23 de diciembre de 2012

SUSANA HERNÁNDEZ: CURVAS PELIGROSAS



En Curvas peligrosas (Odisea Editorial, 2010) Susana Hernández nos presenta a su pareja protagonista, las subinspectoras Rebeca Santana y Miriam Vázquez. 
La novela comienza en el momento en que los sueños de Rebeca se hacen realidad  y acude, atenazada por los nervios, a su primer día de trabajo como subinspectora de la brigada de homicidios. Sin tiempo apenas para ubicarse y conocer a Miriam Vázquez, su veterana y engreída compañera, tiene que enfrentarse a la investigación del asesinato de una joven con Síndrome de Down, un caso vinculado con la muerte anterior de otra joven discapacitada.
La dificultad de su trabajo se une a la complicada coyuntura personal de Rebeca (“Sabía que estaba perdiendo la cabeza, y el norte y el sur. La situación, como había decidido denominar su caos vital, se le estaba yendo de las manos”). Tras romper con su novia, se enamora de Malena, una atractiva abogada. Tiene que soportar las bromas de sus compañeros de comisaría cuando descubren que es lesbiana y, además, manejar la conflictiva relación con su madre, recluida en prisión y protagonista de La asesina del cumpleaños, un reality de televisión que divulga sus miserias familiares.
Muy diferente a Rebeca es Miriam Vázquez, La Marquesa, y, aunque no menos numerosos, mucho más convencionales sus problemas existenciales. A pesar de los inevitables desencuentros iniciales, ambas acaban encontrando una sintonía personal que les permitirá formar “un equipo de primera.”
Por encima de una trama policial correcta y sin grandes sorpresas, Susana Hernández acierta de pleno en la construcción de Rebeca Santana, un personaje fresco y original que se escapa a los tópicos del género negro.

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3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Que ganas tengo de leer la segunda, ya la tengo contra las cuerdas
    Un abrazo y felices fiestas y mejor año!

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  2. Un abrazo.
    Feliz Navidad y que el año nos traiga muchas lecturas negras.

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  3. No me gustó la parte privada de Rebeca que pasa a ser relevante, más que el caso policíaco.

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