1 de febrero de 2012

JOHN LE CARRÉ: EL JARDINERO FIEL

Leemos estos días en los medios de comunicación que la “tuberculosis ha pasado de ser una enfermedad que se pensaba prácticamente erradicada en los países desarrollados a convertirse en una epidemia global a la que es difícil poner freno…  En la actualidad hay 2.000 millones de personas infectadas con la bacteria de la tuberculosis… que tiene especial incidencia en Asia y África. En 2009, la dolencia mató a casi dos millones de personas, según la OMS.”
El fragmento podría pertenecer literalmente a El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2001), la novela de John Le Carré.
Tessa Quayle, joven y atractiva esposa de un diplomático británico destinado en Kenia es asesinada durante un viaje al norte del país tras denunciar los abusos en África de una multinacional farmacéutica. Arnold Bluhm, médico africano perteneciente a una ONG, colaborador y supuesto amante de Tessa, ha desaparecido. La policía y los periódicos prefieren sospechar que es el autor del crimen.
Justin Quayle abandona la jardinería, su afición favorita, y su carrera para intentar aclarar múltiples interrogantes: ¿qué investigaba su esposa? ¿por qué fue asesinada?  ¿cuál era el objetivo del viaje que le condujo a la muerte? y, sobre todo, ¿quién era la desconocida con la que estaba casado?
Justin Quayle consigue averiguar a un alto precio que la clave de todo radica en un nuevo fármaco contra la tuberculosis. En realidad, un buen fármaco que en fase de experimentación  provoca un triple problema.  “Problema número uno: los efectos secundarios se ocultan deliberadamente en interés de los beneficios económicos. Problema número dos: las comunidades más pobres del mundo son utilizadas como conejillos de indias por las naciones más ricas. Problema número tres: la intimidación por parte de las compañías impide el debate científico de estos problemas.” Tres problemas que ocasionan la muerte a muchas personas inocentes.
Una novela nada complaciente que denuncia la hipocresía de los países civilizados. Un asunto de plena actualidad en nuestros días.

1 comentario:

  1. Uno de los libros que más me ha gustado de Le Carré. Las novelas de espías fueron las que le dieron más fama, pero yo confieso que a veces me perdía con tantos dobles y triples jeugos. Pero en este caso el mensaje es clarísimo.

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