Ian Rankin nos presenta dos líneas paralelas de investigación que, como en otras de sus novelas, acabarán confluyendo.
Esta novela obtuvo el Premio Edgar 2004. Al parecer un año flojo en la novela policial porque, en mi opinión, lo mejor de Resurrección está en las habituales referencias musicales de Ian Rankin.
En la página web de Ian Rankin encontramos la lista de canciones preferidas del autor y de su más famoso personaje. Interesante selección que copio y pego.

Ian Rankin’s Top 10

Double Barrell: Dave and Ansil Collins
Rage Man: Mogwai
Solid Air: John Martyn
Atmosphere: Joy Division
Snow in San Anselmo: Van Morrison
You Can’t Always Get What You Want: The Rolling Stones
The Boy with the Arab Strap: Belle and Sebastian
Linseed Oil: Jackie Leven
Love theme from Apache: Coleman Hawkins
Silver Machine: Hawkwind

Inspector Rebus’s Top 10

Paint it Black: The Rolling Stones
Silver Machine: Hawkwind
Paranoid: Black Sabbath
Substitute: The Who
Here Comes the Night: Them
Don’t let me be Misunderstood: The Animals
Living in the Past: Jethro Tull
Badge: Cream
Oh Well: Fleetwood Mac
Broken Down Angel: Nazareth



Licencia Creative Commons

17 de enero de 2012

TOMAS ALFREDSON: EL TOPO

La adaptación cinematográfica de la novela El topo que firma Tomas Alfredson es, en su conjunto, una más que correcta película en la que destacan poderosamente la solidez interpretativa de sus principales actores y, sobre todo, la ambientación tétrica y taciturna de los años de la guerra fría conseguida por la dirección artística de Maria Djurkovic. 
Cualquiera que conozca la magnífica novela de John Le Carré entiende el gran reto que significa resumir su denso laberinto argumental en dos horas de imágenes. Como inevitable referente recordemos que la estupenda adaptación para la televisión de El topo que realizó en 1979 la BBC dura unas siete horas. La dificultad, por tanto, es evidente. Tomas Alfredson y sus guionistas han optado por aligerar la trama, lo cual es lógico, pero en su intento han provocado incoherencias argumentales y, de paso, han mutilado las aristas psicológicas y vitales de los principales personajes. Ese es, en mi opinión, el gran error que provoca la incomprensión en aquellos espectadores que desconocían la historia de Calderero, sastre, soldado, espía.
Un ejemplo al respecto. La profundidad de la relación entre Jim Prideaux y Bill Haydon se difumina hasta quedar reducida a una aparente atracción homosexual con lo que se pierde por el camino el verdadero alcance de la traición. Otro: George Smiley conoce la infidelidad de Anna cuando observa cómo se deja meter mano frívolamente durante una fiesta de fin de año.
Por todo ello, acabada la película, en el momento en que se encienden las luces de la sala, comienzan los créditos y (horror) escuchamos a Julio Iglesias cantar La mer, oímos a nuestros vecinos de butaca decir que no han entendido nada.
Pero, más allá del riesgo que supone condensar la compleja trama, lo que de verdad chirría son esas gratuitas licencias de cine de autor que no aportan nada a la película y que convierten a Peter Guillam en homosexual o a George Smiley en un arribista que estalla de satisfacción cuando alcanza la dirección del Circus. En ese momento final de la película (sí, cuando está a punto de sonar la voz de Julio Iglesias) la personalidad del protagonista queda totalmente desvirtuada. Porque ya sabemos que George Smiley prefiere a sus poetas alemanes antes que la vanidad del poder.
En definitiva, una interesante, recomendable, película que deleitará principalmente a los que ya conozcan las novelas de John Le Carré que componen la serie Smiley.
Y por último, duda resuelta. O mejor, intuición confirmada. Gary Oldman no nos hace olvidar en ningún momento al magistral Alec Guinness.

15 de enero de 2012

MICHAEL CONNELLY: SUICIDE RUN: THREE HARRY BOSCH STORIES

Suicide Run (2011) es una recopilación editada en formato ebook de tres relatos de Michael Connelly previamente publicados en diferentes medios y fechas.

En Suicide Run (2007), la narración que da título a la obra, Harry Bosch y Jerry Edgar investigan la muerte de una atractiva joven aspirante a actriz. Aparentemente se trata de un suicidio con nota de despedida incluida. Todos quieren cerrar rápidamente el caso; pero Harry Bosch no lo ve tan claro. ¿Dónde está, por ejemplo, el lápiz con el que la joven escribió su adiós a la vida? Junto a Kizmin Rider, el detective busca en los archivos casos de suicidios de jóvenes actrices para encontrar una relación entre todos ellos.

Cielo Azul (2001) es una narración en primera persona de Harry Bosch. Junto con su compañero Frankie Sheehan de la División de Robos y Homicidios intenta averiguar la identidad de una joven de unos quince años de apariencia mexicana que ha sido estrangulada. Con la ayuda de Terry McCaleb, Harry Bosch consigue detener a Victor Seguin, el asesino. Años después Bosch lo visita en la prisión de San Quintín, cuando está a punto de ser ejecutado, con la esperanza de que revele quién era la joven asesinada.

One Dollar Jackpot (2007). En esta ocasión Bosch trabaja con Iggy Ferras y con Kim Gunn, una joven policía, en la investigación del asesinato de Tracey Blitzstein, jugadora profesional de póquer. Después de ganar una importante cantidad de dinero en el casino, la víctima es tiroteada dentro de su coche cuando había aparcado frente a su casa. Ni su marido ni los vecinos han visto ni escuchado nada. Bosch tendrá que valerse de sus habilidades como jugador de póquer para descubrir al asesino.


Licencia Creative Commons

6 de enero de 2012

JOHN LE CARRÉ: LA GENTE DE SMILEY


Cinco años después de El topo (Tinker, Tailor, Soldier, Spy, 1974) John Le Carré publicó La gente de Smiley (Smiley's People, 1979), la novela en la que el entrañable George Smiley ajusta cuentas pendientes con Karla.
Tras “la caída” y la eliminación del topo soviético, muchas cosas han cambiado en el Circus. Su nuevo jefe, Saul Enderby (El honorable colegial, The Honourable Schoolboy, 1977) intenta ante todo evitar más escándalos, pero un inquietante suceso activa las alarmas. El general Vladimir, un veterano militar estonio del Ejército Rojo que se había convertido en agente británico tras la represión soviética contra su país natal, es asesinado en un parque. Pocas horas antes de su muerte, Vladimir había intentado en vano ponerse en contacto con George Smiley asegurando disponer de importantes pruebas que apuntaban directamente al Centro de Moscú.Como en El topo, Oliver Lacon rescata de su retiro a Smiley para que apague un conato de incendio que puede volver a carbonizar el Circus.
Con la colaboración de su gente, viejos conocidos como Connie Sachs, Toby Esterhase o Peter Guillam, George Smiley sigue literalmente los pasos de Vladimir. La pista se inicia en Maria Andreyevna Ostrakova, una rusa exiliada en París, pasa por Anton Grigoriev, diplomático de la Embajada soviética en Berna, y conduce directamente al único punto débil de la vida personal de Karla.
Utilizando las técnicas de su “adversario de toda la vida” el viejo Smiley consigue una victoria que le lleva a la cúspide de su carrera, pero que le provoca insatisfacción. Y es que el éxito también puede ser amargo.
La gente de Smiley es una novela de ambientación sombría, en la que domina más la reflexión existencial (o lo que es sinónimo, el desengaño) que la acción. Su calculado ritmo pausado se acelera en los últimos capítulos situados en Berna hasta llegar a su memorable desenlace.

Magistral cierre de la serie Smiley/Karla.

La serie Smiley/Karla en Elemental, querido blog:
La gente de Smiley (Smiley's People, 1979)



Licencia Creative Commons

18 de diciembre de 2011

BOARDWALK EMPIRE. SEGUNDA TEMPORADA

Boardwalk Empire la serie de televisión producida por HBO, creada por Terence Winter y basada en el libro de Nelson Johnson Boardwalk Empire: The Birth, High Times and Corruption of Atlantic City, nos llega con apenas unos meses de retraso en su segunda temporada.
Boardwalk Empire recrea la figura de Enoch L. Johnson, político republicano que controló Atlantic City durante los años de la ley seca en la década de 1920.


La aclamada y premiada primera temporada acababa con Nucky Thompson amañando las elecciones ante la casi segura derrota de los republicanos. La continuación arranca con el ataque del Ku Klux Klan contra Chalky y con la detención de Nucky por fraude electoral en tanto que sus antiguos aliados se organizan contra él para arrebatarle el poder. Todos contra Nucky, parece ser el lema.
En Atlantic City el Comodoro Louis Kaestner trama una conjura contra él a la que se suman Jimmy Darmody (su hijo ilegítimo) y Eli Thompson (hermano de Nucky y sheriff corrupto de la ciudad). Además, desde Chicago John Torrio y su lugarteniente Al Capone, y desde Nueva York Arnold Rothstein junto a Lucky Luciano maniobran para apoderarse del negocio ilegal de la ciudad. 
Ante tal cúmulo de problemas, Nucky encuentra el inesperado y firme apoyo de Margaret Schroeder.


En la segunda temporada de la serie encontramos las mismas virtudes anteriores: excelente ambientación, cuidada producción y buenas interpretaciones (magnifico Steve Buscemi en su papel protagonista).
En cuanto a lo menos positivo, hay que señalar que ninguno de los episodios alcanza la magistral puesta en escena del primer episodio dirigido por Martin Scorsese.