29 de agosto de 2013

JOAN SCHENKAR: PATRICIA HIGHSMITH

Elemental, querido blog ha alcanzado las 100.000 visitas. Una cifra humilde en los actuales tiempos digitales, aunque de cierta entidad, que sería imposible sin la colaboración de quienes en algún momento habéis seguido estas reseñas. Muchas gracias a todos.
De las más de trescientas entradas, la dedicada a El talento de Mr. Ripley es la más leída de este blog. En mi opinión, esta circunstancia viene a demostrar que Patricia Highsmith continúa siendo hoy en día una autora de interés para el lector y una referencia ineludible en la novela criminal.
Para celebrar todo ello, comentamos hoy The Talented Miss Highsmith (2009), la interesantísima, voluminosa y bien documentada biografía de Patricia Highsmith escrita por Joan Schenkar.
Lo primero que sorprende de esta obra es que no se trata de la tradicional narración de hechos vitales ordenados de forma cronológica (que en este caso se condensan en un breve anexo final), sino de una biografía temática que explora lo que la autora denomina “el fascinante Territorio Highsmith.”
El objetivo que pretende Joan Schenkar es “intentar captar el constante cambio de identidades que dio lugar a la profunda singularidad y la extraña originalidad de su obra... Una obra mucho más peculiar (ella era muy peculiar) y mucho más obsesiva, original y delirante que la de cualquier otro autor del panorama literario inmediato.”

Desde que a los catorce años escribió su primer relato, Pat Highsmith fue una escritora muy prolífica. Además de su narrativa publicada, dejó doscientos cincuenta manuscritos, treinta y ocho cuadernos de apuntes (que denominaba cahiers) y dieciocho diarios. En total, unas ocho mil páginas donde anotaba compulsivamente sus estados de ánimo o cualquier nimiedad cotidiana. En todo ese océano informativo buceó Joan Schenkar para captar la esencia de su personalidad y de su literatura.
La autora de Extraños en un tren no fue, ni mucho menos, una persona ejemplar. Odiaba a su madre y despreciaba a las mujeres, era sistemáticamente infiel y promiscua (“está muy bien tener amores a montones, aventuras a montones”), alcohólica, extravagante, autodestructiva, neurótica, tacaña… Durante gran parte de su vida fue una mujer increíblemente dura con un interior extremadamente amargo. Una de sus novias intentó suicidarse cuando leyó lo que Pat había escrito en su diario sobre ella.
En conjunto, una personalidad en conflicto con el resto de los mortales y consigo misma como muestran estas citas de sus diarios: “Las familias están bien para visitarlas, pero no me gustaría vivir con una.”  “Soy un ejemplo continuo de un chico en el cuerpo de una mujer.” “De acuerdo con todas las leyes platónicas, soy un hombre y amo a las mujeres.” Aunque, por otro lado, siguió tratamiento psicoanalítico para “normalizarse sexualmente.”
Considero que lo más interesante de esta biografía es que nos permite profundizar en la relación entre el complejo mundo personal de Patricia Highsmith y su perturbadora obra literaria. Conocer, por ejemplo, cómo sus personajes heredaron su interpretación de la realidad, sus aficiones, sus obsesiones, sus deseos, sus manías...
Recordemos un ejemplo: los caracoles eran las mascotas favoritas de Pat Highsmith hasta tal punto que los llevaba en sus viajes y los pasaba ocultos a Francia porque la ley del país prohibía introducirlos vivos. En Mar de fondo (1957), el protagonista de la novela, el inclasificable Vic van Allen, comparte esta peculiar afición y se dedica a criar caracoles cuyos apareamientos observaba con devoción mientras su esposa se divertía con sus amantes.
Tom Ripley, “su héroe criminal favorito”, es su auténtico alter ego. En las cinco novelas que protagoniza, Ripley lee los libros que leía su creadora, escucha los mismos discos, pasea por los mismos lugares, comparte el gusto por los disfraces, por los vaqueros Levis’s bien planchados, por los pijamas y por los elegantes albornoces adquiridos en las mejores tiendas de ropa...
Además, la autora convierte a Ripley en su vía de escape en un mundo que no le gusta, le hace alcanzar la vida que ella no pudo vivir. Así, como Patricia Highsmith siempre quiso y no consiguió tocar el clavicémbalo, hace que Ripley compre uno y reciba clases particulares en su casa de Villeperce-Sur-Seine.   
En  este sentido, hay un pasaje genial, muy significativo, en la novela Tras los pasos de Ripley (1980). En uno de sus habituales viajes en avión, Tom intenta leer un libro. “Los inevitables e incansables niños pequeños” empiezan a correr y a gritar a lo largo del pasillo. “Cuando uno de los odiosos críos de cuatro años pasó corriendo por enésima vez junto a él, balbuciendo tonterías, Tom metió ligeramente un pie en el pasillo. El pequeño monstruo cayó de bruces y casi al instante empezó a chillar como un demonio... Tom vio que un hombre sentado al otro lado hacía una mueca de satisfacción. No estaba solo.”
Ripley, que ignora en qué consiste la culpa, pone en práctica lo que Highsmith deseó, pero nunca se atrevió a hacer a pesar de su notoria aversión a los inevitables pequeños monstruos.
En definitiva, El talento de Miss Highsmith es una obra imprescindible para entender la vida y la literatura de una de las autoras más originales del siglo XX.
Joan Schenkar: Patricia Highsmith. El talento de Miss Highsmith, Traducción de Clara Ministral,  Circe Ediciones, S. A., 2010.


La serie Ripley de Patricia Highsmith en Elemental, querido blog:

El talento de Mr. Ripley
La máscara de Ripley
El amigo americano (El juego de Ripley)  
Tras los pasos de Ripley 
Ripley en peligro


Otras novelas de Patricia Highsmith:

2 comentarios:

  1. Felicidades por tus CM ! fruto sobre todo por la indudable calidad de tus entradas. A por los CCM.
    ;-)

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  2. Muy amable, Jordi. Muchas gracias.
    Un abrazo.

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