James Mallahan Cain (1892 –1977) es uno de los más importantes autores de novela negra norteamericana del siglo XX. The Postman Always Rings Twice (1934), un clásico absoluto, sería suficiente para probarlo. Dos años después de su primer y gran éxito publicó por entregas en la revista Liberty Magazine su segunda obra, Double Indemnity.
El argumento de Pacto de sangre está basado en un célebre crimen ocurrido en 1927. Ruth Brown Snyder persuadió a su marido para que asegurara su vida. Su intención era asesinarlo para después cobrar el seguro. Con la ayuda de su amante, y tras varios intentos fallidos, acabó logrando su propósito. Un año después fue ejecutada en la silla eléctrica. Existe una histórica fotografía del momento de la ejecución tomada con un cámara oculta que puedes ver en este enlace.
En Pacto de sangre (también conocida como Perdición) James M. Cain recuperaba por tanto un esquema que tan bien había funcionado en El cartero siempre llama dos veces. Walter Huff es un agente de seguros que conoce todos los trucos del oficio; pero que al instante cae en las redes de Phyllis Nirdlinger, la perversa ama de casa que planea cobrar el seguro de vida de su marido que incluye una cláusula de doble indemnización en el supuesto de fallecimiento en accidente de tren.
A Pacto de sangre se le puede reprochar quizá que el argumento sea demasiado esquemático y que los personajes estén dibujados con trazos gruesos. Quizá su origen inicial como novela por entregas lo explique. Pese a ello, Cain indaga, más que en la tópica figura de la femme fatale, en la personalidad masculina. Cuando Phyllis se cruza en su camino, Huff asume sin mover un dedo un destino (casi de tragedia griega) que le lleva directamente a la catástrofe. Atrapado más que por la pasión sexual por la poderosa atracción de la maldad en estado puro. “Estaba al borde de un precipicio, diciéndome sin cesar que debía alejarme, y alejarme con rapidez, y no volver más. Pero esto es lo que yo me decía. Lo que hacía era mirar el precipicio, había algo en mí que me impulsaba a acercarme más para ver mejor.”
Cuando Huff consigue utilizar su cerebro es demasiado tarde para él. “Había matado a un hombre por dinero, por una mujer. No tenía el dinero, ni la mujer.”
En 1944 Billy Wilder, con guion de Raymond Chandler, realizó una famosa y brillante adaptación al cine de Double Indemnity. Fred MacMurray, Barbara Stanwyck y Edward G. Robinson fueron los protagonistas. La película ofrece importantes cambios en relación a la novela. Quizá el más significativo sea el final, ya que la censura de la época no permitió que los asesinos escapasen a la justicia a pesar de su trágico final.
A mi lo que más me impresionó del protagonista fue la naturalidad con la que se prestó al asesinato. Por lo demás, la historia me encantó. Un abrazo!
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