16 de mayo de 2013

BENJAMIN BLACK: EN BUSCA DE APRIL


En busca de April (Elegy for April, 2010) es la cuarta novela negra que el prestigioso autor irlandés John Banville (1945) publica bajo el seudónimo Benjamin Black. Se trata de la tercera protagonizada por el atormentado y alcoholizado patólogo forense Garret Quirke.
April Latimer, a la que Phoebe Griffin considera su mejor amiga, ha desaparecido. April, la oveja negra de su poderosa familia, es una joven doctora poco convencional de acuerdo a las conservadoras normas del Dublín de los años 50.    
Phoebe, que todavía no ha asimilado que Quirke sea su padre, le pide que la encuentre. El forense, tras una cura de desintoxicación alcohólica, inicia una despreocupada búsqueda. La insistencia de su hija, convencida de que algo trágico ha ocurrido, hace que Quirke solicite la intervención de un viejo conocido, el inspector Hackett. Unas manchas de sangre junto a la cama de April conducen directamente a los más ocultos secretos de la familia Latimer.
En su tercera aparición Garret Quirke, que aunque no sabe conducir se ha comprado un despampanante coche, busca emociones que estimulen su vida. Mientras llegan, su batalla contra el alcohol le resulta más fácil que su particular cruzada en contra de los fantasmas del pasado. Y es que, al menos, las resacas, “igual da lo terribles que sean, al final se pasan.”
Benjamin Black y Garret Quirke cada vez más convincentes.
Benjamin Black: En busca de April, Alfaguara, 2011.

Las claves negras:
  • Protagonista adicto en lucha con sus demonios.
  • Retorno al pasado.
  • El sexo como móvil.
  • Nadie conoce a nadie.
Las novelas de Benjamin Black en Elemental, querido blog:

11 de mayo de 2013

DOLORES REDONDO: EL GUARDIÁN INVISIBLE


Con buenas referencias y ruidoso impacto editorial y mediático nos llega El guardián invisible, la primera novela de la Trilogía de Baztán de la autora vasca Dolores Redondo (San Sebastián, 1969).
Los cadáveres de unas adolescentes son encontrados junto al río Baztán (Navarra). Los espantosos crímenes de “marcado aspecto sexual” (cordel hundido en la garganta, ropa rasgada, manos en actitud virginal, pubis rasurado y un dulce típico de la zona sobre la pelvis) parecen obra de un asesino en serie. La investigación corresponde a la inspectora de homicidios de la Policía Foral Amaia Salazar, idónea para el reto, tras (¡cómo no!) formarse en Quantico con el FBI. El trabajo policial obliga a Amaia Salazar a regresar a Elizondo, el pueblo donde nació, en el que continúa residiendo su familia y del que siempre ha querido huir.  
Según ha reconocido Dolores Redondo, para construir a su protagonista ha huido voluntariamente del cliché del policía alcoholizado de vida desordenada. Ha preferido, en cambio, condenar a Amaia Salazar a otro tipo de tormento no menos habitual en el género: la lucha contra sus obsesivos fantasmas personales y familiares oscuramente arraigados en su infancia (Clarice Starling como referente conocido).
El guardián invisible presenta indudables puntos de interés: la cultura y la mitología vasconavarras, la magia de los bosques y del entorno del valle del río Baztán, la indagación en el matriarcado característico de la región... Por el contrario, la trama policial resulta un tanto anémica y previsible.
Correcta. Éxito de ventas que poca novedad aporta al género criminal.

Las claves negras:
  • Asesinatos en serie.
  • Móvil sexual.
  • Retorno al pasado.
  • Los demonios personales del protagonista.

Dolores Redondo: El guardián invisible, Destino, 2013.

4 de mayo de 2013

ARTHUR CONAN DOYLE: TODO SHERLOCK HOLMES


Este blog, cuyo nombre es un guiño a Sherlock Holmes, no había dedicado hasta ahora ninguna reseña a Arthur Conan Doyle. La ocasión para obviar semejante laguna surge a propósito de Todo Sherlock Holmes, que reúne la colección íntegra de los relatos, publicados entre 1887 y 1927, protagonizados por el padre de todos los detectives junto a su fiel amigo y narrador, el Doctor John Watson. La editorial Cátedra resuelve con este título uno de los problemas que padecíamos los aficionados: la caótica dispersión de ediciones disponibles y la ínfima calidad de muchas de las traducciones.  
¿Qué podemos decir a estas alturas sobre Sherlock Holmes que no se haya repetido ya infinitas veces? Personalmente me gustaría destacar que el personaje se ha alzado muy por encima de los enigmas planteados en sus aventuras hasta formar parte desde hace décadas de la mitología literaria colectiva. ¿Quién no se imagina a Holmes encerrado en sus habitaciones del 221B de Baker Street fumando alguna de sus apestosas pipas junto a la chimenea, o ensimismado en alguno de sus no menos malolientes experimentos químicos, o tal vez tocando su Stradivarius?
Posiblemente ni el propio Arthur Conan Doyle llegó a ser consciente del alcance universal de su creación como lo demuestra el hecho de que en El problema final (1894) quisiera deshacerse de su popular detective arrojándolo a las cataratas de Reichenbach para dedicarse a tiempo completo a la “literatura seria”. Felizmente, el clamor popular y el enfado de su madre, que dejó de hablarle, hicieron que el autor recuperase a regañadientes a su famosísimo personaje.
Esta magnífica edición anotada de Jesús Urceloy nos permite seguir una ordenada biografía del detective desde que resuelve su primer caso (La corbeta Gloria Scott) cuando tiene 20 años hasta que abandona la profesión a los 49 para dedicarse a la apicultura en las colinas de Sussex (El último saludo).
Brillante, sorprendente, huraño, engreído, misógino (solo la astucia de Irene Adler llega a despertar en él la admiración), Holmes, más allá de su prodigiosa capacidad de observación y deducción (en las que él basa la esencia de su oficio), es, ante todo, un hombre de los tiempos que le tocaron vivir. En La liga de los pelirrojos afirma: “Mi vida se consume en un prolongado esfuerzo por escapar de las vulgaridades de la existencia.” El spleen, que diría Baudelaire. Así, cuando “sus pequeños misterios” no le ayudan a combatir la monotonía vital recurre como el poeta francés a esos paraísos artificiales (cocaína disuelta al siete por ciento, en su caso) que tanto desaprueba Watson.
Una auténtica joya para adictos al género criminal.
Arthur Conan Doyle: Todo Sherlock Holmes. Edición de Jesús Urceloy. Editorial Cátedra, 2012.