Tras veinte años y 17 novelas le ha llegado la jubilación a John Rebus. La música del adiós (Exit music, 2007) parece ser la despedida definitiva del famoso inspector, aunque Ian Rankin, su creador, deje en el aire su posible regreso. Se trata, en el fondo, de un recurso frecuente en el género. Recordemos las jubilaciones o despedidas de personajes como Kurt Wallander o Harry Bosch y sus posteriores reapariciones.
Tabaco, priva, música, los pubs de Edimburgo, su antiguo enemigo el mafioso Caffery, y su fiel escudera Siobhan Clarke acompañan, como siempre, a Rebus en el que parece ser su último caso. Un poeta disidente ruso, Alexander Todorov, muere salvajemente golpeado justo cuando un oscuro hombre de negocios ruso visita la ciudad para realizar inversiones. Días después también aparece muerto el propietario de un estudio de grabación que se había relacionado con el poeta.
Los métodos poco ortodoxos de Rebus le hacen enfrentarse con sus superiores y le acarrean la suspensión. El caso pasa a manos de la sargento Clarke. Para complicar aún más las cosas Caffery resulta agredido y el principal sospechoso es el inspector Rebus que parece querer cerrar viejas deudas antes de su retiro.
La música del adiós es un novela interesante, de ritmo más fluido que la anterior, Nombrar a los muertos, y repleta de las habituales referencias musicales características de Rankin. Una de ellas: "Nada de Leonard Cohen cuando llegues a casa. Ya tienes pensamientos morbosos de sobra."
Ian Rankin: La música del adiós, Barcelona, RBA Libros S.A., noviembre 2008.
Ian Rankin jubila al detective Rebus (El País)
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